El terremoto del 26 de marzo de 1812 y el municipio Palavecino
Yolanda Aris
Cronista Oficial de municipio Palavecino
arisyoli1@yahoo.es
Es importante recordar que, en 1810, el 19 de abril, fecha en que se había producido en Caracas, el acto de insubordinación contra la monarquía española y la renuncia del capitán General Juan Vicente Emparan, fue un Jueves Santo.
Dos años después, en 1812, los sacerdotes preparaban la realización de los actos con motivo de la Semana Santa, y el Jueves Santo, se celebró el 26 de marzo.
Precisamente ese día, a las 4.15 de la tarde, aproximadamente, la tierra se estremeció en las principales ciudades venezolanas que apoyaban la independencia: Caracas, La Guaira, Mérida, El Tocuyo, San Felipe, Barquisimeto y Cabudare, entre otras; causando aproximadamente 10.000 muertos. Suceso que aprovecharon algunos religiosos para señalar que era un castigo de Dios por revelarse contra el Rey y su autoridad.
Así lo menciona el Dr. Francisco Xavier de Narvarte, Cura y Vicario de la ciudad de Valencia cuando dice:
¨…El terremoto del 26 por la tarde, y los sucesivos, han aterrorizado vuestros ánimos y contristado vuestras conciencias… Y agrega: ¨…Males de otra especie más trascendentales y deshonrosos para nosotros, nos amenazan, porque la superstición y la estupidez, interpretando torcidamente las calamidades presentes, se dexa arrastrar de la seducción, y la perfidia…¨ (Gazeta de Caracas. No. IV. Sábado 2 de mayo de 1812, 2o. de la Independencia.)
De allí que Simón Bolívar, para combatir estas ideas de desaliento, pronunció las siguientes palabras en la Plaza de San Jacinto en Caracas: ¨Si se opone la naturaleza a nuestros designios, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca¨.
Sin embargo, hay que destacar, que no todos los sacerdotes apoyaron las ideas realistas; una importante lista de ellos estuvieron a favor de la lucha patriota; basta revisar el trabajo de Manuel Landaeta Rosales, Sacerdotes que sirvieron a la causa de la Independencia de Venezuela, de 1797 a 1823.
Señala Luis Alberto Perozo Padua, que en Barquisimeto casi todas las edificaciones se vinieron al suelo, o se vieron grandemente afectadas, incluyendo las iglesias de la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de La Paz, Altagracia, San Juan, San Francisco y su convento; con la excepción ¨… de unos siete inmuebles ubicados en las proximidades de la Plaza Mayor (hoy Plaza Lara), entre ellos la casa de las Silveira, y otra de dos pisos ubicada frente a la Iglesia La Concepción la cual funcionó como Palacio Episcopal¨. (El tenebroso terremoto del 26 de marzo de 1812. CorreodeLara)
En el caso de Cabudare, se tiene la referencia, que el Oratorio de Santa Bárbara, propiedad del Alférez Real Juan José Alvarado de la Parra, recién construido en los años siguientes a 1797, quedó derruido.
De igual manera, en marzo de 1812, el capitán Realista Domingo de Monteverde había llegado a Coro, para iniciar la recuperación del territorio venezolano para la monarquía española y para restaurar el orden, ante la renuncia del Capitán General Juan Vicente Emparan y los hechos del 19 de abril de 1810. Avanzó desde Coro, ciudad que mantenía su apoyo a la Corona, acompañado del Padre Andrés Torrellas, y con el apoyo de Siquisique, logró someter a Baragua y Carora, pero antes de llegar a Barquisimeto, el día 26 de marzo de 1812, ocurrió el terremoto, que destruyó las principales ciudades patriotas.
Monteverde entró a Barquisimeto el 7 de abril, sin resistencia, ya que los pocos soldados republicanos que sobrevivieron al sismo, salvándose de quedar sepultados entre las ruinas del cuartel; emigraron por el camino de Cabudare, ante el avance del jefe Realista, luego de los desmanes perpetrados en Baragua y Carora.
Pero debido a la cantidad de muertos, los malos olores, y el riesgo de enfermarse, decidió instalarse ese día en Cabudare, donde había menos daños porque la población era menor y más dispersa, y estableció allí su cuartel general, donde permaneció hasta mediados de abril.
Monteverde, emprendió una política de persecución, terror, expropiación de bienes y cárcel, contra todos los que habían apoyado al Marqués del Toro, a la causa republicana e independentista, y a las ideas patriotas en estos espacios geográficos; entre ellos, Bernabé Planas, quien veinte años más tarde, sería el primer gobernador de la Provincia de Barquisimeto creada en 1832.
Nombró al propietario del Oratorio Santa Bárbara, Alférez Real Juan José de Alvarado, teniente de Justicia Mayor, quien sometió a juicio a su propio hermano, Domingo de Alvarado, por haber suscrito la Declaración de Independencia que dictó el Ayuntamiento de Barquisimeto el 18 de mayo 1811, y como diputado al Congreso Nacional de 1811, haber firmado la Constitución aprobada ese año; enviándolo preso a Puerto Rico donde murió. (Lino Iribarren Celis. La Guerra de Independencia en el estado Lara. p. 115).
Debe recordarse, que el Ayuntamiento de la Provincia de Barquisimeto, en rebelión contra el dominio colonial y a favor de la República, había suscrito el 6 de mayo de 1810, su apoyo a la recién creada Junta Suprema de Caracas, subordinándose en lo político, militar y administrativo.
En junio de 1810, se le había dado apoyo al Ejército Expedicionario del Marqués del Toro, cuando pasó por estas tierras, y muchos pobladores se habían incorporado a su ejército, entre ellos el cabudareño Cristóbal Palavecino. (Lino Iribarren Celis. La Guerra de Independencia en el Estado Lara. p. 74).
Además, había declarado la Independencia, el 18 de mayo de 1811, dos meses antes que Caracas; es decir, que había un ambiente, un sentimiento y una mentalidad en buena parte de la población, que apoyaba las ideas de libertad e independencia. Esa actuación fue castigada por Monteverde, quien finalmente, logró la capitulación de Francisco de Miranda, el 25 de julio de 1812, y asumió la Capitanía General, perdiéndose la I República.
Domingo de Monteverde, restauró las autoridades realistas en Barquisimeto designando a Don Juan de Amaral y Don José María Vásquez, como alcaldes de primera y segunda elección; y, ¨…reforzada su expedición en Cabudare, especialmente con los elementos de guerra desenterrados por Mármol en las ruinas del cuartel…¨, emprendió desde esta población su ofensiva hacia el centro del país. (Lino Iribarren Celis. p. 117)
De acuerdo con Ambrosio Perera: ¨ sancionó un decreto de muerte contra el sitio de Cabudare, que ya ha debido estar algo poblado…¨ para evitar su crecimiento económico y poblacional. (Historia de la Organización de los Pueblos Antiguos de Venezuela. Tomo II. p. 79)
De esta manera, Cabudare resultó doblemente afectada: por una parte, la destrucción provocada por el terremoto, con sus consecuencias económicas, sociales y sanitarias, y por otra, la actuación política y militar de Monteverde contra este poblado y sus habitantes.
Fuentes consultadas Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Gaceta de Caracas. 9 julio 1811 – 1 de abril 1813. Tomo III. Bicentenario de Simón Bolívar 1783-1983. Caracas, 1983. (Gazeta de Caracas. No. IV. Del sábado 2 de mayo de 1812, 2o de la Independencia.) S/ P Iribarren Celis, Lino. La Guerra de Independencia en el Estado Lara. Ediciones del Gobierno del Estado Lara. Fundacultura. Colección Autores Larenses. Barquisimeto, 1994. 210 p. Landaeta Rosales, Manuel. Sacerdotes que sirvieron a la causa de la Independencia de Venezuela, de 1797 a 1823. Tip. Emp. El Cojo. Caracas, 1911. 25 p. Perera, Doctor Ambrosio. Historia de la Organización de los Pueblos Antiguos de Venezuela. Génesis, proceso y consolidación de pueblos venezolanos. Pueblos Coloniales de Barquisimeto, El Tocuyo, Carora, San Felipe y Nirgua. Madrid. 1964. 245 p. Perozo Padua, Luis Alberto. El Tenebroso Terremoto del 26 de marzo de 1812. En: Correo de Lara.