CrónicasSemblanzas

José Antonio Páez: ni traidor, ni ignorante, ni acaudalado

Wilfredo Bolívar
Cronista de Araure, estado Portuguesa

No pudo ser la división de Venezuela y Colombia “la obra de un solo hombre”, se defiende Páez en su Autobiografía. La segregación de Venezuela y Colombia respondió a una necesidad expresada por cada uno de los pueblos colombianos y venezolanos


En el caso vene­zolano, revísense las más de 96 actas elab­o­radas por los hom­bres más promi­nentes de los pueb­los de Venezuela quienes, en “asam­blea de ciu­dadanos”, en 1826, rat­i­fi­caron por escrito a Páez, el deseo de volver a “con­sti­tuir” la Repúbli­ca de Venezuela. Algu­nas de las elocuentes actas com­pi­ladas por el prócer José Félix Blan­co y Ramón Azpurúa pueden leerse en la mon­u­men­tal obra “Doc­u­men­tos para la Vida Públi­ca del Libertador”.

Para la com­pren­sión colom­biana del pro­ce­so históri­co, es útil la obra “El rég­i­men de San­tander en la Gran Colom­bia” (Bogotá: El Ánco­ra Edi­tores, 1985, 448 ps.) del his­to­ri­ador y académi­co norteam­er­i­cano David Bush­nell, cal­i­fi­ca­da como “uno de los estu­dios clási­cos sobre la Gran Colom­bia”. En la mejor tradi­ción de la escuela anglosajona de his­to­ri­adores, el autor pre­sen­ta impar­ciales ele­men­tos de juicio sobre tan del­i­ca­do suce­so. Algunos desean con­cluir tam­bién: Bolí­var nos inde­pen­dizó de España; Páez nos inde­pen­dizó de la oli­gar­quía bogotana.

 

FOTOGRAFIA Junior, Cris­tiano. Calle FLORIDA 159. Carte de vis­ite DONACION: ANGEL J. CARRANZA RETRATO DEL GENERAL JOSÉ A. PÁE. CUERPO ENTERO. FOTOGRAFÍA. DEDICADA A ÁNGEL CARRANZA

Quer­ramos acep­tar­lo o no, más allá de los repet­i­tivos epíte­tos de pupitre, la Gran Colom­bia era una repúbli­ca de papel inspi­ra­da sin duda en el sin­cero ide­al de un hom­bre, nece­saria durante la eta­pa de la Guer­ra (1811–1821, en el caso vene­zolano), para sosten­er las bases estratég­i­cas de la unión forza­da de Venezuela y Nue­va Grana­da, para respal­dar los inmen­sos crédi­tos adquiri­dos en el extran­jero y con­tin­uar el proyec­to; pero, inaplic­a­ble en la real­i­dad. Léase este extrac­to de una car­ta de El Lib­er­ta­dor fecha­da el 2 de enero de 1830, dirigi­da al Gral. Rafael Urdane­ta, el mis­mo año de la segregación:

“Creo que el Con­gre­so debe dividir a Colom­bia con cal­ma y jus­ti­cia. Ningu­na oposi­ción debe­mos pon­er a Venezuela, porque nadie quiere hac­er este sac­ri­fi­cio a favor de una unión políti­ca que com­bate inte­ri­or­mente con las antipatías. La Nue­va Grana­da no nos quiere, y Venezuela no quiere obe­de­cer a Bogotá: esta­mos a mano (…)”.

Aún así, Páez y solo Páez car­ga con la culpa.

FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Postal del Mon­u­men­to del Gen­er­al José Anto­nio Páez en la Exhibi­ción de la colec­ción de postales del Museo Históri­co Nacional de Argenti­na. Buenos Aires. Foto toma­da de Cen­tau­ro de Los Llanos, en Facebook

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *