La nación de los enanos: los ayamanes
Henry Montero
Historiador
En 1557, apareció en Alemania la narración del primer viaje de Nicolás Féderman realizado a Venezuela en 1530. En él el teutón narraba, entre otros hechos significativos, haber descubierto una legendaria nación de enanos en tierra de los ayamanes
En su historia Indiana, Féderman narra que al tercer día “llegamos a una aldea de seis u ocho casas, que es la primera de la nación de los aborígenes Ayamanes, y que ellos se atemorizaron porque jamás habían visto hombres vestidos y barbados, y más aún en caballos”. Y continúa su relato diciendo que le envió un intérprete xidehara, que había llevado conmigo desde Hittova (actual Churuguara), lo cual sirvió para disipar su espanto y disponerle a la paz. Ellos nunca habían visto un hombre blanco y menos montado en un caballo.
“Después de hacer las “paces” con los mismos, llegamos a un borde de un río llamado Tocuo (Tocuyo) y me acampé porque ya era tarde… Después de haber cerca de una legua, llegamos a montañas tan abruptas (Parupáno, actualmente zona alta de Aguada Grande), que era difícil y peligrosa hacer avanzar los caballos”.

En su itinerario, nuestro narrador describe que entre los ayamanes habían unos enanos, quienes tenían muy pequeña estatura…” los mayores tenían cinco palmos de altura y muchos solo cuatro; eran, sin embargo, bien conformados y proporcionados”.
Féderman inclusive en su descripción hace referencia a un agasajo que recibió del cacicazgo de los enanos cuando le obsequiaron una hermosa enana, quien se puso a llorar, pensando que estaba siendo entregada al mismo demonio o fuerzas malignas. Conduje a la enana hasta Coro. Allí la dejé ya que según mi opinión, dice Federman, los indios no resisten las temperaturas frías de las zonas templadas.
Como puede observarse, Féderman y sus acompañantes se convirtieron en los primeros cronistas y narradores de nuestro paisaje y sus ascendientes y descendientes. Nuestra etnia ayamán sobrevive con el famoso baile ancestral de las Turas e inclusive existe una parroquia llamada: San Miguel de los Ayamanes.
Referencia Consultada
Leyendas de Venezuela. Antología de Mitos y Leyendas (2002). Edición. Laboratorio Valmorca y turismo Andino