Aterrador fue el accidente aéreo de Barquisimeto en 1983
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y escritor
luisalbertoperozopadua@gmail.com
En Twitter: @LuisPerozoPadua
23 víctimas fatales y 27 sobrevivientes fue el saldo al estrellarse un avión de Avensa en el terminal aéreo de Barquisimeto
El estruendo fue de tal magnitud que los vecinos del Aeropuerto Internacional General Juan Jacinto Lara de Barquisimeto, se estremecieron. Las paredes y ventanas de algunas viviendas de la zona, retumbaron. Muchos atribuyeron el estrepitoso sonido a un evento sobrenatural, otros se imaginaron la escena más horrenda de un film que minutos más tarde impresionaría a todo el país.
Ya cuando los primeros destellos del alba iluminaban a Barquisimeto, el cielo se tornó gris debido a una densa columna de humo que se esparcía rápidamente apreciándose a kilómetros. El espeluznante chillido de sirenas hacía más incierto los minutos de aquella funesta mañana del viernes 11 de marzo de 1983.
Al poco, en menos de quince minutos, una reconocida emisora de radio daba la fatal noticia sobre un accidente aéreo perteneciente al vuelo 007, conocido como el vuelo madrugador que cubría la ruta Caracas-Barquisimeto, sin mencionar mayores detalles, pero ya la torre de control dominaba la información precisa que el avión siniestrado era un McDonnell Douglas DC‑9 serie 32, con las siglas YV-67C de Aerovías Venezolana (Avensa) construido en 1967.
Según los primeros reportes del Centro de Control de Rescate Aéreo, la aeronave, procedente de la terminal Simón Bolívar, ubicada en Maiquetía, con 45 pasajeros y cinco tripulantes, se salió de la pista de aterrizaje para inmediatamente explotar después del aterrizaje aquella aciaga mañana, registrándose la muerte de 22 pasajeros, así como de un tripulante: la azafata Isaura Arias. El resto, que sumaban 27, sobrevivieron con heridas leves y de consideración.
En la tragedia, entre los que perdieron la vida se encontraba el narrador deportivo de Venezolana de Televisión, Luis Enrique Arias, que algunos años antes se desempeñó como comentarista del circuito radial de Cardenales de Lara. Entre los sobrevivientes figuraron tres diputados al parlamento nacional: Germán Lairet, MAS; Juan Medina Lugo, AD y Luis Delgado, Copei.
Reseña en los medios
El Diario EL IMPULSO, publicó al día siguiente una panorámica captada por el lente del reconocido reportero gráfico José A Peña “gordo Peña”, con una perspectiva desde el aire sobre el desolador suceso, que le daría la vuelta al mundo.
La nota revelaba que la tripulación estaba conformada por el capitán José Manuel Albornoz, el primer oficial Vicente Russo y las azafatas Isaura Arias, Lobalice Durán y Zulenia Flores.
El diario ABC de Madrid, publicó: “Informaciones recabadas en el Hospital Privado de Barquisimeto, señalaron que tres horas después del siniestro fueron identificados 12 cadáveres”.
El capitán Albornoz declaró que logró sobrevivir al voraz incendio tras salir de la aeronave a través de una ventanilla de la cabina de mando.
Posterior al accidente, la justicia venezolana se encargó del asunto y la Fiscalía acusó tanto al capitán Albornoz como al primer oficial Russo de tragedia culposa y negligencia, condenándolos a 15 años de pena que debían purgar en una prisión. Asimismo la suspensión de la licencia de vuelo. Pasado un tiempo, ambos recibieron el perdón presidencial en el gobierno de Jaime Lusinchi y recuperaron sus licencias de vuelo.
Develador informe
Según el informe The National Transportation Safety Board (NTSB) que investigó el suceso del Aeropuerto Internacional Jacinto Lara de Barquisimeto, el DC‑9 aterrizó con fuerza en la niebla a 1.015 metros más allá del umbral de la pista siguiendo una aproximación ILS en sus siglas en ingles Instrument Landing System (sistema instrumental de aterrizaje).
Inmediatamente el tren de aterrizaje delantero colapsó, desprendiéndose lo que provocó que la aeronave se saliera de la pista y se fragmentara. La parte delantera del fuselaje quedó totalmente calcinado con el impacto y la puerta delantera se plegó a la cabina del avión, impidiendo así la evacuación de la aeronave siniestrada. La parte trasera del fuselaje quedó destrozada en su totalidad.
Subraya el pliego indagatorio de NTSB, que la causa del siniestro aéreo se atribuye a las decisiones inapropiadas que tomaron los pilotos al momento del aterrizaje, así como la inadecuada supervisión del vuelo tras desfavorables condiciones atmosféricas. Al lugar llegó un camión de bomberos con solo agua. Después de algunos minutos vitales, arribaron equipos especializados a sofocar las llamas que ya habían consumido gran parte del avión. Los cuerpos quedaron irreconocibles y el país entero se enlutó con esta tragedia.
Fotos: Colección Diario EL IMPULSO / Capturas de Avance del Observador de RCTV/ Fotos: Airliners.net Colección de Carlos Jesús Gómez
Fuente: Diario EL IMPULSO publicación del 12 y 13 de marzo de 1983
Diario ABC. Madrid, España 12–3‑1983 p53
Sitio en Internet: Flight Safety Foundation https://flightsafety.org/ consulta 7-12-2020