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Franco Medina fue el quinto mejor violinista de Europa

 

Juan José Peralta
Periodista


En las primeras décadas del siglo XX, el músico barquisimetano Francisco de Paula Medina –Franco Medina–  fue considerado uno de los mejores violinistas de Europa, ocupando el quinto lugar en una larga lista de virtuosos ejecutantes del instrumento.

Hijo de Loren­zo Med­i­na e Isado­ra Jiménez, Fran­cis­co nació en Bar­quisime­to el 30 de mar­zo de 1874 y des­de los cin­co años se ini­ció en el vio­lín. Era tan ded­i­ca­do y logró tan her­mosas inter­preta­ciones que le fab­ri­caron un instru­men­to espe­cial a su tamaño y sus pequeños brazos.

Aban­donó los estu­dios de med­i­c­i­na en el quin­to año para dedi­car­le más tiem­po al vio­lín y las clases par­tic­u­lares de músi­ca y en el Cole­gio Fed­er­al que des­de muy joven impartía. Dirigió la orques­ta de los doc­tores, una agru­pación de médi­cos y com­er­ciantes bar­quisimetanos quienes una noche, de pumpá y som­breros de copa, brindaron una históri­ca ser­e­na­ta al gob­er­nador Aquili­no Juares, quien al cono­cer al joven vir­tu­oso le ofre­ció una beca a Europa, pero la rechazó.

Orques­ta de Los Doc­tores: El úni­co sin som­brero de copa, al cen­tro y con el vio­lín, Fran­co Med­i­na, con la orques­ta de los doctores

Beca de Cipriano Castro

En 1900, arrib­a­do Cipri­ano Cas­tro a la pres­i­den­cia de la repúbli­ca, lo pre­sen­tan al caudil­lo tachirense y ded­i­ca a la primera dama, doña Zoila de Cas­tro un Ave María que el man­datario pre­mió con una beca que esta vez sí acep­tó y el diez de julio de ese mis­mo año se embar­có rum­bo a Italia con tan mala suerte que el cupo en el con­ser­va­to­rio de Milán ya esta­ba completo.

Intrépi­do, el joven pidió ser escucha­do impre­sio­n­an­do con tan­ta exquis­itez y cal­i­dad al direc­tor gen­er­al del con­ser­va­to­rio que lo acep­tó super­nu­mer­ario. Cursó estu­dios supe­ri­ores de músi­ca con el mae­stro Gae­tano Ram­pazz­i­ni, además de ini­ciar una exi­tosa car­rera que había de con­ver­tir­lo en uno de los más recono­ci­dos músi­cos del viejo con­ti­nente, que recor­rió con su arte.

En 1905 fundó en Milán una acad­e­mia de músi­ca que dirigió has­ta 1930 y en 1908 ganó el con­cur­so orga­ni­za­do por el con­ser­va­to­rio para selec­cionar el mejor méto­do de enseñan­za del vio­lín aún uti­liza­do en esa insti­tu­ción y otras acad­e­mias del mundo.

Artista exquisito

Cuen­tan que la reina Mar­gari­ta de Par­ma fue de visi­ta ofi­cial a Milán y con­trataron a Med­i­na para que acom­pañara una misa espe­cial en la igle­sia de San Fidel. Al salir del tem­p­lo se encon­tró con la reina Mar­gari­ta quien cam­ina­ba con su séquito y él la saludó con una rev­er­en­cia respon­di­da por la monar­ca y al recono­cer­lo de inmedi­a­to le dijo: “ust­ed fue el exquis­i­to artista que inundó el tem­p­lo con su melodía extra­or­di­nar­ia” y le pre­gun­tó su procedencia.

Med­i­na dijo ser his­panoamer­i­cano. “De Venezuela, Su Majes­tad”. Ella le dijo no haber escucha­do la misa con aten­ción debido a su cul­pa. “Sus melodías excel­sas me dis­tra­jeron, pero así me acer­caron más al cielo”.

En 1929 Med­i­na regresó a Venezuela y lo nom­bran direc­tor de la Escuela de Músi­ca y Decla­mación, en Cara­cas y en 1933 fun­da en Bar­quisime­to la acad­e­mia de músi­ca instru­men­tal y de can­to “Nico­lo Pagani­ni”, una orques­ta de concier­tos y un orfeón.

Morir en Milán
Al final de sus días, Fran­co Med­i­na regresó a la Italia de sus tri­un­fos ini­ciales, de su for­ma­ción y sus concier­tos, donde murió en Milán en mayo de 1960, de 86 años de edad. La Orques­ta Sin­fóni­ca Juve­nil de Bar­quisime­to lle­va su nombre

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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