José Antonio Páez y la “Cosiata”
Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com
Previo, a la célebre Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, era evidente que la República de Colombia era una realidad, gracias a la autoridad de Bolívar, a la que estaban sometidos los generales Francisco de Paula Santander (neogranadino) y José Antonio Páez (venezolano) distanciados una vez relevado Santander para conducir a los patriotas para 1816, rechazado por los llaneros que preferían a Páez muy identificado por aquellos.
Después vendría la orden del Vicepresidente Santander, al llamar a un “alistamiento militar” que en principio Páez acataría, más no, las municipalidades de Caracas y Valencia y en consecuencia Páez, ameritaría calificarlo en rebeldía y su presentación en Bogotá, el cual no asistió, previendo su enjuiciamiento, pero aún con ello, sería sustituido como Jefe Civil y Militar de Venezuela, por un enemigo declarado, Juan Escalona, tampoco acatado por las municipalidades citadas y otras, que para el gobierno central resultaban muy graves que de hecho, se desconocía la autoridad de Santander.
En medio de esos acontecimientos, sería enjuiciado por un amañado proceso judicial, el coronel Leonardo Infantes (venezolano) de haber asesinado al teniente Francisco Perdomo, disponiéndose su fusilamiento en presencia del propio Santander, haciendo de una causa penal al que jurídicamente, se opusiera, el presidente de la Alta Corte Federal de Justicia, doctor Miguel Peña (venezolano) un aprovechamiento político, hechos que confirmaban el deterioro de la República y quienes serían llamados “cosiateros” pero leamos al periodista Ramón Hernández, biógrafo de Páez (Biblioteca Biográfica Venezolana N° 69) quien nos dice:
“En aquellos días (1825) una compañía de teatro presentaba en Valencia una pieza humorística y uno de sus personajes usaba algunos derivados de la palabra cosa, diciendo quisicosa, cosilla y cosiata para referirse a asuntos enmarañados. La gente empezó a usar el término cosiata en el lenguaje diario. Cuando el jefe político José Jacinto comunicó a un amigo suyo en Caracas sobre las ocurrencias del 30 de abril dijo: “ha estallado la cosiata”. Así quedaron bautizados aquellos sucesos. Sus participantes fueron llamados cosiateros”.
Finalmente había que sumar a la crisis planteada, el atentado al Libertador, el 25 de septiembre de 1828, el fracaso de la Convención de Ocaña, para modificar la Constitución y la posterior dictadura de Bolívar.
A todas estas, el Departamento de Venezuela, es visto por Sir Robert Ker Porter, Cónsul de Inglaterra en Caracas para 1925: (citado por Tomas Polanco Alcántara, “Páez”)
“Reina aquí una gran apatía tanto mental como física que, por supuesto, se extiende hasta los departamentos del estado, no importa cuán enérgica en forma que puedan ser las leyes e instituciones de la nación. La causa aparece ser la indolencia, la gran venalidad, la indiferencia, debidas a la envidia personal de algunos y la supuesta decepción de otros…A nadie le importa hacer nada ni siquiera su deber particular…pero ninguno pierde la oportunidad de robarle al gobierno si su situación le proporciona los medios”
Como habrá podido apreciar la situación política, económica y social de este lado de la República de Colombia, era un verdadero caos, visto por el mismo Libertador en 1827, cuando visitara a Caracas sin quedarle otro remedio que ratificar a José Antonio Páez como “jefe Civil y Militar de Venezuela.
Quisiera hacerle una pregunta al autor de el artículo, ¿porqué se le llamó a este movimiento separatista impulsado por Páez y Miguel Peña, la “revolución de los morrocoyes”. Favor enviar la respuesta a mi correo electrónico: lamartinez_09@hotmail.com. Muchas gracias.