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EL IMPULSO: 109 años de memorias y cotidianidad periodística

Sede del diario EL IMPULSO 1925, úni­co edi­fi­cio de dos plan­tas en calle 25 entre 19 y 20


EL IMPULSO nació informando y formando. Fue desde el principio el cometido y la visión de don Federico Carmona aquellos años remotos de la aurora del siglo XIX



Sal­vador Macías, uno de nue­stros más sobre­salientes cro­nistas, apun­ta desposeí­do de lison­jas, que don Fed­eri­co “fue quizás, el peri­odista más pop­u­lar y desta­ca­do de su época en Caro­ra y unas cuan­tas mil­las a la redon­da. Fue el que más renom­bre con­quistó en su tiempo”.


Esta apre­ciación de Macías, es coin­ci­dente con otros cro­nistas y via­jeros que conocieron en per­sona la deter­mi­nación y el entu­si­as­mo de don Fed­eri­co y su magna empre­sa de tin­ta y papel.


“Vivir del peri­odis­mo y para el peri­odis­mo”, desta­ca Macías, en ref­er­en­cia al modo de exi­s­tir de don Fed­eri­co, en una de sus cróni­cas, pub­li­cadas en var­ios medios impre­sos de Barquisimeto.


“Él, jun­to a su esposa doña Fran­cis­ca Figueroa, y her­manos, avi­zoró un rum­bo para el impre­so, trasladán­do­lo luego de un tiem­po, para la ciu­dad cap­i­tal” (Bar­quisime­to), idea que ali­men­ta­ron en incon­ta­bles con­ver­sa­ciones a la luz de las velas.


La ren­o­vación de la empre­sa  de tin­ta y papel


“… Nos mudamos (a Bar­quisime­to) para ren­o­varnos y ren­o­varse equiv­ale a vivir dos veces” ano­taría don Fed­eri­co en sus Memorias.


Las ano­ta­ciones para estas cróni­cas, apun­ta Macías, las escuché de labios de mi padre y del pro­pio Guiller­mo Morón, capitán y com­pañero de via­je durante esta trav­es­ía centenaria.


Pero no llegó a imag­i­narse don Fed­eri­co, que en el tran­scur­rir del tiem­po, su empre­sa de tin­ta y papel, se con­ver­tiría en una escuela de peri­odis­mo que hoy cobra vigen­cia alcan­zan­do ya los 109 años de historia.


Entre 1944 y 1948, EL IMPULSO tenía su sede en la calle Com­er­cio (aveni­da 20) entre calles 26 y 27 y su “redac­ción esta­ba integra­da por hom­bres muy jóvenes y muy tal­en­tosos como: Luis Fer­nán­dez Yépez, Luis Oropeza Vásquez, Andrés Rafael Chávez, José Her­rera Oropeza, Amador Came­jo Octavio, licen­ci­a­do en peri­odis­mo, redac­tor de la colum­na ‘Ven­tanales’; y por supuesto Guiller­mo Morón, reportero quien fungía a la vez como direc­tor jefe de la Redacción.


“La noti­cia se pro­duce y nadie tiene por qué matar­la o asfix­i­ar­la antes de tiem­po. La infor­ma­ción se desplaza, no se empu­ja; se desnu­da, pero no se cor­rompe. Es bueno que sea clara como el agua, desnu­da como una lágri­ma”, evo­caría con fre­cuen­cia Morón a sus dili­gentes peri­odis­tas, oración inde­struc­tible que aprendieron a predicar aque­l­los per­son­ajes con devoción.

La primera imprenta mod­er­na de EL IMPULSO



La infor­ma­ción desnu­da  de EL IMPULSO


El 30 de octubre de 1955, EL IMPULSO desta­ca entre sus múlti­ples infor­ma­ciones, una real­i­dad que espan­ta a la población bar­quisimetana y gol­pea el bol­sil­lo popular.


I.E. Lame­da Acos­ta, en su colum­na ‘Claraboya’ escribe con trans­paren­cia: “Entre expre­siones de incon­formi­dad y de eno­jo, unidas e incon­tenibles que­jas y protes­tas, se ha esta­do man­i­fe­s­tando gran parte de nues­tra colec­tivi­dad con moti­vo de los actuales cobros por el ser­vi­cio de acue­duc­to presta­do por el sis­tema de medi­dores… Ver­dadera­mente que es alar­mante lo que está ocur­rien­do y que esto tiene a todos sum­i­dos en tremen­do temores y en el más grande estupor.


No es, des­de luego, para menos, el hecho de saber, que a numerosísi­mas famil­ias que has­ta ayer nomás paga­ban seis bolí­vares men­su­ales por el ser­vi­cio de agua, actual­mente se les esté cobran­do 50, 60, 70, 80 y has­ta 100 mil bolí­vares por mes”.


Mae­stros de periodistas


Reseña Macías, que don Fed­eri­co fue mae­stro de peri­odis­tas en sus remo­tos años.
“Sus dis­cípu­los más cer­canos fueron sus hijos Juan Jesús y mi padre Eli­gio Macías Mujíca”.


En el plano internacional 


En sus cróni­cas, Macías rela­ta, que EL IMPULSO con menos de cin­co años de fun­da­do, “ya entra­ba en el plano noti­cioso, no sólo a escala region­al, sino inter­na­cional, desta­can­do entre sus pági­nas, la guer­ra ruso-japonesa”.
“En las prin­ci­pales pági­nas, se enter­aron los vene­zolanos quién era el coman­dante en jefe del Ejérci­to japonés que ocupó a Puer­to Arturo, por entonces la man­zana de la dis­cor­dia. Supi­mos del men­saje del Mika­do al gen­er­al Stoes­sel, intimidán­do­lo a la ren­di­ción”, escribe Macías.


Fotos: Colec­ción Tito Mendoza




GALERÍA

Encabeza­do de EL IMPULSO 1906

A1 de EL IMPULSO en 1927

Primera pági­na de EL IMPULSO 1910

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Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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