CrónicasSemblanzas

Biografía del general Leonidas Navas Patiño (1871–1912)

Yolanda Aris
Cronista Oficial del Municipio Palavecino

Leonidas Navas Patiño, nació en Cabu­dare, hijo del gen­er­al Nicolás Patiño Sosa y de Isaura Navas. Fue sobri­no tam­bién de los gen­erales Juan Anto­nio y Cayetano. Patiño Sosa, her­manos de su padre, tuvo dos her­manos, Inés y Cle­ofe María Navas Patiño.

El gen­er­al Nicolás Patiño nun­ca se casó, pero tuvo tres hijos con Isaura Navas a los cuales recono­ció, el mis­mo día de su muerte, (07–09-1876), fueron ellos: José Leonidas de Jesús Navas Patiño, naci­do el 21 de abril de 1871; María Inés, el 13 de julio de 1873; y Cle­ofe María, el 9 de abril de 1875; a quienes les donó, una casa, cuyo doc­u­men­to dice así:

Yo, Nicolás Patiño, veci­no y com­er­ciante de esta ciudad…declaro que poseo   propiedades: en la calle prin­ci­pal de esta ciu­dad una casa de tejas en solar propio…demarcación…naciente y sur, casa y solar que fue del fina­do Jus­to Zalazar (sic), hoy de sus herederos, por el poniente, solar de mi propiedad y por el norte la cita­da calle prin­ci­pal, la casa la dono…a mis hijos cono­ci­dos Leonidas, Ynés y Cle­ofe María Navas, hijos de Isaura Navas…” (Pro­to­co­lo del 09 de sep­tiem­bre del año 1876)

 

 


Leonidas Navas Patiño
Car­bon­cil­lo de José Ramón Brito Calles

 

 

 

 

 

Para esa época, el códi­go civ­il establecía que, si al fal­l­e­cer no se deja­ba tes­ta­men­to, la mitad de los bienes era para sus ascen­dentes y la mitad para sus descen­di­entes. (Art. 696, pará­grafo 3, sec­ción 1.) Sin embar­go, su madre de 80 años heredó todo, y no se tomó en cuen­ta a los hijos de Nicolás Patiño. Pero ella fal­l­e­ció ape­nas  3 meses más tarde, el 21 de diciem­bre de 1876.

Los her­manos y sobri­nos de Nicolás Patiño, entonces, recla­maron los bienes, obvian­do nue­va­mente a los hijos de este gen­er­al. Pero esta vez, Isaura Navas reclamó la heren­cia de sus hijos, rep­re­sen­ta­dos ini­cial­mente por el abo­ga­do Miguel Jerón­i­mo Pra­do y luego, por el abo­ga­do Juan de Dios Ponte.

Después de un largo liti­gio, de casi dos años, sus hijos reci­bieron la casa en la calle prin­ci­pal de Cabu­dare, que les había don­a­do Nicolás Patiño; 240 vene­zolanos y 3 pos­e­siones de labor y cría al sur de Cabu­dare. Las pos­e­siones eran la Gon­za­lera o gon­za­leza­da que cor­re­sponde una parte de las aguas de la Que­bra­da La Mata, y otra con el nom­bre de Melean­era, nom­bre que  deri­va de sus ante­ri­ores dueños los Meleán; a quienes Patiño les había com­pra­do. (Pro­to­co­lo del 25 de enero del año 1878)

Leonidas Navas Patiño, per­maneció soltero has­ta su muerte y fue un mil­i­tar que par­ticipó en varias rev­olu­ciones que se pro­du­jeron en el país, como con­se­cuen­cia de difer­en­cias políti­cas y económi­cas de diver­sos gru­pos lid­er­a­dos por caudil­los regionales o nacionales, que aspira­ban impon­er sus ideas y obten­er el con­trol guber­na­men­tal; auna­do a la inter­ven­ción del cap­i­tal com­er­cial extran­jero y el insip­i­ente poder económi­co de la bur­guesía, refle­ja­do en la creación de la Cámara de Com­er­cio en 1894.

Entre esas rev­olu­ciones desta­can: la Rev­olu­ción Lib­er­al Restau­rado­ra que le per­mi­tió al gen­er­al Cipri­ano Cas­tro asumir la pres­i­den­cia en 1899; la segun­da Rev­olu­ción Lib­er­al Nacional­ista, por la cual José Manuel (Mocho) Hernán­dez pre­tendió der­ro­car al gen­er­al Cipri­ano Cas­tro; y la Rev­olu­ción Lib­er­ta­do­ra dirigi­da por el gen­er­al Manuel Anto­nio Matos entre 1901 y 1903, tam­bién con­tra el gob­ier­no de Cipri­ano Castro.

Un doc­u­men­to en mayo de 1894 plantea el reclamo que hace Leonidas Navas Patiño al gob­ier­no nacional por suple­men­tos presta­dos a la Rev­olu­ción Nacional; deman­da efec­tu­a­da en su nom­bre por el gen­er­al Pedro Manuel Padil­la. (Pro­to­co­lo de 1894)

Mon­ton­eras, segun­da mitad del siglo XIX

Rafael Sil­va Uzcátegui en su Enci­clo­pe­dia Larense men­ciona que, durante la Rev­olu­ción Lib­er­al Restau­rado­ra, Cipri­ano Cas­tro, acom­paña­do de los gen­erales Juan Vicente Gómez y Eleazar López Con­tr­eras y otros, en mayo de 1899, aprovechan­do la muerte de Joaquín Cre­spo, se alzó con­tra el gob­ier­no de Igna­cio Andrade y tomó la pres­i­den­cia en octubre de ese año.

En su camino des­de los Andes hacia Cara­cas, estu­vo en Bar­quisime­to el 1º de sep­tiem­bre de ese año, sin ningu­na resisten­cia de parte de las fuerzas del gob­ier­no, y se detu­vo en Cabu­dare per­manecien­do allí has­ta el día 3, donde fue enfrenta­do por el gen­er­al Fran­cis­co de Paula Vásquez, jefe de la División de Cabu­dare apos­ta­do en el pobla­do, pero ante la may­oría de Cas­tro, debió refu­gia­rse al sur de la población, hacia la que­bra­da La Mata.

Señala igual­mente, que var­ios jefes del gen­er­al José Manuel (Mocho) Hernán­dez, que apoy­a­ban a Cas­tro, deci­dieron ocu­par y con­tro­lar Bar­quisime­to. El gen­er­al Juan Anto­nio Gil Gar­men­dia, acom­paña­do por los gen­erales Nor­ber­to Giménez Mén­dez, Napoleón Fer­nán­dez, Zoi­lo Narváez, Leonidas Navas Patiño, Anto­nio Here­dia, Ama­bili Solagnie y otros; se enfrentaron a los nacional­is­tas entre el 28 de sep­tiem­bre y el 2 de octubre de 1899. 

El día primero sus­pendieron las hos­til­i­dades, y el gen­er­al Gil Gar­men­dia capit­uló y pro­cedió a entre­gar la fuerza y el par­que al ene­mi­go, acti­tud que molestó a los cabu­dareños. Sobre el par­tic­u­lar, el gen­er­al Fran­cis­co de Paula Vásquez refiere en su libro, lo siguiente: 

Las fuerzas de Cabu­dare que habían pasa­do a ser gob­er­nadas por el Gen­er­al Zoi­lo Narváez, a quien acom­paña­ban tam­bién los Gen­erales Manuel Latiegue José María Ponte, Dr. Anto­nio Here­dia, Leonidas Navas Patiño y Amá­bili Solagnie, se abrieron paso con sus armas, muni­ciones y ban­deras y se fueron a las cer­ranías (sic) de Tere­paima, donde dieron el gri­to de ¡Viva Cas­tro! y con la ban­dera amar­il­la se incor­po­raron a la Restau­ración. (p. 72

Fran­cis­co de Paula Vásquez en su libro Apunta­ciones para la His­to­ria del Esta­do Lara. 1527–1930, señala que Leonidas Navas estu­vo bajo el man­do del gen­er­al Ama­bili Solagnie. (p. 89)

Pos­te­ri­or­mente, en 1901, se pro­du­jo el lev­an­tamien­to del gen­er­al Manuel Anto­nio Matos con­tra el gob­ier­no de Cipri­ano Cas­tro, que se denom­inó Rev­olu­ción Lib­er­ta­do­ra, apoy­a­do por innu­mer­ables jefes locales y empre­sas inter­na­cionales, afec­tadas por la neg­a­ti­va del gob­ier­no a pagar la deu­da externa.

En el esta­do Lara, el 20 de octubre de 1901, se alzó el gen­er­al Rafael Mon­til­la y el 19 de diciem­bre de 1902, lo hicieron el gen­er­al Eduar­do Col­menárez en el sitio Peñas Negras, quien jun­to a otros gen­erales inter­cept­a­ba la línea del fer­ro­car­ril Bar­quisime­to – Tuca­cas; y el gen­er­al Amá­bili Solagnie, en la ser­ranía de Tere­paima, con los gen­erales Leonidas Navas Patiño, Con­cep­ción Narváez, Miguel Bernal, y los coro­ne­les Isaías Pereira, Ramón Manuel Vilaró, Fran­cis­co Peña y Fran­cis­co Rojas.

El gen­er­al Rafael González Pacheco, jefe Civ­il y Mil­i­tar del Gob­ier­no de Cas­tro enfren­tó las tropas de Solagnie en Tere­paima el 16 de enero de 1902, quienes debieron reti­rarse. Pero rea­gru­pa­dos los rev­olu­cionar­ios sitiaron Bar­quisime­to en un enfrentamien­to que duró diez días, Rafael Sil­va Uzcátegui en su libro Enci­clo­pe­dia Larense, men­ciona:

¨Ase­dian­do a Bar­quisime­to se encon­tra­ban los más aguer­ri­dos Jefes de la Rev­olu­ción Lib­er­ta­do­ra: los Gen­erales Luciano Men­doza, Fran­cis­co Batal­la, Gre­go­rio Cedeño, Rafael Mon­til­la, Amá­bili Solagnie, Leonidas Navas Patiño, Juan E. Zap­a­ta, Domin­go Rivero, Eduar­do Col­menárez, Luis Cre­spo Tor­res con la exce­lente ofi­cial­i­dad que forma­ba la plana may­or del Ejérci­to de la Rev­olu­ción¨ (p. 368)

Al poco tiem­po, debieron reti­rarse por el regre­so de las tropas de Pacheco, pero durante todo el año 1902 se sigu­ieron pro­ducien­do enfrentamien­tos en todo el país y en varias pobla­ciones del esta­do Lara: Yaritagua, Los Ras­tro­jos, Río Claro. Y más tarde nue­va­mente las tropas de los gen­erales Solagnie y Men­doza recu­per­aron la ciu­dad de Barquisimeto.

Pero, pro­gre­si­va­mente fueron desar­tic­ulán­dose los rev­olu­cionar­ios ante los tri­un­fos logra­dos por las fuerzas del gob­ier­no dirigi­das por el gen­er­al Juan Vicente Gómez, con­tra los alza­dos, y el encar­ce­lamien­to de muchos de sus líderes. El 19 de diciem­bre de 1908, el gen­er­al Gómez asum­ió la pres­i­den­cia medi­ante un golpe de Esta­do, y los alza­dos con­tra Cipri­ano Cas­tro, difundieron un man­i­fiesto de apoyo al nue­vo presidente.

Leonidas Navas Patiño, vivió en su hacien­da de café en la Loma de Tere­paima. Entre las propiedades que hemos podi­do ubicar de este Jefe Mil­i­tar ten­emos: la parte que heredó de su padre en la Mata; dos almudes de ter­reno denom­i­na­da La Vega  en las Bar­ran­cas en 1903; 5 hec­táreas de cul­ti­vo de maíz en el sitio de Tar­a­vana; 18,5 almudes de tier­ra en Las Bar­ran­cas. Varias de estas propiedades, su madre Isaura Navas, como hered­era, debió ced­er­las para pago de deu­das. La pos­esión La Mata y El Corozal eran propiedad en partes iguales con sus her­manos Inés y Cleofe.

En el año 1901, el gen­er­al Leonidas Navas Patiño y el gen­er­al y Dr. Anto­nio Here­dia, dieron un poder espe­cial al abo­ga­do, Dr. Rafael Irigoyen para que los rep­re­sen­tase en el reclamo que hacían al gob­ier­no nacional por suple­men­tos que hicieron a la Rev­olu­ción Lib­er­al Restau­rado­ra, con com­pro­bantes autor­iza­dos por el gen­er­al Jac­in­to Fabri­cio Lara, como jefe Civ­il y Mil­i­tar que fue de este esta­do para ese momen­to. (Pro­to­co­lo de ese año)

José Ramón Brito en Sem­blan­zas de Cabu­dareños ilus­tres sobre este per­son­aje señala que con­ta­ba con muchos seguidores que lo reconocían como jefe de ellos en Cabu­dare y que al ter­mi­nar esta rev­olu­ción en 1903 sigu­ió como rebelde en su hacien­da de la Loma de Tere­paima. En 1909 logró una garan­tía políti­ca y volvió a la población. Y agre­ga que: ¨Era un hom­bre respeta­do y apre­ci­a­do por su val­or recono­ci­do en las lisas de la guer­ra. No era ambi­cioso, ni acept­a­ba car­gos públi­cos, pero se man­tenía fuerte y rebelde ante el gob­ier­no¨. (p. 14)

Murió el 30 de diciem­bre de 1912, a los 41 años, víc­ti­ma de una heri­da de arma de fuego en la Loma de Tere­paima.  Julio Álvarez Casamay­or, en Cabu­dare, sendas, calles y per­son­ajes. Siete asesinatos y un espan­to;  sobre su asesina­to señala lo sigu­iente: ¨…un sicario traí­do de  Dua­ca de apel­li­do Per­al­ta, (mejor lla­ma­do Per­al­i­to, por lo pequeño) le entre­garon el retra­to del Gen­er­al Navas, un Win­ches­ter y un baquiano de apel­li­do Ortiz (de Los Ras­tro­jos) para que lo lle­vara al sitio¨. Y agre­ga que: ¨…sin pen­sar­lo le dis­paró, der­riban­do del cabal­lo al Gen­er­al Navas…¨ (p. 21)

Cua­tro años antes, había sido igual­mente asesina­do su coter­rá­neo y com­pañero de rev­olu­ciones, el gen­er­al Doc­tor, Anto­nio Here­dia, pre­sun­ta­mente, tam­bién por razones políti­cas. Leonidas Navas Patiño y otros gen­erales que apo­yaron estos movimien­tos, son el refle­jo de la situación sociopolíti­ca que se vivía en el país durante la segun­da mitad del siglo XIX

Al morir, su madre, Isaura Navas, heredó sus propiedades. Los restos de este gen­er­al reposan en el Cemente­rio Munic­i­pal de Cabu­dare al igual que los de su pequeña hija que fal­l­e­ció en 1908, que están en un túmu­lo de ese Cam­posan­to. (Álvarez Casamay­or, Julio. Ob. Cit. p. 21).

En el año 1914, por deu­das con­traí­das por el gen­er­al Leonidas Navas con Fran­cis­co Sei­jas, su her­mana, Inés Navas Patiño de Man­zanares, cedió a éste la mitad de los dere­chos de las tier­ras que Leonidas poseía en El Corozal y La Mata. Su her­mana, casa­da con Eduar­do Man­zanarez, poseía dos planta­ciones de café en: Los cuar­te­les, Los Cono­tos y en sitio El Fron­tero y una en: El Alto de los Cuar­te­les, Palo de Tigre, Tere­paima, Los Bucares, El Piqueo, y Zan­jón Col­orado. Las obtu­vo por com­pra que hizo a su madre Isaura Navas en  1914, la may­or parte heredadas de su hijo Leonidas Navas Patiño.


Fuentes Bib­li­ográ­fi­cas consultadas
Vásquez, Fran­cis­co de Paula. Apunta­ciones para la his­to­ria del Esta­do Lara. 1527–1930. Tipografía Nicolás Vásquez. Bar­quisime­to, 1940. 138 p.

Fuentes Hemero­grá­fi­cas consultadas
Brito, José Ramón. Sem­blan­zas de Cabu­dareños Ilus­tres. En: Boletín del Cen­tro de His­to­ria Larense. Bar­quisime­to, enero-junio 1987. Pp. 3 – 19.
Álvarez Casamay­or, Julio. La muerte del Gen­er­al Leonidas Navas Patiño. En: Cabu­dare, sendas, calles y per­son­ajes. Vol­u­men II. Siete asesinatos y un espan­to. Cabu­dare, enero 2000. p. 21

Fuentes doc­u­men­tales consultadas
Escrit­u­ra Públi­ca: Reconocimien­to de los hijos de Nicolás Patiño. 7 sep­tiem­bre de 1876.
Expe­di­ente de Isaura Navas con­tra los herederos del Gen­er­al Nicolás Patiño. 25 enero de 1878 (29 folios)

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *