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Franco Medina en la cultura musical barquisimetana

Omar Garmendia
Cronista y escritor

Entre los discípulos más aventajados de don Eligio Torrealba estuvo Francisco de Paula Medina, mejor conocido como Franco Medina, quien inició sus estudios de violín a la edad de cinco años


Fran­cis­co de Paula Med­i­na Jiménez nació en Bar­quisime­to el 30 de mar­zo de 1874 y muere en Milán, Italia, en noviem­bre de 1960. Sus padres fueron Don Loren­zo Med­i­na y Doña Isido­ra Jiménez. Vivió en Bar­quisime­to en la Aveni­da 20 (antigua calle del Com­er­cio) con calle 27.

Hubo la cir­cun­stan­cia de ten­er que fab­ricar un instru­men­to espe­cial que se adap­tara a sus pequeñas manos infan­tiles. Ese vio­lín lo elaboró el pres­bítero San­tos Valen­zuela Sil­va, cura de la igle­sia La Con­cep­ción, qui­boreño de nacimien­to, pin­tor, escul­tor y pro­fe­sor de Bel­las Artes en el Cole­gio San Agustín. 

A los seis meses de estu­dios, el pequeño prodi­gio ofre­ció su primer concier­to en el cole­gio de don Pedro Andrade y fue todo un acon­tec­imien­to artís­ti­co en la ciu­dad. Med­i­na efec­tuó estu­dios de bachiller­a­to en el Cole­gio Nacional de Bar­quisime­to y luego de med­i­c­i­na, en cuyo cur­so logró hac­er has­ta el quin­to año. Pero el may­or anh­elo de su vida era el de dedi­carse a la música.

En 1896 se pre­sen­tó en el Cole­gio Fed­er­al en concier­to donde tam­bién par­tic­i­paron artis­tas de renom­bre como Berenice Álamo, Tri­na Fréytez y Romelia Lépez, exce­lentes pianistas; Otilio Ramos en la flau­ta y Vir­gilio Sotel­do, che­lista. Acom­pañó con su exquisi­ta voz Adri­ana Álamo.

Cole­gio Nacional de Barquisimeto

Al per­fec­cionar sus estu­dios musi­cales, Med­i­na via­jó a Italia en el año de 1900, con una pen­sión del gob­ier­no del gen­er­al Cipri­ano Cas­tro. A su lle­ga­da a Milán, sucedió que el Con­ser­va­to­rio de Músi­ca ya no admitía más alum­nos, pero hicieron una excep­ción con él, sometién­do­lo a rig­urosos exámenes y prue­bas donde eje­cutó difí­ciles tro­zos musi­cales. Ante el asom­bro del jura­do des­ig­na­do, este optó por acep­tar­lo dada su exten­sa cul­tura musi­cal, adquiri­da total­mente en esa pequeña ciu­dad de entonces que era Barquisimeto.

Fran­co Med­i­na, 1936

A los cin­co años de estu­dios, ya Med­i­na tenía estable­ci­da una Escuela de Músi­ca, al frente de la cual estu­vo durante 25 años. Ya se había dado a cono­cer en los cír­cu­los musi­cales europeos como famoso eje­cu­tante de vio­lín, ped­a­gogo, com­pos­i­tor y direc­tor de orques­tas operáti­cas y sin­fóni­cas. En 1908 obtu­vo un pre­mio por el tex­to de su “Meto­do prac­ti­co per lo estu­dio del vio­li­no, de Fran­co Medina”.

El mae­stro Fran­co Med­i­na volvió a Venezuela en 1926 y 1930, año este últi­mo cuan­do fuera nom­bra­do direc­tor de la Escuela de Músi­ca y Decla­mación de Cara­cas, car­go que man­tu­vo por espa­cio de tres años. A Bar­quisime­to vino en 1933 y fundó su Escuela “Nico­lo Pagani­ni”. En 1940 asume la direc­ción de la Escuela del Esta­do. Regresó a Italia, fal­l­e­cien­do en Milán en 1960, donde aún reposan sus restos.

Entre sus obras y com­posi­ciones musi­cales fig­u­ran óperas, músi­ca de cámara, de concier­to, un Poe­ma Sin­fóni­co-Coral escrito para el primer cen­te­nario de la muerte del Lib­er­ta­dor. Tam­bién tran­scribió para vio­lín y piano obras basadas en temas fol­clóri­cos como “Dámele Betún”, “La Per­i­ca” y temas indí­ge­nas como su “Dan­za del Caroní”.

Omar Garmendia

Escritor. Ensayista. Cronista de libre ejercicio. Profesor Titular UCLA, Doctor en Educación y Magister Scientiarum en Lingüística blogculturaomar.blogspot.com

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