Todas Las Entradas

Así reseñó EL IMPULSO el Terremoto de El Tocuyo en 1950

El terremoto de El Tocuyo, el movimiento telúrico que acabo con la ciudad madre el 3 de agosto de 1950. Fue el día que se dividió la historia de la capital de municipio Morán. La fuerza de la naturaleza destruyó todo a su paso.

400 años de vida arqui­tec­tóni­ca además del sen­ti­do de perte­nen­cia y com­pro­miso de la ciu­dad Madre de Venezuela.

Habi­tantes de zonas aledañas que vivieron la época, cuen­tan que el sonido emi­ti­do por el movimien­to telúri­co hacia las veces de “una man­a­da toros bravos”.

La ciu­dad de los 7 tem­p­los veía como esos iconos de la religión en El Tocuyo se der­rum­baron ese 3 de agosto.

En esa época El Tocuyo tenía 15.383 habi­tantes y 2.194 casas y todo el Dis­tri­to 35.000 habi­tantes y 5.000 casas.

No fue solo por causas de un ter­re­mo­to que El Tocuyo quedó destru­i­do por com­ple­to. Tam­bién tuvo que ver la inter­ven­ción del hombre.

En primer lugar, un sis­mo sacud­ió a la Ciu­dad Madre y acabó con siete tem­p­los, pero además afec­tó con­sid­er­able­mente 93% de las vivien­das que con­forma­ban ese apaci­ble urban­is­mo esti­lo colo­nial, edi­fi­cadas durante la época de la con­quista españo­la,  y del 7% restante, solo el 3% de los hog­a­res quedaron en condi­ciones de ser habilitados.

Los resul­ta­dos fatales fueron de 17 muer­tos y 80 heridos.

La segun­da demoli­ción de la población la llevó a cabo la mano humana. Fue un puña­do de hom­bres que ter­minó de der­rib­ar con trac­tores lo poco que qued­a­ba ergui­do, incluyen­do los tem­p­los. Arrasaron con los más impor­tantes tes­ti­mo­nios que existían en el esta­do Lara para de esta man­era empren­der su reconstrucción.

Pre­cisa­mente, en pal­abras del geól­o­go tocuyano y sobre­viviente de este ter­re­mo­to, Ler­mit Figueira Anzo­la, quien ha real­iza­do los per­ti­nentes estu­dios sobre este ter­ri­ble suce­so, la inten­si­dad del ter­re­mo­to fue de 6.3 gra­dos en la escala de Richter y tuvo una duración de 35 segun­dos capaz de provo­car los más destruc­tivos efectos.

Redac­ción EL IMPULSO

Primera pági­na de EL IMPULSO del 4 de agos­to de 1950

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *