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Héctor Rojas Meza

 

Yolanda Aris
Cronista Oficial del Municipio Palavecino
www.cronistaoficialdepalavecino.blogspot.com

 

Nació en Los Rastrojos el 29 de mayo de 1888. Sus padres fueron Lisandro Rojas y Mauricia Meza. Realizó sus estudios de primaria en Los Rastrojos con el maestro Andrés María Verde y luego en Cabudare con el maestro Luis Arzaga. Casó con Marcolina Valvuena Corita, de cuya unión nacieron Pompeyo, Pedro, Edgar, Adda, Dante y Blanca; y  al enviudar casó dos veces más. Murió en Cabudare el 27 de diciembre de 1954


Fue un hom­bre polifacéti­co, fue edu­cador, músi­co, pin­tor, poeta, peri­odista, ejer­ció var­ios car­gos públi­cos y se dedicó a la cul­tura. Su vida tran­scur­rió entre el final del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Fue tes­ti­go del paso de una Venezuela rur­al car­ga­da de grandes luchas y cam­bios políti­cos, económi­cos, sociales y cul­tur­ales; a la nue­va Venezuela urbana que bus­ca­ba dejar atrás gob­ier­nos mil­itares caudil­lis­tas, para alcan­zar for­mas de gob­ier­no más democráticos.

Ejer­ció como mae­stro de escuela durante 30 años. En 1905 fundó una escuela pri­va­da en Cabu­dare. Impar­tió la docen­cia en una escuela en Los Ras­tro­jos, y para­le­la­mente, dicta­ba clases en la escuela Eze­quiel Bujan­da, decana de las escue­las en Palave­ci­no, donde recibía un salario de cuarenta y cin­co bolí­vares men­su­ales. Pro­movió la creación de la escuela noc­tur­na Mon­señor Ponte en Cabu­dare entre los años 1930 y 1934. Fue miem­bro prin­ci­pal del Jura­do Exam­i­nador de las escue­las del entonces munici­pio Cabu­dare. Muchos cabu­dareños aprendieron a leer y escribir en un cen­tro de enseñan­zas para obreros fun­da­do por Rojas Meza, en los años del Palave­ci­no rural.

Como músi­co, toca­ba el órgano en la cat­e­dral de Bar­quisime­to durante las cer­e­mo­nias reli­giosas. Tam­bién dom­inó la gui­tar­ra. Escribió varias piezas musi­cales y los him­nos de las escue­las Lara y Eze­quiel Bujanda.


Como pin­tor, dejó paisajes y retratos. Entre sus obras se recuer­dan: Autore­tra­to, Soroas­tro, Entra­da a Cabu­dare, Bolí­var y el tiempo


Como poeta, en  1916 pub­licó su primera obra Arpe­gio, com­pues­ta por 15 poe­mas. Fue pre­mi­a­do en 1918 por su Can­to a la Raza. Recibió pre­mios igual­mente por  Evan­ge­lio en 1922; Poe­ma Inmor­talAcrós­ti­co Flo­ral en 1924. Fue ami­go de la poet­i­sa yaracuyana Inés Lucía Yépez. Dedicó numerosos poe­mas a su tier­ra natal, como LOA, Can­to a Cabu­dare y Dr. Eze­quiel Bujan­da, así como las muchas con­fer­en­cias que pro­nun­ció en fechas célebres.

Fue Juez del Munici­pio Palave­ci­no, Jefe civ­il de los Ras­tro­jos en 1944; tra­ba­jó en la Renta de Licores del esta­do Lara; y fue Con­ce­jal del Munici­pio Palave­ci­no por var­ios años.

Des­de 1905, Héc­tor Rojas Meza,  estará pre­sente en todas las activi­dades cul­tur­ales que  se orga­ni­zaron en Cabu­dare has­ta su muerte en 1954.

De pie a la derecha Héc­tor Rojas Meza y cua­tro de sus hijos Pom­peyo, Blan­ca, Ada y Dante. LAPP

Héc­tor Rojas Meza no sólo se dedicó a lo cul­tur­al, en 1918, ante la grave epi­demia de la gripe españo­la que diezma­ba la población de Europa, y que afec­tó grave­mente a Venezuela,  se incor­poró asid­u­a­mente como enfer­mero ad hon­orem, para com­bat­ir la prob­lemáti­ca, inyecta­ba, pro­por­ciona­ba med­i­c­i­nas y ali­menta­ba y cuid­a­ba del aseo per­son­al de los mori­bun­dos  y enfer­mos en un dis­pen­sario impro­visa­do que llamó Sagra­da Famil­ia.

Como peri­odista: con tan sólo diecin­ueve años fundó y fue respon­s­able de la redac­ción de un quin­ce­nario tit­u­la­do Las Tijeras que cir­culó en 1907. Su pro­duc­ción fue abun­dante ya que encon­tramos sus artícu­los y poe­mas en  per­iódi­cos como El Cojo Ilustra­do, pub­li­cación caraque­ña; en El Excel­sior, medio de comu­ni­cación de la sociedad lit­er­aria La Salle; El Agrónomo, en su segun­da eta­pa, dirigi­do por Don José María Ponte; en el sem­a­nario Ade­lante, el Ara­do, El Titir­i­jí y La Revista Lara (órgano ofi­cial del Ejec­u­ti­vo larense) en El Glad­i­ador, diario de Yaritagua; en  Ecos Cabu­dareños y el Mioso­tis.  Escribió para El Impul­so, dirigió las revis­tas Pueblo y Unión, edi­ciones ambas del club Unión de Bar­quisime­to en 1933. Colaboró en la Quin­ce­na Lit­er­aria de El Tocuyo.

En hom­e­na­je a su desta­ca­da labor docente, la Escuela Gran­ja,  un insti­tu­to de edu­cación secun­daria y la bib­liote­ca munic­i­pal que fun­cio­nan en la ciu­dad de Cabu­dare, osten­tan su nom­bre, como mere­ci­do reconocimiento.


Fuentes con­sul­tadas
Bib­li­ográ­fi­cas
Querales, Ramón. Bib­li­ografía y Hemero­grafía del Esta­do Lara. 1557–1983. V. II. Gob­er­nación del esta­do Lara. Insti­tu­to Autónomo de Bib­liote­ca Nacional y Ser­vi­cios de Bib­liote­ca. Cara­cas, 1986. 1377 p.
Rodríguez Gar­cía, Tay­lor. Don Héc­tor Fer­di­nan­do Rojas Meza. El últi­mo Enci­clo­pe­dista de Cabu­dare. En: El Kabu­dari. Órgano divul­ga­ti­vo de la Cul­tura de Palave­ci­no. Cabu­dare, noviem­bre de 1997. Año I. Número 5. p. 4 y 5.
Sil­va Fal­cón, Will­inger. Anuario Biográ­fi­co del Esta­do Lara 1999. Cámara de Com­er­cio. Bar­quisime­to, 1999. 130 p. (p.106)

Hemero­grá­fi­cas
La vela­da del 28 en la Escuela Lara. En: Tri­buna. Per­iódi­co matuti­no. Bar­quisime­to, 31 de mayo de 1943. p. 7.

Icono­grá­fi­ca
Fotos Repro­duc­ción Luis Per­o­zo Pad­ua en Sem­blan­za peri­odís­ti­ca del mae­stro Héc­tor Rojas Meza, el últi­mo enciclopedista

CorreodeLara

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