Crónicas

Arquitectura del siglo XIX en el municipio Palavecino

Yolanda Aris
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
arisyoli1@yahoo.es

Con el pre­sente tra­ba­jo, no se pre­tende hac­er un estu­dio arqui­tec­tóni­co, si no, mostrar algu­nas edi­fi­ca­ciones con­stru­idas en el siglo XIX, en el munici­pio Palave­ci­no, sus car­ac­terís­ti­cas físi­cas, y mate­ri­ales utilizados.

La inten­ción es, expon­er el val­or e impor­tan­cia históri­ca de estas con­struc­ciones, que con­sti­tuyen la memo­ria de tiem­pos pasa­dos; y que cada día van dis­min­uyen­do, debido al dete­ri­oro que sufren por no con­tar con ningún tipo de man­ten­imien­to, y al hecho, de que la ciu­dad cre­ciente las envuelve, les qui­ta sus espa­cios y las invis­i­bi­liza; frente a las nuevas per­spec­ti­vas urbanas de las ciudades.

La arqui­tec­tura en Venezuela puede clasi­fi­carse en: con­struc­ciones civiles, con­for­madas por las vivien­das par­tic­u­lares o domés­ti­cas, tan­to rurales como urbanas; edi­fi­cios públi­cos u ofi­ciales; edi­fi­ca­ciones mil­itares para la defen­sa; y obras reli­giosas como igle­sias y monasterios.

En Venezuela la arqui­tec­tura del siglo XIX, a grandes ras­gos, pudiera estu­di­arse toman­do en cuen­ta la influ­en­cia de dos esti­los. El primero, el tipo colo­nial y post­colo­nial, que cor­re­sponde a con­struc­ciones con car­ac­terís­ti­cas hereda­dos de España, fab­ri­cadas antes o durante las primeras décadas de ese tiem­po histórico.

El segun­do esti­lo, ini­ció después de 1870, con la lle­ga­da al poder del gen­er­al Anto­nio Guzmán Blan­co, quien fue influ­en­ci­a­do por los movimien­tos neo­clási­co, neogóti­co y neo­bar­ro­co, pre­dom­i­nantes en Fran­cia; los cuales uti­lizó para la mod­ern­ización del país, y que fueron apli­ca­dos prin­ci­pal­mente a las con­struc­ciones públi­cas u ofi­ciales, como teatros, hos­pi­tales, casas de gob­ier­no, entre otros.

En Cabu­dare no exis­ten ejem­p­los de este esti­lo, ya que may­or­mente se con­struyeron en las prin­ci­pales ciu­dades del país.

Hacien­da Las Mercedes-Cabudare

Características de las viviendas

La vivien­da domés­ti­ca en Venezuela,durante el perío­do colo­nial, y  post­colo­nial, en el siglo XIX, se car­ac­ter­izó por el uso de mate­ri­ales de con­struc­ción locales, con la edi­fi­cación de pare­des o muros de gran grosor: de tapia (muros por medio del api­la­do y apison­ado de tier­ra suelta den­tro de dos tableros de madera que actúan como molde o encofra­do); adobe (muros medi­ante la adi­ción y el pega­do de blo­ques para­lelepípe­dos, elab­o­ra­dos de bar­ro seca­do al sol), y bahareque o pajareque (muros con tra­ma con tal­los de caña que sirve de soporte de la  mez­cla de bar­ro y paja que se adosa a las paredes).

La vivien­da de los sec­tores más pudi­entes, gen­eral­mente en las hacien­das, se car­ac­ter­i­z­a­ba por ser amplia y enclaustra­da (cer­ra­da); con uno o dos patios inter­nos con jar­dines para dar­le fres­cu­ra; rodea­d­os de corre­dores, sostenidos por hor­cones (vigas de madera) o colum­nas lisas o toscanas, a cuyo frente se ubi­ca­ban las habita­ciones, salas y come­dor que rode­a­ban ese patio. 

Con­ta­ban con grandes ven­tanas en saledi­zo (proyec­tadas hacia la calle), con repisa voladas, con rejas de madera sin torn­ear o hier­ro for­ja­do, con molduras y cor­nisas, o din­tel en la parte supe­ri­or y vierteaguas en la parte infe­ri­or, y con poyos inter­nos (asien­tos), aprovechan­do el grosor del zócalo.

Sus pare­des eran de gran altura, sobadas y encal­adas, con nichos pro­fun­dos en puer­tas y ven­tanas; techos con lis­tones de madera, caña bra­va o amar­ga, cubier­ta con tejas o paja a dos aguas, con aleros (remate de la techum­bre) o espa­cios del techo que sobre­salen sobre la pared para desviar de ella el agua de llu­via. Los aleros fueron susti­tu­i­dos pos­te­ri­or­mente con un cor­nisamien­to decorativo.

Con­ta­ba con por­tones de dos hojas de gran altura, para la entra­da de car­ru­a­jes y puer­ta con iguales car­ac­terís­ti­cas para el acce­so a la vivien­da, la cual era segui­da por un zaguán (pasil­lo estre­cho que lle­va al patio inter­no). Las puer­tas y por­tones en algunos casos, esta­ban enmar­ca­dos por una moldu­ra lisa. Los pisos eran de ter­ra­co­ta o ladrillo.

Los orna­men­tos de las vivien­das eran modestos, su facha­da se dividía en: cor­nisamien­to (remate en la parte supe­ri­or), muro o para­men­to (donde van las ven­tanas y la puer­ta de acce­so), y el zóca­lo (remate en la parte infe­ri­or del edi­fi­cio). Los edi­fi­cios públi­cos tenían las mis­mas car­ac­terís­ti­cas de con­struc­ción. Los techos eran de caña bra­va, cubier­to con tejas, lo que le daba may­or val­or económico.

Las vivien­das con­stru­idas en las áreas urbanas, sin embar­go, eran de menor tamaño, pero con las mis­mas características. 

Por su parte, los sec­tores más humildes elab­ora­ban sus vivien­das con estos mis­mos mate­ri­ales, pero mucho más sen­cil­los, gen­eral­mente los techos eran de paja o pal­ma, con­ta­ban con un corre­dor donde fun­ciona­ba la coci­na y sala, y dos o tres habitaciones.

Partes y características de las viviendas:

Fuente: Cuicas, Leonar­do. Ciu­dad colo­nial vene­zolana. Bar­quisime­to. Insti­tu­to Uni­ver­si­tario Politéc­ni­co San­ti­a­go Mar­iño. Sede Bari­nas. Bar­quisime­to, 2000

Viviendas domésticas del siglo XIX 

De gran impor­tan­cia históri­ca y cul­tur­al son las zonas colo­niales de Coro y Caro­ra, que han per­du­ra­do en el tiem­po. El ter­re­mo­to de 1812 arrasó con la may­oría de las con­struc­ciones en Bar­quisime­to y las pocas exis­tentes en Cabudare. 

Es impor­tante recor­dar que Cabu­dare nace como pueblo en 1818, a raíz de su con­sti­tu­ción como par­ro­quia reli­giosa; lo que prop­i­ció que parte de los habi­tantes dis­per­sos en los difer­entes hatos y hacien­das, se con­cen­traran alrede­dor de la igle­sia, que ini­ció su con­struc­ción poco después de esa fecha.

El munici­pio Palave­ci­no cuen­ta con algu­nas edi­fi­ca­ciones reli­giosas con­stru­idas en el tiem­po históri­co colo­nial y post­colo­nialdel siglo XIX, que aún se con­ser­van, como la Capil­la San­ta Bár­bara y la Igle­sia San Juan Bautista. 

En cuan­to a las edi­fi­ca­ciones civiles, de esa época, la may­oría de ellas, mues­tran una apari­en­cia muy mod­es­ta, y pre­sen­tan actual­mente, ras­gos de inter­ven­ción en las fachadas y en sus inte­ri­ores, que han mod­i­fi­ca­do su esti­lo; como es el caso de rejas pro­tec­toras en las puer­tas, techos de zinc, pisos de cemen­to, entre otros.  Es nece­sario señalar, que este munici­pio no con­tó con arqui­tec­tura de tipo mil­i­tar, ni tam­poco exis­ten mues­tras del perío­do prehispánico.

Es de destacar que la may­oría de las vivien­das domés­ti­cas en este munici­pio no con­ta­ban con los patios rodea­d­os de habita­ciones. Las que per­du­ran has­ta hoy, gen­eral­mente, tenían una plan­ta rec­tan­gu­lar, y se entra­ba por un zaguán que abría a un corredor.

Las habita­ciones daban al frente de la calle, y en el corre­dor inter­no trasero fun­ciona­ban la coci­na, come­dor y recibidor, a veces el corre­dor era abier­to y sostenido por hor­cones. Ello rep­re­sen­ta, may­or sim­pleza en la con­struc­ción, pro­duc­to de ser habitadas por famil­ias con mod­er­a­dos ingresos.

Pre­sen­ta­mos a con­tin­uación como mues­tra, seis vivien­das emblemáti­cas de este munici­pio, edi­fi­cadas bajo esta per­spec­ti­va, con­stru­idas en el siglo XIX o primeras décadas del XX, que aún sobre­viv­en y con­viv­en con la ciu­dad creciente.

Tienen como ele­men­to común, el haber sido con­stru­idas por par­tic­u­lares, con mano de obra local, sigu­ien­do pau­tas tradi­cionales, con las posi­bil­i­dades económi­cas de sus dueños, sin la par­tic­i­pación o dis­eño de arqui­tec­tos. Gen­eral­mente cuen­tan con algu­nas inter­ven­ciones de ele­men­tos mod­er­nos como lámi­nas de zinc o rejas pro­tec­toras. Todas ellas for­man parte de la memo­ria históri­ca colec­ti­va de sus habitantes.

Calle San­ta Bár­bara entre Simón Planas y El Matadero

Se apre­cia: Techo de tejas con base de caña bra­va o amar­ga con trav­es­años de madera ‑alero deba­jo  del techo. ‑Mar­co liso de la puer­ta. –Ven­tanas con din­tel en la parte supe­ri­or, vierteaguas o repisas voladas en la parte infe­ri­or, y  enre­ja­do de hier­ro–  Pare­des de adobe. pisos orig­i­nales de ter­ra­co­ta con lis­tones sep­a­radores de madera.

Casa Famil­ia Pérez Escalona situ­a­da en Av. Lib­er­ta­dor con calle Simón Planas, esquina noreste

Se apre­cia: techo de caña bra­va y tejas y hor­cones resistentes, con alero deba­jo del techo– puer­tas y ven­tanas de madera sin mar­cos  — pare­des de adobe –ven­tanas y puer­tas inter­venidas  con  pro­tec­tores de hier­ro – Con­s­ta de zaguán, habita­ciones y corre­dor que sirve de sala y come­dor  como espa­cios orig­i­nales; y otros agre­ga­dos con mate­ri­ales mod­er­nos. (blo­ques y cemento).

La Vaque­ra. Famil­ia Sosa. Zan­jón Col­orado. Par­ro­quia José Gre­go­rio Bastidas

Se obser­va el techo de caña bra­va y tejas al frente – puer­tas sin mar­co – corre­dor con hor­cones de madera – con­struc­ción de adobe – ven­tanas con enre­ja­do de madera. Fue una antigua posa­da para via­jeros. Se cal­cu­la fue con­stru­i­da a medi­a­dos del siglo XIX. Antigua Puer­ta al llano.

Casona de la Famil­ia Sosa. Los Ras­tro­jos

Erigi­da a finales del siglo XIX, por lo que tiene más de 100 años. El IPC la declaró bien de interés cul­tur­al el 10 de febrero de 2005. Con­stru­i­da con dos habita­ciones, coci­na y sala, en adobe y bahareque y techo de tejas y caña bra­va, ya inter­veni­da cuen­ta con lámi­nas de zinc. Fue ven­di­da en el 2013.

Casa de la Famil­ia Meleán  Av. Lib­er­ta­dor con calle Juan de Dios Meleán, esquina suroeste. Cabudare

Con­stru­i­da con techo de caña bra­va y tejas a dos aguas, y con alero– pare­des de adobe — varias puer­tas y ven­tanas de gran tamaño de dos hojas — Enre­ja­do  de las ven­tanas en madera y cuen­ta con dos poyos  en las ven­tanas para sen­tarse. Vista lat­er­al de la vivien­da donde se apre­cia el din­tel y vierteaguas de la ven­tana. De acuer­do al Catál­o­go del Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al Vene­zolano. Munici­pio Palave­ci­no, la vivien­da tiene más de 100 años de con­stru­i­da, y señala que allí nació Juan de Dios Meleán en 1829.

Casa Famil­ia Colom­bo. Av. Juan de Dios Ponte esquina calle Juares

Pare­des anchas, el frente, puer­tas y ven­tanas de madera orig­i­nales. Inter­veni­da con pisos de cemen­to y techos de zinc.  El Catál­o­go de Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al de Palave­ci­no señala que fue con­stru­i­da en 1895.

Debe resaltarse que exis­ten otras vivien­das en algu­nas hacien­das ubi­cadas en difer­entes caseríos y pobla­ciones de este munici­pio, como en el caso de Agua viva, El Taque, Patio Grande, que con­ser­van ese aire de esti­lo colonial.


Fuentes con­sul­tadas: Catál­o­go del Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al Vene­zolano. Munici­pio Palave­ci­no. Min­is­te­rio de la Cul­tura. Cara­cas, 2004–2005.
Cuicas, Leonar­do. Ciu­dad colo­nial vene­zolana. Bar­quisime­to. Insti­tu­to Uni­ver­si­tario Politéc­ni­co San­ti­a­go Mar­iño. Sede Bari­nas. Bar­quisime­to, 2000.
Vis­i­tas a los lugares señal­a­dos y entre­vis­tas a sus ocu­pantes o vecinos.

 

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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