José Domingo Rus, padre del regionalismo zuliano

Efraín Jorge Acevedo
Historiador y escritor
efrainjorge@yahoo.es

Abso­lu­ta­mente descono­ci­do para la may­oría de los vene­zolanos es la his­to­ria de un diputa­do mara­bi­no que rep­re­sen­tó a su tier­ra en el Par­la­men­to de España.

José Domin­go Rus de Orte­ga nació en Mara­cai­bo, el 4 de agos­to de 1768, hijo de Juan Manuel Rus y de Jua­na Catali­na de Orte­ga, Man­tu­anos dis­tin­gui­dos de la ciu­dad. Rus quedó huér­fano a una cor­ta edad y recibió apoyo en Cara­cas de su tío, fray Tibur­cio José Rus.

 

 

 

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José Domin­go Rus de Ortega 
nació en Mara­cai­bo, el 4 de agos­to de 1768

 

 

 

Estudió y se graduó de licen­ci­a­do en Filosofía en la Uni­ver­si­dad de Cara­cas (actu­al Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela), y luego recibió el títu­lo de doc­tor en Sagra­dos Cánones en la Uni­ver­si­dad de San­to Tomás de Aquino en la ciu­dad de San­to Domin­go. La Audi­en­cia de Cara­cas lo aprobó para ejercer como abo­ga­do en diciem­bre de 1793, y se unió al Cole­gio de Abo­ga­dos en 1795. 

Ejer­ció diver­sos car­gos en su natal Mara­cai­bo durante la época ante­ri­or a la Inde­pen­den­cia de Venezuela, car­gos como diputa­do por Mara­cai­bo en el Real Con­sula­do de Cara­cas, Fis­cal de la Real Hacien­da de Mara­cai­bo, Regi­dor y asesor del Ayun­tamien­to de Mara­cai­bo, alcalde ordi­nario de primera nom­i­nación de Mara­cai­bo, Síndi­co del Con­ven­to de San Fran­cis­co. Fue uno de los encar­ga­dos de inves­ti­gar la sub­l­e­vación de los mulatos de Mara­cai­bo de 1799.

Cuan­do comen­zó la Guer­ra de Inde­pen­den­cia de Venezuela en 1810, la Provin­cia de Mara­cai­bo se man­tu­vo leal a España y luchó con­tra las Provin­cias que se unieron al pro­ce­so inde­pen­den­tista; Rus se con­vir­tió en un dis­tin­gui­do diri­gente real­ista, abso­lu­ta­mente leal al rey y a España. 

El 18 de febrero de 1811, fue elegi­do por el Ayun­tamien­to de Mara­cai­bo (actu­al Con­ce­jo Munic­i­pal de Mara­cai­bo) diputa­do de la Provin­cia de Mara­cai­bo a las Cortes de Cádiz. 

En aque­l­la época los patri­o­tas españoles lucha­ban con­tra la invasión france­sa de Napoleón Bona­parte; los france­ses con­tro­la­ban la may­or parte del ter­ri­to­rio de España en la Penín­su­la Ibéri­ca, pero existía una “zona lib­er­a­da” con­tro­la­da por la resisten­cia patrióti­ca españo­la, y en esa zona se situ­a­ba la ciu­dad de Cádiz, y en ella los patri­o­tas españoles reunieron a las Cortes cono­ci­das como las Cortes de Cádiz, que eran al mis­mo tiem­po una Asam­blea Con­sti­tuyente y un Par­la­men­to del Reino de España.

Los líderes españoles invi­taron a los ter­ri­to­rios his­panoamer­i­canos que se man­tenían leales a España y rec­haz­a­ban la Inde­pen­den­cia, a que eligier­an sus diputa­dos a esas Cortes de Cádiz, y por eso Rus fue elegi­do para rep­re­sen­tar a Mara­cai­bo en el Par­la­men­to español, den­tro del mar­co de una Monar­quía Con­sti­tu­cional y liberal.

Via­jó a Cádiz y asum­ió su car­go en la sesión de las Cortes del 5 de mar­zo de 1812; fue nom­bra­do sec­re­tario de las Cortes el 24 de febrero de 1813. Además, for­mó parte de las Comi­siones de Hon­or, Jus­ti­cia y de la encar­ga­da de estu­di­ar la situación de Maracaibo. 

Inter­vi­no acti­va­mente en las Cortes, sobre todo en los debates y res­olu­ciones sobre la situación de la Améri­ca Españo­la y espe­cial­mente de Venezuela. 

Maracaibo Representado
en Todos sus Ramos

Rus fue uno de los 179 diputa­dos pre­sentes que fir­maron la primera Con­sti­tu­ción Nacional en la his­to­ria de España, la Con­sti­tu­ción de 1812, que suman­do al pres­i­dente de las Cortes y a los sec­re­tar­ios fueron 184 fir­mantes en total. Fue reelegi­do diputa­do por Mara­cai­bo para las Cortes ordi­nar­ias de 1813. 

Pero cuan­do el legí­ti­mo rey de España, Fer­nan­do VII, fue lib­er­a­do de su cau­tive­rio en Fran­cia y volvió para recu­per­ar su trono, el rey decidió restable­cer la Monar­quía Abso­lu­ta para gob­ernar como un tira­no, y por eso el 4 de mayo de 1814 derogó la Con­sti­tu­ción y dis­olvió las Cortes, con lo cual Rus perdió su curul de diputado. 

Pero como Rus era un políti­co leal a Fer­nan­do VII, tuvo entonces la opor­tu­nidad de escribir y pre­sen­tar al rey un exten­so doc­u­men­to lla­ma­do “Mara­cai­bo Rep­re­sen­ta­do en Todos sus Ramos”, que era una rep­re­sentación en la que Rus le pedía al Rey una serie de deman­das para la Provin­cia de Mara­cai­bo (que además del Esta­do Zulia actu­al incluía tam­bién a los Andes venezolanos).

Rus pedía que la Provin­cia de Mara­cai­bo se man­tu­viera den­tro del Reino de España pero que fuera sep­a­ra­da o inde­pen­diza­da de la Cap­i­tanía Gen­er­al de Venezuela, y se le otor­gara una autonomía muy amplia, con muchas pre­rrog­a­ti­vas o com­pe­ten­cias. Solic­ita­ba la creación de un Ejérci­to provin­cial, de adu­a­nas comar­cales, de un sis­tema impos­i­ti­vo y una hacien­da públi­ca locales; y una Audi­en­cia ter­ri­to­r­i­al y lacustre. 

Tam­bién pedía el trasla­do de la Cat­e­dral, el Cole­gio, la Uni­ver­si­dad (hoy la Uni­ver­si­dad de Los Andes) y demás establec­imien­tos de Méri­da a Mara­cai­bo, porque la ciu­dad de Méri­da se había sep­a­ra­do de la Provin­cia de Mara­cai­bo para unirse a la causa inde­pen­den­tista venezolana. 

Algunos con­sid­er­an que si las deman­das o peti­ciones de Rus hubier­an sido con­ce­di­das, prob­a­ble­mente podría haberse ini­ci­a­do un camino que hubiera lle­va­do en un futuro a la entonces Mara­cai­bo (el Zulia y los Andes que cono­ce­mos) a con­ver­tirse en un Esta­do o país inde­pen­di­ente sep­a­ra­do de Venezuela. Por eso se con­sid­era a Rus el Padre del Region­al­is­mo zuliano. 

Aunque las peti­ciones de Rus no fueron con­sid­er­adas, el Rey Fer­nan­do VII lo nom­bró Oidor de la Real Audi­en­cia de Guadala­jara, es decir, mag­istra­do de ese alto tri­bunal español asen­ta­do en el entonces Vir­reina­to de Nue­va España (el actu­al México). 

En ese car­go Rus se ganó la con­fi­an­za del gen­er­al Agustín Itur­bide, que era el coman­dante del Ejérci­to real­ista leal a España en la Guer­ra de Inde­pen­den­cia de Méx­i­co; al final de la guer­ra Itur­bide pactó con los rebeldes inde­pen­den­tis­tas mex­i­canos y “traicionó” a Fer­nan­do VII para hac­er a Méx­i­co inde­pen­di­ente, y ter­mi­naría proclamán­dose Emper­ador de Méx­i­co, como Agustín I. 

Como asesor de Itur­bide, Rus for­mó parte de la Jun­ta de Gob­ier­no que gob­ernó Méx­i­co antes de que Itur­bide asum­iera for­mal­mente el poder, y luego fue uno de los juris­tas a los que el Emper­ador encar­gó la redac­ción de los doc­u­men­tos fun­da­cionales del Impe­rio Mexicano.

Después de der­ro­ca­do el Emper­ador, ya en la Repúbli­ca mex­i­cana, Rus ter­mi­naría sien­do mag­istra­do de la Corte Supre­ma de Méx­i­co y llegó a ser su pres­i­dente, y murió en Méx­i­co en el año 1835, sin pis­ar Mara­cai­bo en los últi­mos 24 años de su vida.