El acto terrorista que nadie vio
Fabián Capecchi van Schermbeek
Escritor y publicista
Durante las navidades de 1969 un accidente aéreo selló la suerte de 62 personas, y marcó el inicio del terrorismo internacional en Venezuela, algo que hasta ahora había permanecido en absoluto silencio
Hay ocasiones cuando uno no está buscando algo, ese “algo” viene y lo encuentra a uno. A eso se le llama Serendipia, a un descubrimiento, un hallazgo afortunado, e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.
El 3 de diciembre pasado se cumplieron 51 años de otra tragedia en Venezuela. Un Boeing 707 de Air France, matrícula F‑BHSZ con 62 personas a bordo se desplomó en el mar frente a Maiquetía, 3 minutos y medio después de despegar. No hubo sobrevivientes. Con este accidente aéreo se cerraba el año más negro de la historia de la aviación en Venezuela.
Esta cadena de sucesos comenzó justo en diciembre de 1968 con un B‑707 de Pan American llegando a Maiquetía y continuó con el aparatoso accidente de Maracaibo en marzo de 1969, el accidente aéreo con mas víctimas en todo el mundo para aquel entonces
El Vuelo 212 de Air France
El avión de Air France proveniente de Chile, que se dirigía a París, haciendo escala en Pointe-à-Pitre en la isla de Guadalupe, cayó en el mar hundiéndose hasta una profundidad de más de 50 metros. Las autoridades venezolanas colaboraron con la recuperación de los restos, utilizando lanchas, helicópteros y hasta un destructor. Sin embargo, el rescate de las víctimas se tornó muy difícil por la profundidad y la presencia de tiburones.
Portada del Diario el Nacional, 4 de diciembre de 1969
De inmediato comenzaron los rumores. Unos dijeron que el avión maniobró para evitar chocar con otro avión que traía a Robert McNamara, ex secretario de Defensa de los Estados Unidos y en aquel momento presidente del Banco Mundial. Casualmente también, el ex presidente Raúl Leoni llegó poco antes a Maiquetía.
También mencionaron como posible causa, la contaminación del combustible surtido al avión en Maiquetía. Otros testigos dieron una versión mucho más audaz, dijeron que hubo una explosión en el aire.
El capitán José Cabezas de Aeropostal dijo que su avión iba a 2.000 pies por encima del avión de Air France declaró: “Vi la explosión que tuvo lugar cuando el avión chocó contra el mar”, dijo.
Juan Enrique Aranguren dijo a United Press International: “Vi caer la bola de fuego al mar, luego hubo dos llamas, una verde y otra amarilla”. Por su parte, José Sandoval dijo: “Escuché una explosión cuando la bola de fuego se estrelló contra el mar”. Agregó que él y Aranguren estaban a unas tres millas del accidente cuando ocurrió.
En las conversaciones entre la tripulación y la torre de control no sugieren indicios de incidentes: “No noté ninguna anomalía en el tono del piloto. No me dijo nada. No me di cuenta de que estaba nervioso, todo lo contrario ”, dijo un funcionario de la torre de control pocos minutos después del accidente. Esa misma noche, un télex de un inspector de la Autoridad de Aviación Civil habló de una “explosión en vuelo”.
Todo sucedió tan rápido que las autoridades quedaron perplejas. Lo que resulta insólito de este accidente, fue que nadie sospechó siquiera, que se acababa de producir un acto terrorista.
La investigación fue realizada por las autoridades francesas del Bureau d’enquêtes et d’Analyses pour la sécurité de l’aviation civile (BEA), debido a la nacionalidad del avión. El presidente de Air France llegó a Venezuela acompañado de 14 investigadores, siendo recibido por el ministro de Comunicaciones Ramón J. Velásquez y el director de Aeronáutica Civil, general Gregorio López García.
El procedimiento normal de investigación es que tras los análisis de la caja negra y los restos de la aeronave, se señalan las conclusiones para identificar las causas que produjeron el accidente, y posteriormente sean publicadas, de modo que las autoridades puedan aprender del suceso y tomar las medidas necesarias para evitar incidentes similares. Pero eso no ocurrió.
Las autoridades francesas inexplicablemente cerraron la investigación al público y la clasificaron como “secreto de estado”, impidiendo todo acceso a los archivos hasta el año 2029. Un halo de misterio comenzó a rodear todo el asunto.
La filtración
En agosto de 1970 en un informe filtrado a la prensa que fue enviado al Secretario General de Aviación Civil del Ministerio del Transporte francés, por el jefe de la Oficina de investigación de accidentes marcada con el sello de SECRETO de la DEFENSA, documento Nº 066 IGCA/EA S‑D solicitó al gobierno francés utilizar solamente la valija diplomática con las autoridades venezolanas, para establecer cualquier evidencia relacionada con rastros sospechosos encontrados en algunas piezas del fuselaje, sobre todo provenientes del tren principal izquierdo.
El 17 de noviembre de 1970, otros documentos filtrados del Laboratorio Central de Armamento de París confirmaron que se realizaron pruebas con acetona en determinadas partes como el fuselaje, el piso inferior de la escotilla de aterrizaje y el tren de aterrizaje.
En las partes vecinas del engranaje principal izquierdo se pudo demostrar la presencia de nitrocelulosa, nitroglicerina y un derivado nitro en forma de trazas que podrían provenir de la descomposición del dinitrotolueno o posiblemente del trinitrotolueno en la zona del pozo del tren de aterrizaje izquierdo. En otras palabras un poderoso explosivo.
En conclusión, en carta fechada el 27 de noviembre de 1970, el Jefe de la Inspección General de la Aviación Civil Francesa confirma en oficio que el análisis técnico realizado por los distintos laboratorios destacó una alta probabilidad de que la destrucción de la aeronave fuese atribuible a un acto doloso. Todo parece indicar que se cometió un atentado contra el avión de Air France.
El informe confidencial filtrado sobre el accidente
Estamos ante la presencia del primer atentado terrorista internacional cometido en territorio venezolano, algo increíble, pues este ha permanecido oculto durante 51 años
Las preguntas que nunca se se hicieron
Para la historia de Venezuela este acto terrorista nunca ocurrió, lo cual no quiere decir que el gobierno de Rafael Caldera no haya sido notificado al respecto.
- ¿Por qué se atentó contra una aeronave civil?
Lo primero que llama la atención es el secretismo hermético y el haber sepultado las conclusiones bajo un sello oficial de Secreto de Estado. ¿Qué es lo que no podemos saber?
- ¿Por qué nadie se hizo responsable?
Es un aspecto muy curioso pues regularmente los grupos terroristas reclaman la autoría de los atentados para hacerse propaganda y nadie se hizo responsable.
La voladura de aviones civiles que marcaría a sangre los años 70 y 80 aún no había comenzado, lo cual apunta a que quizás el acto de terrorismo no fue perpetrado por un grupo terrorista, sino por organismos de seguridad de algún país interesado. Esa hipótesis me lleva a la tercera pregunta:
- ¿A quién o a quiénes querían asesinar?
En la lista de pasajeros, están los posibles objetivos. Dos ciudadanos franceses: Euvremont Gène, secretario general del Partido Comunista de Guadalupe y Dolor Banidol, miembro del buró político del Partido Comunista de Martinica. Ambos regresaban de una conferencia internacional organizada por el Partido Comunista de Chile. Algo muy importante estaba por ocurrir en Chile, el comienzo de la campaña política que llevaría a la Presidencia a Salvador Allende.
Estos dos personajes, se reunieron con Allende, más un tercero, René Piquet, quien iba destinado a estar también en el avión, pero había salido de Santiago 24 horas antes que sus compañeros, para encontrarse con militantes clandestinos colombianos.
Los registros desclasificados de la CIA muestran que estaban siguiendo de cerca estos encuentros, muy preocupada por el avance electoral de socialistas y comunistas en las Américas.
Adicionalmente, el exsecretario general del Partido Comunista de Martinica, tras muchos años de silencio confesó que le habían pedido que no acudiera a este viaje por motivos de seguridad. En vez de eso, envió a su segundo de a bordo, Dolor Banidol para que fuese por él, prefiriendo sacrificar a su alfil.
4.¿Por qué el gobierno venezolano no reaccionó debidamente?
Todo indica que el gobierno venezolano estaba al tanto de los avances de la investigación. El hecho que un funcionario de la Interpol, viniera al país a indagar sobre el accidente, es algo que el gobierno no hubiese podido ignorar. Además tal como muestran los documentos, todo se manejó muy discretamente por vía diplomática para evitar que la prensa y el país se enteraran. Algo muy grande o incómodo se movía por detrás.
Ya entrando en el campo de la especulación, pues no queda otra forma hasta que los archivos sean desclasificados en el 2029, las razones para ocultar un incidente tan grave apuntan hacia una operación bien planificada para eliminar a alguien a bordo de la aeronave, bien sean los comunistas mencionados anteriormente, u otra persona a bordo.
El gobierno de Rafael Caldera muy probablemente fue compensado por haber permanecido en silencio. Tanto para el gobierno como para el gobierno francés de George Pompidou hubiese sido un vergonzoso escándalo internacional.
5.¿Quiénes estuvieron detrás del atentado?
Como en todo crimen existe un motivo, un autor intelectual y uno material. Esta es la parte más difícil de precisar, pues se requieren pruebas que en este caso han sido ocultadas al mundo y a los familiares de las víctimas. Para nadie es un secreto que en 1969 el mundo estaba en plena Guerra Fría.
Por un lado, el comunismo, aupado y financiado desde Moscú, pisoteaba a medio mundo, inventando revoluciones que terminaban negándole sus más elementales derechos a los ciudadanos. Y por el otro, los Estados Unidos y Europa sintiéndose en su derecho de resistir el comunismo promovieron guerras y golpes de estado para colocar dictadores que terminaban haciendo lo mismo que los regímenes comunistas.
Un panorama que ha cambiado de forma, más no de fondo. Pero no es posible acusar a nadie hasta no tener las pruebas. Los indicios e hipótesis no son suficientes para emitir un juicio justo sobre esta tragedia.
Los familiares de las víctimas aún presionan al gobierno exigiendo que liberen los archivos del accidente. En el 2017 un grupo de sindicatos franceses incluyendo el de los pilotos exigieron conocer la verdad. Y el año pasado al cumplirse 50 años de la tragedia volvieron a insistir ante el presidente Macron, quien dijo que haría lo posible por desclasificarlo. Hasta ahora este no ha ocurrido.
Mientras tanto, la respuesta sobre las razones por las cuales 62 personas fallecieron permanecen bajo llave, esperando un desenlace.