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Llegó a Barquisimeto el primer aeroplano

 

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista


El Diario EL IMPULSO publicó en su portada del 4 de noviembre de 1912, un interesante titular sobre el primer vuelo realizado en la ciudad: “Vuelo de Boland sobre Barquisimeto se realizó con éxito”. Sin duda un acontecimiento histórico, sin precedentes.  

Ini­cial­mente Bar­quisime­to no forma­ba parte de los planes en las pre­senta­ciones del afama­do avi­ador norteam­er­i­cano Frank Boland y com­pañía, más dados los éxi­tos en Cara­cas, y Valen­cia, estando Boland en Puer­to Cabel­lo fue invi­ta­do por el pres­i­dente del esta­do Lara, doc­tor Rafael Gar­men­dia Rodríguez y patroci­na­do por insti­tu­ciones pri­vadas a pros­eguir has­ta Bar­quisime­to, en donde se acordó, bajo con­tra­to fir­ma­do, efec­tu­ar tres vuelos.

Reseñó EL IMPULSO que des­de muy tem­pra­no se deja­ba escuchar en la ciu­dad las vibra­ciones de la cam­pana may­or del tem­p­lo de la Inmac­u­la­da Con­cep­ción y el sonoro reloj de la igle­sia Cat­e­dral de San Fran­cis­co, anun­cian­do el mag­no even­to en una urbe despro­vista de automóviles.


Aeron­ave de Boland cap­ta­da en fotografía en su vue­lo inau­gur­al en Cara­cas, el 29 de sep­tiem­bre de 1912

 

El cro­nista Sil­va Uzcátegui ates­tiguó que des­de Cara­cas, despacharon el avión a través del fer­ro­car­ril has­ta Puer­to Cabel­lo en donde lo colo­caron en un vapor has­ta Tuca­cas, y de allí en el Fer­ro­car­ril Bolí­var has­ta Barquisimeto.

Al norte de la ciu­dad se impro­visó un pequeño cam­po de ater­riza­je, veci­no a la Estación del Fer­ro­car­ril Bolí­var, en el sitio que ocupó el esta­dio del Cen­tro Atléti­co Améri­ca, área que en la actu­al­i­dad está ubi­ca­do el Cuar­tel de la Policía.

26 minutos con 60 caballos

Des­de la mañana de ese 3 de noviem­bre, los veci­nos de Bar­quisime­to, ávi­dos de ver el históri­co acon­tec­imien­to, comen­zaron a trasladarse en masas al sitio dis­puesto para a través del Tran­vía de Cabal­li­tos y gran parte caminando.

Por su parte, la primera autori­dad estadal llegó al sitio en car­ru­a­je de cua­tro ruedas tira­do por bel­la caballería. Sim­i­lar trans­porte uti­lizaron los invi­ta­dos espe­ciales: doc­tor Anto­nio María Pine­da, Jesús María Rodríguez Gar­men­dia, don Roseliano Irib­ar­ren Alvizu y don Elías Agüero, úni­cos propi­etar­ios de ese medio de mov­i­lización. De igual man­era se desplazaron los que alquilaron los coches de José Saso o de Lino Piña, dueños de las cocheras existentes.

Frank E. Boland, y Charles Hoelflich miem­bros de la Boland Aero­plane Motor Co, invi­ta­dos por el gen­er­al Román Del­ga­do Chal­baud  a vis­i­tar Venezuela, realizaron vue­lo en Bar­quisime­to, con duración de 26 min­u­tos, des­de un aeró­dro­mo impro­visa­do en una por­ción de la sabana al norte de la estación del Fer­ro­car­ril Bolí­var. De este even­to se dispone de una úni­ca foto en tierra.

En la impro­visa­da pista se situ­aron sil­las para quienes pagaron los cómo­d­os asien­tos en posi­ción priv­i­le­gia­da para con­tem­plar el despegue y ater­riza­je del espec­tac­u­lar apara­to. La ciu­dad entera se aglom­eró en aquel lugar para curiosear las temer­arias man­io­bras del pilo­to norteam­er­i­cano a bor­do del “Blue­bird”, que había sido arma­da en el mis­mo para­je de la exhibición.

El biplano que carecía de cola, pesa­ba alrede­dor de 300 kilo­gramos. En el cen­tro del fuse­la­je, fab­ri­ca­do de madera y lona, tenía un pequeño motor de 60 cabal­los de fuerza.

En las cróni­cas de Azpar­ren con­seguimos que durante la fasci­nante man­io­bra aérea de 26 min­u­tos, Boland se elevó tres veces a una altura de 500 met­ros, con excur­sión por el ámbito de la ciu­dad y los verdes cuadriláteros que con­fec­ciona­ban la ampli­tud del Valle del Turbio. 

“Visitó El Chicago”

Frank Edward Boland (Julio 1873 – Enero 1913)

Azpar­ren ano­ta que luego del espec­tac­u­lar vue­lo sobre Bar­quisime­to, Boland y su copi­lo­to, fueron invi­ta­dos por nota­bles de la época, entre los que desta­ca­ban el doc­tor Juan Lis­cano, qui­boreño y padre del poeta Juan Lis­cano; así como tam­bién los Álamo, los castil­lo, los Amen­gual, los Irib­ar­ren, los Gue­vara, los Esco­bar Alvizu, los Sil­veira y don Vicente Cam­pos, a vis­i­tar el botiquín El Chica­go, históri­co cen­tro de esparcimien­to de Bar­quisime­to. “Allí, el equipo del avi­ador supo de nues­tra tradi­cional hos­pi­tal­i­dad, al fes­te­járse­le con champaña”.

Fuente: Archi­vo del Diario EL IMPULSO
Rafael Domin­go Sil­va Uzcátegui. Bar­quisime­to. His­to­ria pri­va­da. Alma y fisonomía del Bar­quisime­to de Ayer. Cara­cas 1959
Raul Azpar­ren. Bar­quisimetanei­dad, per­son­ajes y lugares. Bar­quisime­to 1974

Foto de por­ta­da: Úni­ca fotografía cono­ci­da del biplano de Frank Boland que real­izó el primer vue­lo sobre Bar­quisime­to. Colec­ción del his­to­ri­ador Ale­jan­dro Irausquin, quien ha inves­ti­ga­do y escrito sobre el tema que nos ocu­pa y de donde extra­ji­mos la may­or can­ti­dad de datos para este artícu­lo. A él nue­stro reconocimien­to y gratitud

Pub­li­ca­do en Diario EL IMPULSO

El equipo de Boland en Venezuela. Fila supe­ri­or, de izquier­da a derecha: El vene­zolano Edgar Anzo­la, el inven­tor y avi­ador Frank Boland, mecáni­co sin iden­ti­ficar. Fila infe­ri­or: Mecáni­co sin iden­ti­ficar, pilo­to Charles Hoelflich (con su habit­u­al corbata)
El primer vue­lo en Cara­cas se pro­gramó y efec­tuó para el domin­go 29 de Sep­tiem­bre de 1912. Frank Boland fue el úni­co en volar ese día, usan­do para ello el “sin-cola” de 1912, bau­ti­za­do como “Blue­bird”, sobre las 4 de la tarde con­forme a lo anun­ci­a­do, despe­gan­do luego de recor­rer más de cien met­ros dirigién­dose a La Vega, en un vue­lo que tuvo una duración de 27 min­u­tos, ater­rizan­do de vuelta al pun­to de par­ti­da en El Hipó­dro­mo del Paraí­so. El Cojo Ilustra­do No. 499 pág. 525

CorreodeLara

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