El Tirano Aguirre pasó por Yaracuy
Mario R. Tovar G.
Historiador y biógrafo
Yaracuy.mtovar60@hotmail.com
“Como un caso de original rebeldía presentase en nuestra historia
el vizcaíno Lope de Aguirre (…) era un psicópata de complejas
reacciones y un ejemplo de absurda temeridad”.
Manuel Vicente Magallanes (1973)
A tierras americanas llega como soldado Lope de Aguirre a Cartagena de Indias, donde se establece por algún tiempo, luego pasa a Panamá para dedicarse a la curtiembre de cueros y más tarde se dirige al Perú a desempeñar el cargo de regidor; pero su nombramiento quedó sin efecto cuando Almagro fue derrotado por Pizarro, tras lo cual Aguirre tomó el oficio de domador de potros y preparador de caballos.
Aun cuando esta ocupación le daba para vivir honestamente, le gustaba participar en motines y levantamientos que le valieron condenas a muerte, de las que milagrosamente lograba salvarse.
Luego, viaja a Guatemala y más tarde a Cartagena, lugar desde donde regresa derrotado al Perú, pero reincide en faltas graves que le llevan a ser condenado por un juez a 200 latigazos en una plaza pública; afrenta a la que jura vengarse asesinando a dicho juez y tras ello, pasa a esconderse en una cueva durante un año, de la cual sale para sumarse a nuevas rebeliones, hasta que decide unirse a una expedición que comandaba Pedro de Ursúa en busca del mítico Dorado, en el país de los Omeguas.
No obstante, al poco tiempo, asesina a Ursúa, se declara jefe absoluto y en adelante deja a su paso una estela de crímenes y demás atrocidades.
En tierras venezolanas
Al correr de los días, Lope de Aguirre viaja a Margarita y luego a Borburata, donde publica un bando por el que desconocía al Rey de Castilla, declarando una guerra cruel a sus vasallos.
Posteriormente siguió viaje hasta Valencia, al frente de sus soldados maroñeros; sitio en el que dura 15 días causando muerte y destrucción, tras lo cual tomó el camino hacia Nirgua para dirigirse a Barquisimeto, en su ruta hacia los Andes; pero antes mata a uno de sus soldados llamado Sahagún, por haberlo encontrado con un rosario en las manos.
Con esta cruel despedida, sale para Barquisimeto por el camino que corta la Serranía de Nirgua, donde habitaban los aguerridos Jirajaras y según José Oviedo y Baños (1723), mientras Aguirre caminaba por las Serranías de Nirgua con muchas incomodidades por las asperezas del terreno y el tesón de las lluvias, daba motivo a que su lengua sacrílega abortara mil blasfemias.
Al poco tiempo llega al río Yaracuy y al Valle de las Damas, donde lo vieron los centinelas enemigos que estaban en Barquisimeto, los cuales dieron la alarma, pidiendo refuerzos de El Tocuyo y de Mérida para enfrentarlo.
Finalmente, Aguirre asesina a su hija que le acompañaba al verse rodeado, lo que originó la deserción de sus marañones, quienes se pasan al otro bando dando vivas al Rey y por último lo apresan, ajusticiándolo en el acto; concluyendo así el sangriento paso de Lope de Aguirre, por estas tierras de la depresión Turbio.