Batalla de La Victoria: Mitos y realidades
Luis Heraclio Medina Canelón
Abogado — Historiador
Al cumplirse este 12 de febrero un aniversario más del combate o “Batalla de la Victoria” como tradicionalmente se le llama, seguramente se van a repetir las anécdotas que sin mucha precisión histórica se oyen todos los años, especialmente en los últimos tiempos en los que la historia ha sido tan falseada. Aclaremos algunas cosas
El primer mito, que hemos escuchado desde niños es que José Félix Ribas enfrentó a las temibles hordas de José Tomás Bóves y Francisco Tomás Morales apenas con un puñado de estudiantes y con estos muchachos lo venció en el famoso combate y por esto se instituyó el 12 de febrero como “Día de la Juventud”. Quizás el primitivo origen de esta leyenda está en la “Venezuela Heroica” de Eduardo Blanco, donde el autor exagera al decir que “un tercio” de las fuerzas de Ribas (1.500) eran “seminaristas” de Caracas.
Ahora bien, para febrero de 1814 el ejército republicano tenía 6 batallones operando en la Provincia de Venezuela, con los siguientes nombres, que generalmente correspondían al lugar donde se habían conformado: Batallones Valencia, Caracas, La Guaira, Barlovento, Victoria y Valeroso de Cazadores, también había Cuerpos de Milicias y de Veteranos.
Adicionalmente se había constituido otras unidades, alguna llamada “Agricultores de Caracas” y un escuadrón montado llamado “Escuadrón de Escolares”, porque estaba integrado por jóvenes estudiantes de la Universidad y el Seminario de Caracas, que fueron puestas bajo las órdenes de Ribas.
Los historiadores divergen sobre el número de integrantes de los “Escolares”. Algunos hablan de 85 y los que menos señalan que apenas llegarían a medio centenar. Nosotros pensamos que el número no debía ser muy grande, porque tratándose de estudiantes de la universidad en 1813, el número no debió ser demasiado elevado.
El comandante republicano de origen español Vicente Campo Elías. Su oportuna llegada salvó a Ribas
Estos “Escolares” formaban junto con el “Batallón Valencia”, el “Escuadrón de Soberbios Dragones de Caracas” (o “Invencible) y otras unidades las tropas de Ribas el 12 de febrero en La Victoria. Ahora bien, los “Escolares” no eran unos bisoños o novatos: ya desde el año anterior habían entrado en combate, incluso habían peleado en el enfrentamiento más largo de toda la Guerra de Independencia, la batalla de Vigirima, que duró tres días (23,24 y 25 de noviembre de 1813), pero si eran muy jóvenes, casi unos niños, por ejemplo, uno de ellos Santos Michelena, quien luego alcanzaría altas posiciones en la diplomacia venezolana, tenía apenas 16 años cuando fue herido en la batalla.
Al Escuadrón de Escolares, no fue que los reclutaron apresuradamente para ir en auxilio de Ribas, como se ha dicho, sino que ya eran un cuerpo formado y con cierta experiencia, eso si, indudablemente debían ser todos muy jóvenes. Debían tratarse seguramente de chicos mantuanos, o por lo menos blancos adinerados por dos cosas: eran universitarios y en aquellos tiempos no iban a la universidad sino los jóvenes de alta posición social y también porque eran un escuadrón montado y el costo de un caballo no lo podía pagar cualquiera.
José Félix Ribas
Pero el peso de la batalla estuvo sobre el “Batallón Valencia”, una unidad formada por blancos criollos en la ciudad del Cabriales y los “Dragones de Caracas” comandado por el merideño Luis Rivas Dávila. Tanto fue el empeño que tuvieron el “Valencia” y los “Dragones” en el combate que mientras su caballería perseguía al día siguiente a los realistas que ya huían derrotados, cayó muerto en el sitio de “Pantanero” a las afueras de La Victoria, su comandante el “alebrestado” comandante Rudecindo Canelón, una de las bajas más sensibles en las filas patriotas ese día. Igualmente el comandante Rivas Dávila cayó muerto de un balazo en una de las acometidas. Más de la mitad de los “Escolares” también murieron.
Después de 9 horas de fatigosa batalla, la situación fue salvada por la llegada de una columna de caballería de apoyo comandada por Campo Elías. Por cierto Campo Elías era español de nacimiento, adicto a la causa republicana. Entonces, que quede claro que los “jóvenes estudiantes” eran una honrosa pequeña parte de las heróicas tropas patriotas en La Victoria. Al final de la guerra sólo quedaban dos con vida.
El otro mito, falsedad o por lo menos imprecisión que se repite continuamente es que en La Victoria se enfrentaron venezolanos contra españoles. Nada más falso. Las tropas de José Tomás Bóves y su subalterno Morales eran venezolanas, estaban constituidas exclusivamente por pardos, especialmente mulatos, esclavos negros e indios. Apenas un puñado muy reducido de españoles eran algunos de los oficiales.
Eran una verdadera horda de resentidos sociales, sedientos de sangre y saqueo, que apenas eran dominados por la ferocidad de su jefe máximo. En esa tropa no había ni siquiera algún blanco criollo, ya que lo que caracterizaba a esa tropa era el odio por los que habían sido los dueños de las haciendas y comercios; había allí mucho deseo de retaliación en contra de quienes habían sido sus dueños o un oscuro sentimiento de envidia en contra de quienes tenían los bienes de fortuna, en mucho esta era una guerra social.
Así que estemos preparados para las distorsiones e imprecisiones en los altisonantes discursos que pretendan acomodar la historia a intereses subalternos.
FUENTES:
Blanco, Eduardo. “VENEZUELA HEROICA” Edit. Las Novedades. Caracas 1944
DICCIONARIO POLAR DE HISTORIA DE VENEZUELA
Gil Fortoul, “HISTORIA CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA”. Vol I, Edit. Cumbre. México. 1979
Jiménez, Camilo. “EL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR Y LA INDEPENDENCIA DE AMERICA” TOMO I, Tipografía Lux, Caracas, 1932.
Nectario María. “HISTORIA DE VENEZUELA”. Ediciones Salesianas s/f