CrónicasSemblanzas

Carmen Clemente Travieso, fue la pionera del reporterismo de calle en Venezuela

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y cronista
luisperozop@hotmail.com
@LuisPerozoPadua


Fue la primera mujer en dedi­carse a la labor peri­odís­ti­ca en Venezuela y es con­sid­er­a­da la pre­cur­so­ra del repor­ter­is­mo de calle en el país

Con una libret­i­ca y un lápiz como arma, Car­men Clemente Travieso recor­ría las calles del cen­tro de Cara­cas y sus bar­rios en procu­ra de la noti­cia que no se leía en los diar­ios de la cap­i­tal, cuyas notas, cróni­cas y entre­vis­tas fueron aparecieron a par­tir de 1944, en per­iódi­cos y sem­a­narios como Últi­mas Noti­cias, El Nacional, El Uni­ver­sal, El Her­al­do, Aho­ra, Aquí Está, Hoy; y en las revis­tas Élite, Pági­nas y Estam­pas. Aque­l­los gara­batos taquigrá­fi­cos, cau­ti­varon por décadas a sus lec­tores por su den­si­dad, seriedad y amenidad. 

Fue la primera mujer en grad­uarse como reportera, egre­san­do de la Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela en 1964; a la sazón, fue una de las primeras mujeres empleadas como peri­odista a tiem­po com­ple­to en Venezuela, en vir­tud de aque­l­la labor ejer­ci­da con ardorosa pasión, las cróni­cas reg­is­tran que fue la pio­nera del repor­ter­is­mo de calle en el país. Entre los fun­dadores de la Aso­ciación Vene­zolana de Peri­odis­tas (AVP), está escrito el nom­bre de Car­men Clemente Travieso.

Car­men Clemente Travieso

Llegó con el nuevo siglo

En la auro­ra del nue­vo siglo, en Cara­cas, el 24 de julio de 1900, nac­erá Car­men Clemente Travieso, cuan­do gob­ern­a­ba el país el gen­er­al Cipri­ano Cas­tro (1899–1908), peri­o­do donde no existían las lib­er­tades públicas.

Tem­prana­mente des­cubrirá la niña Car­men su pasión por la lec­tura y, ya a los cin­co años se devor­a­ba los libros que esta­ban a su alcance. Poseía una habil­i­dad asom­brosa para con­stru­ir his­to­rias de los cuen­tos nar­ra­dos por su abuela mater­na Trinidad Domínguez de Travieso. Su niñez tran­scur­rirá en las vecin­dades de la Plaza del Panteón.

En 1924, la encon­tramos en Nue­va York, Esta­dos Unidos, en donde se insta­lará por tres años con su her­mana Cecil­ia y su tía Tri­na. Ráp­i­da­mente traspasó la bar­rera del idioma, ayudán­dola a unirse a gru­pos de ayu­da a enfer­mos de lep­ra y mujeres desval­i­das, labor que hacía en para­le­lo a sus estu­dios de mecanografía y a su tra­ba­jo for­mal como bor­dado­ra del taller Bucil­la Company.

Car­men Clemente Travieso. Gale­ria fotográ­fi­ca UCAB

El anh­elo de regre­sar a Venezuela se mate­ri­al­izó en 1927, e inmedi­ata­mente se unió a un grupo de mujeres para orga­ni­zar la resisten­cia a la fér­rea dic­tadu­ra del Ben­eméri­to gen­er­al Juan Vicente Gómez.

En aque­l­la lucha por la lib­er­tad, Clemente Travieso desafió a aquel rég­i­men bru­tal repar­tien­do en las calles de Cara­cas las hojas sueltas de El Impar­cial, una pub­li­cación humorís­ti­ca escri­ta por Andrés Eloy Blan­co, su ami­go, a quien cono­ció cuan­do ella tenía 17 años; y después con sus cor­tos artícu­los a través de La Boina, que era una creación de los jóvenes que par­tic­i­paron en la Sem­ana del Estudiante.

Las Madri­nas de Guer­ra, se incor­poró en 1929, un grupo inte­gra­do de mujeres cuyo peli­groso encar­go era vis­i­tar a los pre­sos políti­cos para lle­var­les ali­men­tos, med­i­c­i­nas y servir de men­sajeras (correo) entre La Rotun­da y otras cárce­les del país.

La conquista femenina

Mil­i­tará en el recién crea­do Movimien­to de Orga­ni­zación Vene­zolana (ORVE), pero su cer­canía y tra­ba­jo clan­des­ti­no con los fun­dadores del Par­tido Comu­nista de Venezuela, (PCV), influirán en su espíritu, y en 1930, se con­ver­tirá en una miem­bro acti­vo de esa tol­da partidista.

Desa­pare­ci­do el dic­ta­dor tras su fal­l­ec­imien­to, nues­tra biografi­a­da con­sagrará todo su accionar a la com­ple­ja y espinosa tarea de con­quis­tar, para las mujeres vene­zolanas, la igual­dad efec­ti­va ante las leyes y el cese de cualquier for­ma de discriminación.

Y con su Agru­pación Cul­tur­al Femeni­na (ACF) la cual fundó en 1935, ini­cia­rá la temer­aria cruza­da para que las mujeres pudier­an ejercer el sufra­gio en sim­i­lares condi­ciones a las que poseían los hom­bres, tri­un­fo que se alcanzó en 1947.

Su lucha con­tra la opre­sión femeni­na quedó prin­ci­pal­mente plas­ma­da en el Diario Aho­ra, donde durante 10 años dirigió la pági­na Cul­tura de la Mujer.

En sus dis­cur­sos como activista alenta­ba a las fémi­nas con voz vig­orosa: “Unidas todas por un solo ide­al, en bloque, para for­t­ale­cer­nos, comence­mos por el prin­ci­pio: ¡Afirmem­os nues­tra per­son­al­i­dad ante el hom­bre! Con una abso­lu­ta con­cien­cia de nue­stros deberes, con­quis­te­mos noso­tras mis­mas nue­stros dere­chos” (1936). Una de sus fras­es predilec­tas al ini­ciar o con­cluir una inter­ven­ción era: “Vamos a tra­ba­jar para bor­rar de la mente del hom­bre el fan­tas­ma de la mujer débil de cere­bro estre­cho y de ideas limitadas”.

Asimis­mo, Clemente Travieso expone en unos de sus escritos pub­li­ca­dos en 1939: (…) “si la mujer con­tinúa igno­ra­da, rel­e­ga­da a un rincón del hog­ar vene­zolano, sin voz ni voto, vivien­do y murien­do cada día (…) en un país en el que todo está por hac­er, con­tin­uará Venezuela en su mis­mo esta­do de atra­so cul­tur­al, de estancamien­to civ­i­lizador o impersonalidad.”

Con­sid­er­a­ba que el hom­bre tam­bién era víc­ti­ma de la moral “atrasa­da y defor­ma­da” que sufría la Venezuela de su época, por ello, no dudará empren­der nue­va­mente el camino de la lucha con­tra la opre­sión cuan­do Mar­cos Pérez Jiménez se apoderó de la Pres­i­den­cia (1952–1958), colab­o­ran­do deci­di­da­mente con quienes se opusieron a aquel gob­ier­no autoritario.

Fue una literaria consumada

Sus con­tribu­ciones lit­er­arias la fichan como dueña de una pluma «ágil y vivaz». En sus agu­dos ensayos, cuen­tos y biografías, imprimía la ver­sa­til­i­dad de una inves­ti­gado­ra con­suma­da, algunos de estos libros fueron premiados.

Su pre­ocu­pación por enal­te­cer a la mujer y por con­ser­var el pat­ri­mo­nio históri­co vene­zolano, la llevó a pub­licar libros como Mujeres vene­zolanas y otros repor­ta­jes (1951); Tere­sa Car­reño (1953); Las Esquinas de Cara­cas (1956); Mujeres de la Inde­pen­den­cia (1965); Anéc­do­tas y leyen­das de la Vie­ja Cara­cas (1971); y La Mujer en el Pasa­do y en el Pre­sente (1976).

En la par­ro­quia San José de Cara­cas, en donde había fija­do su res­i­den­cia, donó su bib­liote­ca par­tic­u­lar para fun­dar la Bib­liote­ca Cul­tur­al Gual y España. Car­men Clemente Travieso fal­l­e­ció en su natal Cara­cas, el 24 de enero de 1983.

Car­men VClemente Travieso en 1985

Inciso

Car­men Clemente Travieso fue la menor de la unión conyu­gal de Lino Clemente y Mer­cedes Euge­nia Travieso. Pero un dato intere­san­tísi­mo, es que era bis­ni­eta de Lino de Clemente y Pala­cios, héroe de la inde­pen­den­cia y tam­bién her­mano de Pablo de Clemente y Pala­cios, casa­do con María Anto­nia Bolí­var Pala­cios y Blan­co, her­mana del Lib­er­ta­dor Simón Bolí­var. Así que esta mujer mar­avil­losa esta­ba emparenta­da con los Bolí­var. Recordemos que los Clemente eran pri­mos de los Bolí­var por el lado mater­no del Libertador.


Fuente:

Omar Pérez. Car­men Clemente Travieso. Cara­cas: El Nacional, 2006.
Car­oli­na Gutiér­rez-Rivas. El dis­cur­so de Car­men Clemente Travieso a la luz de las nociones de ide­ología y los enfo­ques fem­i­nistas actuales sobre la comu­ni­cación. Revista Lati­noamer­i­cana de Estu­dios del Dis­cur­so. Junio de 2016

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