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El Archivo del Libertador estuvo a punto de desaparecer para siempre

 

Inés Quintero
Historiadora
Presidenta de la Academia Nacional de la Historia

Antes de morir, en su testamento, Simón Bolívar ordenó que todos sus papeles se quemaran. Allí estaban sus documentos, proclamas, cartas personales, oficios, decretos, discursos: el testimonio completo de su trayectoria pública y de sus asuntos privados


Sus albaceas des­obe­decieron su últi­ma vol­un­tad y, si bien los sal­varon del fuego, deci­dieron dividir­los en tres partes. Una se la quedó Daniel Flo­ren­cio O’Leary, otra se le entregó a Pedro Briceño Mén­dez y la ter­cera se la llevó Juan Fran­cis­co Martín.

Cada una tuvo un des­ti­no difer­ente, has­ta que, luego de las más diver­sas vicisi­tudes, se fueron reunien­do en Venezuela. La primera parte la tra­jo el hijo de O’Leary y se pub­licó en 32 tomos en tiem­pos de Guzmán Blan­co; la segun­da había ter­mi­na­do en Ale­ma­nia y fue ras­trea­da y adquirida.por el gob­ier­no vene­zolano en 1914; la ter­cera esta­ba en París en manos de los descen­di­entes de Marín, y regresó a nue­stro país en 1926.

Don Ángel Grisan­ti frente al escaparate de la Casa Natal que con­tenía la sec­ción “Memo­rias del Gen­er­al O´Leary” del Archi­vo del Lib­er­ta­dor (ima­gen toma­da del primer vol­u­men del Índice del Archivo)

Estas tres sec­ciones enrique­ci­das con muchos otros doc­u­men­tos se man­tu­vieron en la Casa Natal del Lib­er­ta­dor, su curador fue Vicente Lecu­na, quien estu­vo a car­go de su orga­ni­zación, encuader­nación y de pub­licar gran parte de los doc­u­men­tos. Luego de la muerte de Lecu­na (1954) y en las décadas sigu­ientes esta fab­u­losa colec­ción comen­zó a dete­ri­o­rarse, fue entonces cuan­do la Acad­e­mia Nacional de la His­to­ria se dedicó a hac­er las ges­tiones para su recuperación. 

En 1997 se logró que el Archi­vo del Lib­er­ta­dor fuese reg­istra­do en la Memo­ria del Mun­do, por la UNESCO y en enero de 1999 por decre­to pres­i­den­cial de Rafael Caldera se le otorgó la cus­to­dia. Con el apoyo del Ban­co Vene­zolano de Crédi­to se habil­itó una sede en la mis­ma calle de la Casa Natal y allí se man­tu­vo impeca­ble en unas insta­la­ciones expre­sa­mente acondi­cionadas para el res­guar­do y con­ser­vación de la colección. 

En el 2010 un decre­to del pres­i­dente Chávez ordenó que el Archi­vo del Lib­er­ta­dor y el de Fran­cis­co de Miran­da, tam­bién bajo cus­to­dia de la Acad­e­mia, fue­sen traslada­dos al Archi­vo Gen­er­al de la Nación, donde se encuen­tran en la actu­al­i­dad. Un tesoro.documental que es pat­ri­mo­nio de todo los venezolanos.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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