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La hamaca, historia y origen

Emilio Acosta
Historiador y escritor
CEO de Venezuela Provincial

La hamaca es de aque­l­los ele­men­tos de época pre­colom­bi­na que fueron absorbidos en la cul­tura his­páni­ca, como parte del pro­ce­so de mes­ti­za­je has­ta el día de hoy.

En la may­or parte de los país­es his­panoaméri­canos des­de hace tiem­po y espe­cial­mente en regiones cál­i­das, rep­re­sen­ta un lugar tradi­cional para dormir.

La pal­abra «hamaca» es de ori­gen taíno, lengua indí­ge­na de la famil­ia arawak que se habla­ba por todo el ter­ri­to­rio de las Antil­las y en norte de Sur Améri­ca; el sig­nifi­ca­do de la hamaca en esta lengua es «red para pescado».

 

El almi­rante don Cristóbal Colón des­cubrió la hamaca durante su primer via­je en el archip­iéla­go de las Bahamas, un 17 de octubre de 1492, sólo cin­co días después de su lle­ga­da, hizo con­star sor­pren­di­do en su cuader­no de ano­ta­ciones la par­tic­u­lar­i­dad del obje­to: «camas (que) son como redes de algo­dón». Días después , el 3 de noviem­bre, escribiría: «redes en que dor­mían, que son hamacas».

El primero en describir­lo de for­ma detal­la­da es el cro­nista español Gon­za­lo Fer­nán­dez de Oviedo, para el año de 1537, en su obra His­to­ria Gen­er­al y Nat­ur­al de las Indias:

«Los indios duer­men en una cama que lla­man hamaca, que parece un tro­zo de tela con un teji­do abier­to y apre­ta­do, como una red… hecha de algo­dón… de unos 2,5 o 3 met­ros de largo, con muchas cuer­das de hilo de henequén en cada extremo que se pueden col­gar a cualquier altura. Son bue­nas camas, y limpias … y como el cli­ma es cáli­do no requieren ningu­na cubier­ta … y son portátiles para que un niño pue­da lle­var­la sobre el brazo».

El polémi­co Fray Bar­tolomé de Las Casas afir­mó que «dormir en ellas cosa es des­cansa­da» y que en el ver­a­no europeo «serían har­to estimadas».

Los indios Wayuu de la Gua­ji­ra, han desar­rol­la­do des­de tiem­pos ances­trales grandes téc­ni­cas para la con­fec­ción de las hamacas o chin­chor­ros destacán­dose por sus her­mosos dis­eños y vivos colores.

Las hamacas fueron adop­tadas por los españoles a medi­a­dos del siglo XVI como camas para la trip­u­lación de los gale­ones; inclu­sive la arma­da españo­la las uti­liza para dormir en cubierta.

Estas camas portátiles se usaron a bor­do de los bar­cos durante sig­los, ya que así se ahorra­ba espa­cio den­tro de las naves.


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