Crónicas

Historia de los cementerios de Cabudare

Yolanda Aris
Cronista Oficial del Municipio Palavecino 
arisyoli1@yahoo.es

El 31 de octubre y 8 de noviem­bre de 1817, el Gob­er­nador del Arzo­bis­pa­do de Cara­cas, Pres­bítero Don Manuel Vicente de Maya, dic­tó res­olu­ciones para que se fijaron los límites de la Par­ro­quia Ecle­siás­ti­ca de Cabu­dare que se iba a crear,  la cual había sido prop­ues­ta por el Obis­po Mar­i­ano Martí en 1785, después de su visi­ta Pas­toral a esta región en 1779.

Esta demar­cación fue real­iza­da el 27 de enero de 1818, por el Alférez Real don Juan José de Alvara­do y el Pres­bítero Bachiller don Andrés Tor­rel­las. Se estable­ció ese día, el lugar donde se con­stru­iría la Igle­sia, la casa par­ro­quial, y la escuela públi­ca; deter­minán­dose que fuese en el  “ter­reno situ­a­do al frente de don Miguel Bernal hacia la parte norte en pos­esión de los Ordoñez…”.

Se decretó la Par­ro­quia Ecle­siás­ti­ca de Cabu­dare, dos mese después, el 1º de abril de 1818 y pos­te­ri­or­mente se dio ini­cio a la con­struc­ción de la Igle­sia San Juan Bautista, obra inau­gu­ra­da en 1835. Es de supon­er, como era tradi­cional durante la colo­nia al con­for­marse los pueb­los y ciu­dades, que hubiese a un lado o detrás de la igle­sia, un cemente­rio, y al frente, la plaza de la Iglesia.

El Pres­bítero Juan de  Muji­ca, asig­na­do a esta igle­sia en 1818, sigu­ió ofre­cien­do los ofi­cios reli­giosos en la Igle­sia de San­ta Rosa, ya que Cabu­dare no con­ta­ba con este tipo de edi­fi­cación. Por instruc­ciones del Gob­er­nador Ecle­siás­ti­co, Don Manuel Vicente de Maya, se habil­itó en 1821, la Capil­la San­ta Bár­bara propiedad del Alférez Real Juan José Alvara­do, y el Padre Manuel Anto­nio Limar­do, cele­bró allí las activi­dades reli­giosas des­de ese año has­ta 1827.  Sin embar­go, en 1821, por el empeño de este sac­er­dote se con­struyó un caney, donde se edi­fi­caría pos­te­ri­or­mente la igle­sia par­ro­quial, pre­cisa­mente en el sitio donde hoy se encuen­tra la misma. 

El primer camposanto

El cos­tum­brista Julio Álvarez Casamay­or, quien abor­dó el tema de los cemente­rios en algu­nas entre­vis­tas, señal­a­ba que el primer cam­posan­to del actu­al munici­pio Palave­ci­no se creó en el año 1829 y se denom­inó  cemente­rio del cólera, ubi­ca­do en la antigua entra­da de Cabu­dare en el denom­i­na­do Bar­rio Cuba. Es decir, la entra­da des­de la Urban­ización El Pal­mar,  hacia la Plaza Bolí­var de este poblado.

Es de destacar que este sitio está ubi­ca­do hacia el lat­er­al norte, de la actu­al igle­sia San Juan Bautista, que para entonces era sólo un caney. Además, exis­ten evi­den­cias de entier­ros local­iza­dos en el lado noreste de la igle­sia. Esto rat­i­fi­caría que se cumplió la tradi­ción colo­nial de estable­cer los cemente­rios al lado o detrás de este templo.

Auna­do a ello, existe un Libro de Reg­istro de Entier­ros de la Igle­sia Par­ro­quial San Juan Bautista del año 1821 en La Curia de Bar­quisime­to. Para esa fecha, como se ha señal­a­do, aún no se había con­stru­i­do la igle­sia par­ro­quial de Cabu­dare, pero existía el caney. Por lo tan­to, esto per­mite evi­den­ciar, que para el año 1821, ya existía un  cemente­rio en la población de Cabudare.

Cemente­rio de Las Bóvedas

Es impor­tante pre­cis­ar, que al con­sol­i­darse la Repúbli­ca de Venezuela en 1830, el gob­ier­no repub­li­cano dic­tó nor­mas sobre la con­struc­ción de los cemente­rios, sien­do uno de los req­ui­si­tos: que debía estar en las afueras del pobla­do. Dos años más tarde, cuan­do se creó la Provin­cia de Bar­quisime­to en 1832, la Diputación Provin­cial, equiv­a­lente hoy al Con­se­jo Leg­isla­ti­vo Estadal, emi­tió una Orde­nan­za de Policía cuyo Art. 10, doc­u­men­to No. 9, señala:

En cada ciu­dad, Vil­la, habrá uno o dos cemente­rios en razón de su población: esos estarán fuera del pobla­do en el lugar que designe la Jun­ta de Sanidad y los Con­ce­jos Munic­i­pales…”

Hay que agre­gar que, en 1844 se creó el Can­tón Cabu­dare, que equiv­ale a lo que hoy rep­re­sen­ta, el munici­pio Palave­ci­no. Por lo que ten­drá su propia autori­dad políti­ca y admin­is­tra­ti­va y con­tará con un cabil­do o con­ce­jo munic­i­pal. Omar José Yépez, en un artícu­lo pub­li­ca­do en la Revista de Cien­cias Sociales de la Región Cen­troc­ci­den­tal, (Cemente­rio Munic­i­pal de Cabu­dare. (1879- 1952. Una aprox­i­mación a su estu­dio. p. 112), señala que el segun­do cam­posan­to pudo haber sido con­stru­i­do en 1846, dos años después de crea­do el Can­tón Cabudare.

Por su parte, ase­gu­ra Álvarez Casamay­or, que el segun­do cemente­rio se denom­inó Cemente­rio de las Bóvedas, y fue con­stru­i­do en 1847 en un ter­reno com­pra­do a Juan Anto­nio Ponte por el Con­ce­jo Munic­i­pal. (Los Cemente­rios tam­bién rev­e­lan el pasa­do históri­co de los pueb­los. El Impul­so. 19 de octubre de 1998. p. C‑10).

Hay que destacar, que este nue­vo cam­posan­to fue con­stru­i­do hacia el sur, fuera de la población. Además, está reg­istra­do que la Diputación Provin­cial de Bar­quisime­to dis­pu­so entre los gas­tos munic­i­pales del año 1846, la can­ti­dad de “…500 pesos para el Cemente­rio de Cabu­dare…”

En el Reg­istro Sub­al­ter­no se local­izó un doc­u­men­to del 7 de octubre de 1847, donde Juan Anto­nio Ponte y Ros­alía Meleán, hacen repar­to y alin­deramien­to de “la savana de la Mata”, a los her­manos Juan de Dios y San­ti­a­go Meleán, la cual fue divi­di­da en partes iguales para ellos. En la demar­cación de los lin­deros señala: “… en la mitad que está al poniente…se nota…varios solares ena­je­na­dos por el Sr. Juan Anto­nio Ponte, cuales son, una fane­ga­da ven­di­da a José Anto­nio (roto)…, otra para el cemente­rio que ba a fab­ri­carse en el solar de catorce varas cedi­do a Rafael Pala­cios…”.  Es decir que Juan Anto­nio Ponte, ese año, ya había pasa­do el dominio, u hecho entre­ga del solar para la con­struc­ción del cementerio.

De igual man­era, debe señalarse que en 1847, Juan Anto­nio Ponte había sido nom­bra­do Admin­istrador Sub­al­ter­no de Rentas Munic­i­pales del Can­tón Cabu­dare, y que “…hipotecó a favor de las rentas munic­i­pales una hacien­da de caña dulce con casa, ofic­i­nas y todos sus adher­entes y ric­as tier­ras exis­tentes en el sitio de La Mata, donde está plan­ta­da la hacien­da…”. (Doc­u­men­to del 7 de octubre de 1847). Esta hacien­da era de su propiedad y tenía como linderos:

 “…por el naciente, casa y solar de María Gue­vara línea rec­ta a la que­bra­da de Tabu­re; por el poniente, calle del cam­posan­to y de la esquina de esta, línea rec­ta has­ta la subi­da de La Mata y des­de el potrero de Gel­ston Ramona González; por el norte con los solares de la calle de la sabana; por el sur con el indi­ca­do potrero…” (Doc­u­men­to del 27 de diciem­bre de 1847).

AVISO OFICIAL
En 1951 el Cabil­do de Cabu­dare noti­ficó la demoli­ción del antiguo cementerio

Puede apre­cia­rse entonces, que para 1847, no esta­ba con­stru­i­do el cemente­rio, pero, los ter­renos hipoteca­dos, propiedad de Juan Anto­nio Ponte, pasaron a pertenecer a las Rentas Munic­i­pales, y en esos espa­cios, luego se des­ti­naron para el nue­vo camposanto.

En relación a este segun­do cemente­rio exis­ten difer­entes ver­siones. Ha men­ciona­do Julio Álvarez Casamay­or, que fue ampli­a­do por su parte oeste por ini­cia­ti­va par­tic­u­lar en 1875, a través de colab­o­ra­ciones impul­sadas por Zacarías Gómez, Miguel Sil­va, Miguel Gar­cía, Ler­mit Solagnie y Fran­cis­co Sánchez, quienes reco­gieron 800 pesos; y que el cam­posan­to se inau­guró el 25 de octubre de 1879.

Ha dicho igual­mente que en 1894, esta­ba ago­ta­do y fue ampli­a­do hacia el sur. Tres años después le colo­caron cer­cas en los lin­deros este y oeste. En 1909 se amplió y se creó una jun­ta para plan­i­ficar y ori­en­tar estos tra­ba­jos. Entre 1910 y 1912 se repararon pare­des: 7.000 mts.2 fue su ampliación. En 1920 el Con­ce­jo Munic­i­pal estable­ció que los ingre­sos por entier­ros pasaran a las arcas munic­i­pales y no al inspec­tor del camposanto. 

Por su parte Omar Yépez refir­ién­dose al cemente­rio de las bóvedas, señala: que “…el antiguo cemente­rio  lev­an­ta­do en 1846 había deja­do de fun­cionar en 1879…” (p. 118). Alude tam­bién, a un segun­do cemente­rio, (que en real­i­dad sería el ter­cero), “…inau­gu­ra­do el 24 de junio de 1879…que se con­struyó hacia la parte sur de la ciu­dad…” (p. 117)

Con­sid­era igual­mente, que este cemente­rio tuvo varias amplia­ciones que le per­mi­tieron cubrir las necesi­dades  de esta población. Entre esas amplia­ciones señala: que en 1910 tuvo un ensan­chamien­to hacia la parte cen­tral (Pos­esión La Mata —  el munici­pio le com­pró a Fran­cis­co Sei­jas). En 1921 crece en la parte cen­tral hacia el este (el munici­pio com­pra ter­renos de la famil­ia Briceño Yepes Gil). 

Con­sid­era este autor, que “… el Cemente­rio de las Bóvedas y el cemente­rio nue­vo de 1879, coex­istieron uno al lado del otro, den­tro de las grandes exten­siones de tier­ra que com­prendía la pos­esión La Mata…que pudo haber ter­mi­na­do en 1952…” (p. 127–128).

Tam­bién men­ciona que en 1951 el Con­ce­jo Munic­i­pal dio pla­zo de 90 días a los deu­dos para exhumar los restos porque demol­erían el cam­posan­to (Un cam­posan­to que pasa del siglo.  El Impul­so. 12 de junio de 1999. Cuer­po C.).

Estos datos ais­la­dos, con­sti­tuyen la infor­ma­ción que ha podi­do localizarse sobre la his­to­ria del Cemente­rio Munic­i­pal de Cabu­dare. Pudiera inferirse que esta ciu­dad ha tenido sólo dos cemente­rios: el del cólera, a un lado de la igle­sia par­ro­quial; y el Cemente­rio de las Bóvedas, que ha con­ta­do con difer­entes amplia­ciones a lo largo del tiem­po. Sin embar­go, nuevas inves­ti­ga­ciones pudier­an apor­tar may­or clar­i­dad e infor­ma­ción sobre este tema.

Las grá­fi­cas que ilus­tran este artícu­lo, mues­tran algunos de los más antigu­os mon­u­men­tos funer­ar­ios que se han logra­do ubicar en este Cam­posan­to, los cuales, no pre­sen­tan ningu­na reseña sobre la fecha o las per­sonas cuyos restos allí reposan.

Algunos per­son­ajes de desta­ca­da trayec­to­ria en esta población, cuyas tum­bas están local­izadas en este cemente­rio son: Héc­tor Rojas Meza, Car­los (Cal­ix­to) Espinoza, Fran­cis­co de Paula Vásquez, Vidal Hernán­dez, Gen­er­al Juan Anto­nio Patiño Sosa, José Ramón Brito Calles, entre muchos otros.

Por su antigüedad, y por los desta­ca­dos per­son­ajes que alber­ga el Cemente­rio Munic­i­pal de Cabu­dare, es impor­tante su con­ser­vación como parte del pat­ri­mo­nio históri­co de esta ciu­dad. En la actu­al­i­dad en el munici­pio Palave­ci­no fun­cio­nan dos cemente­rios munic­i­pales, uno en Cabu­dare y otro en Los Ras­tro­jos, y además dos cemente­rios pri­va­dos: el Par­que Cemente­rio Met­ro­pol­i­tano del Este ubi­ca­do en La Campiña des­de el año 1991 que pres­ta ser­vi­cio de inhu­manación y de cremación de cadáveres, y el Cemente­rio Jar­dines Celes­tiales en la entra­da del Fuerte Tere­paima des­de 1999.

Esta­do del Cemente­rio de Cabu­dare. Foto: Tomás Alvara­do. 2021

Nota: En el tra­ba­jo de cam­po, par­tic­i­paron: Rosa Luce­na sec­re­taria de la Ofic­i­na de la Cro­nista Munic­i­pal; la encar­ga­da de la Bib­liote­ca Munic­i­pal Héc­tor Rojas Meza, Car­men Tere­sa Pereira; y los emplea­d­os de la mis­ma: Arge­nis Latiegue y Cor­ne­lio Rivero

Fuentes Con­sul­tadas
Cañiza­les Verde, Fran­cis­co. Primera Diputación Provin­cial de Bar­quisime­to. 1832. Pub­li­ca­ciones del Cen­tro de His­to­ria Larense.
Álvarez Casamay­or, Julio. Cabu­dare, Sendas, Calles y Per­son­ajes. Alcaldía de Palave­ci­no. Fun­da­cul­tura. Cabu­dare, 1997. 78 p.
                                    .Los Cemente­rios tam­bién rev­e­lan el pasa­do históri­co de los pueb­los. El Impul­so. 19 de octubre de 1998. p. C‑10
Un cam­posan­to que pasa del siglo.  En: El Impul­so. 12 de junio de 1999. Cuer­po C.
Yépez, Omar José. Cemente­rio Munic­i­pal de Cabu­dare (1879–1952) Una aprox­i­mación a su estu­dio. En Revista de Cien­cias Sociales de la Región Cen­troc­ci­den­tal No. 9. Enero 2004. Diciem­bre Fun­dación Buría. Bar­quisime­to. (p. 103- 137)
Doc­u­men­tos var­ios del Reg­istro Sub­al­ter­no de Cabu­dare. Año 1847.
Inven­tar­ios del Archi­vo Par­ro­quial de la Igle­sia San Juan Bautista de Cabudare.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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