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El Sitio de Cabudare

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y escritor
luisalbertoperozopadua@gmail.com
En Twitter: @LuisPerozoPadua

El 27 de enero de 1818, que es la antesala inmediata a la creación de la Parroquia Religiosa, tiene el significado de ser el día en donde los fieles, los vecinos, suscribieron un documento con el propósito de dejar por sentado que se congregaron en un solar de Cabudare, para definir la construcción del templo matriz, la plaza mayor


En la relación de la visi­ta pas­toral del obis­po Mar­i­ano Martí, prela­do de la Dióce­sis de Venezuela, que llegó a Bar­quisime­to en mar­zo de 1779, men­ciona “el sitio que lla­man Cabu­dare, el cual debería de ten­er ya un reg­u­lar número de habitantes”.

Esta impor­tante población del esta­do Lara, encru­ci­ja­da de caminos, no tuvo fun­dación his­pana, ni tam­poco un poblamien­to por decre­to. Al cumplirse 203 años de su defin­i­ti­vo poblamien­to, rig­urosas inves­ti­ga­ciones demues­tran que cre­ció progresivamente.

Las fun­da­ciones his­panas fueron un acto ofi­cial, un “rit­u­al” español, que se reg­is­traron en actas, que eran doc­u­men­tos for­males, y en aque­l­la remo­ta época, un escrib­ano deja­ba tes­ti­mo­nio escrito del poblamien­to, con defini­ción de los límites, iden­ti­ficán­do­los, en donde tam­bién se nom­bra­ba a un juez poblador como por ejem­p­lo el caso del gob­er­nador Fran­cis­co de la Hoz Berrío, quien coor­dina­ba todas y cada una de las acciones a seguir para que el acto se inmortalizara.

En el caso que nos ocu­pa, varias famil­ias antes dis­per­sas en la zona fér­til del Valle del río Tur­bio, venidas de San­ta Rosa del Cer­ri­to o de Bar­quisime­to y otros lugares, se reunieron en un sitio prin­ci­pal, donde surge el actu­al cen­tro de Cabudare.

Capil­la San­ta Bár­bara de Cabu­dare. Cir­ca 1920

El obis­po vis­itó var­ios “sitios”

De vital impor­tan­cia para Cabu­dare, fue la Visi­ta Pas­toral del Obis­po Mon­señor Mar­i­ano Martí quien, con­sideran­do el con­tin­uo crec­imien­to de la población, la activi­dad agrí­co­la de su gente, el com­er­cio y la impor­tan­cia del lugar como “puer­ta de los llanos”, vio la necesi­dad de crear allí una nue­va parroquia.

El 19 de febrero de 1779, el prela­do estu­vo en Las Cojobas, ‑lo que hoy es parte del Fuerte Terepaima‑, vis­i­tan­do la capil­la u ora­to­rio, estable­ci­da bajo la advo­cación de la Madre de Dios de la Con­cep­ción. Esta hacien­da exis­tió des­de 1625. De allí pasó a Bureche, en donde Don Luis de Alvara­do, padre del Alférez Real de Bar­quisime­to, Juan José Alvara­do de la Par­ra, disponía de una hacien­da y un ora­to­rio ‑sitio en la actu­al car­retera vie­ja hacia Yaritagua‑, toman­do nota del esta­do de las capil­las y orde­nan­do a los propi­etar­ios las respec­ti­vas mejoras.

En su itin­er­ario se especi­fi­ca que el obis­po pasó de Bureche al Pueblo del Cer­ri­to de San­ta Rosa y al sigu­iente día, per­noc­tó en Cabu­dare, (sitio perteneciente a la Par­ro­quia de San­ta Rosa), en donde revisó los pre­dios y solares, y se reunió con los veci­nos, quienes habían intro­duci­do una solic­i­tud para la erec­ción del nue­vo cura­to con la inten­ción de sep­a­rarse de la par­ro­quia San­ta Rosa.

El cen­so que lev­an­tó Martí arro­jó 3.344 almas en la par­ro­quia de San­ta Rosa, de las cuales, la gran may­oría hab­it­a­ban los solares dis­puestos del río Tur­bio y Claro hacía el sitio de Cabudare.

Así el 3 de octubre de 1785, a través de un Auto, se decretó el nue­vo cura­to con sede en el sitio de Cabu­dare. Pero la erec­ción de la par­ro­quia no se pudo conc­re­tar de inmedi­a­to, pues las tramita­ciones de la Ley del Patrona­to Ecle­siás­ti­co de España eran largas y burocráticas.

Tem­p­lo San Juan Bautista de Cabudare

El primer templo 

En 1793, don Juan José Alvara­do de la Par­ra, rico propi­etario del Valle de Tur­bio y alférez real del cabil­do de Bar­quisime­to, (real­ista), por sug­eren­cia del obis­po de Cara­cas Mar­i­ano Martí, solic­itó per­miso ante el despa­cho dioce­sano de Cara­cas, con el propósi­to de con­stru­ir un espa­cio ade­cua­do “para el cul­ti­vo de la fe” y así fue otorgado.

Pero no se con­stru­irá este her­mosísi­mo ora­to­rio bajo la advo­cación de San­ta Bár­bara, sino cua­tro años después, en 1797. Fue entonces cuan­do los habi­tantes del sitio de Cabu­dare comen­zaron a con­gre­garse los domin­gos y días de fies­ta, en el ora­to­rio, primer tem­p­lo de la comar­ca y del sitio.          

No obstante, el hor­ren­do suce­so del 26 de mar­zo de 1812 hizo sucumbir el ora­to­rio reducién­do­lo a sim­ples ruinas, y de segui­da tan­to los veci­nos como la famil­ia Alvara­do de la Par­ra, lev­an­taron un tinglado de techo de tamo y pare­des de bahareque, para pros­eguir con el cul­to al Señor, pero no lograron la mis­ma recep­tivi­dad, lo que implic­a­ba que la gente debía trasladarse has­ta la igle­sia de San­ta Rosa, cuan­do los ríos Tur­bio y Claro no esta­ban crecidos.

Sin duda, aquel hecho sirvió de base para que en 1817 (trein­ta y dos años después) los hacen­da­dos de Cabu­dare insistier­an en sus solic­i­tudes ante las autoridades.

En la segun­da quin­ce­na de noviem­bre de 1817, los veci­nos del sitio de Cabu­dare reci­bieron la bue­na nue­va, que esta­ba pron­to a eri­girse la creación de la Par­ro­quia Ecle­siás­ti­ca y la con­struc­ción de su tem­p­lo mayor.

Mon­u­men­to Cruz Sal­vado­ra de Cabu­dare. Foto Tomás Alvara­do 1990

Los límites del nuevo poblado

El 27 de enero de 1818, que es la ante­sala inmedi­a­ta a la creación de la Par­ro­quia Reli­giosa, tiene el sig­nifi­ca­do de ser el día en donde los fieles, los veci­nos, suscri­bieron un doc­u­men­to con el propósi­to de dejar por sen­ta­do que se con­gre­garon en un solar de Cabu­dare, para definir la con­struc­ción del tem­p­lo matriz, la plaza may­or, y en torno a estas, pros­eguir con el crec­imien­to de la futu­ra ciu­dad, más allá de las con­se­cuen­cias legales que ello pudo gener­ar y que gener­aron, porque el man­do del gen­er­al real­ista Pablo Moril­lo, se aper­sonó a esta tier­ra y ordenó cer­rar los com­er­cios, pero ya Cabu­dare había nacido.

Pese a los anh­e­los de los cabu­dareños de ser recono­ci­dos como pueblo, en 1826, los com­er­ciantes de Bar­quisime­to actu­aron, tras basti­dores, para que Cabu­dare no alcan­zara la jer­ar­quía de pueblo.

El Boletín del Cen­tro de His­to­ria Larense de abril, mayo y junio de 1944, cita que los veci­nos de Cabu­dare se reunieron el 27 de enero de 1818, con “la jun­ta ple­nar­ia” integra­da por el doc­tor Juan de Muji­ca, cura de San­ta Rosa, los dos curas de Bar­quisime­to, pres­bíteros bachiller Sebastián Bueno y José Anto­nio Meleán, el Alférez Real Juan José Alvara­do de la Par­ra y el padre Andrés Tor­rel­las, que rubricó el acta de demar­cación “orde­na­da por el señor gob­er­nador de este obis­pa­do, pro­ced­i­mos a recono­cer el ter­reno que debía desmem­brarse –de San­ta Rosa- para la creación de la nue­va parroquia”.

Al final del doc­u­men­to se acen­túa que esta “será la exten­sión par­ro­quial del nue­vo cura­to de Cabu­dare y sus límites, los mis­mos que quedan men­ciona­dos, en cuya operación no man­i­fes­taron oposi­ción algu­na los señores curas y se con­for­maron en todo con la expre­sa­da demarcación”.

En el sitio se clavó una cruz como señal de que allí se insta­laría el poder reli­gioso y así quedó escrito y fir­ma­do, el 27 de enero de 1818. Es así entonces como Cabu­dare surgió, entre la Capil­la San­ta Bár­bara y el tem­p­lo matriz San Juan Bautista, bajo la advo­cación de la Vir­gen de La Candelaria.


Fotos: Archivo Julio Álvarez Casamayor
Fuente: Entre Crónicas, viaje a la Venezuela histórica. Luis Alberto Perozo Padua. Fundación Buría-Editorial Palibrio, Bloomington, Indiana 2020
Sitio en Internet: www.CorreodeLara.com

CorreodeLara

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