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La primera motocicleta que llegó a Barquisimeto

Carlos Guerra Brandt
Cronista de la fotografía

Era el año de 1927 cuando una tarde tranquila se ve alterada con la conmoción general que produce un ensordecedor ruido que sembró el pánico por una de las principales calles dela Ciudad


Bar­quisime­to se ve escan­dal­iza­da al ver pasar por la antigua calle Lib­er­ta­dor una mon­u­men­tal moto­ci­cle­ta que moti­va el temor de todos dejan­do atrás una inmen­sa corti­na de espe­so humo lo cual hizo que los veci­nos salier­an a las aceras inmedi­ata­mente luego de su paso y recu­per­ar el sus­to provo­ca­do por aquel cabal­lo mecánico.

Lo que resultó ser todo un escán­da­lo y pasa­do un tiem­po cor­to se supo que aquel ani­mal de trac­ción mecáni­ca, que causaría tan­to temor en la silen­ciosa y tran­quila ciu­dad, que pertenecía al joven Pío Tamayo, figu­ra cono­ci­da en el mun­do de nues­tras letras y quien la adquiriría en Europa.

El joven Tamayo, dueño de este nove­doso apara­to lo con­du­jo des­de El Tocuyo has­ta Bar­quisime­to, desafian­do el infer­nal camino que unía la ilus­tre cap­i­tal moran­d­i­na con la cap­i­tal larense

Se cuen­ta que muchos cabal­los que en ese momen­to tran­sita­ban por la referi­da calle Lib­er­ta­dor pusieron en apri­etos a los jinetes dado que se encabri­taron al pararse sobre sus patas traseras tras espan­tarse al ver pasar este rui­doso motor.

Un suce­so lam­en­ta­ble ocur­rió en aque­l­la cuan­do el cono­ci­do agricul­tor Don Cesáreo Pérez Vilaró, a quien se le espan­tó la bes­tia que monta­ba moti­va­do del rui­do de la moto­ci­cle­ta del joven Tamayo, este ani­mal total­mente des­bo­ca­do tum­bó al hon­or­able caballero en la tan cono­ci­da esquina de El Baúl donde sufrió aporre­os gen­er­al­iza­dos y tuvo que ser aten­di­do de urgencias.

Aque­l­la tarde los veci­nos de Bar­quisime­to sin­tieron por primera la pres­en­cia vez del escan­daloso vehícu­lo de dos ruedas, even­to irri­tante que rep­re­sen­ta para la his­to­ria y las cróni­cas, todo un acon­tec­imien­to dig­no de rememorar.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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