CrónicasTodas Las Entradas

Las fotografías de Alva Pearsall en Puerto Cabello

Elvis López
Historiador
Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Estado Carabobo

Alva Pearsall se encuen­tra en la larga lista de fotó­grafos forá­neos que vis­i­taron a Puer­to Cabel­lo en el siglo XIX. 

Su tra­ba­jo, es descono­ci­do. Naci­do en 1839 en Brook­lyn-Nue­va York, se ini­ció en el ofi­cio des­de tem­prana edad, bajo la tutela de su tío, Townsend Duryea pio­nero de la fotografía en norte américa


Antes de los 20 años, ya dom­ina­ba varias téc­ni­cas, y esta­ba a car­go del estu­dio famil­iar. Tra­ba­jó por poco tiem­po en su ciu­dad natal, cuan­do se aven­turó en una larga trav­es­ía por Suraméri­ca. Le acom­pañaron en esta odis­ea, su her­mano Frank, tam­bién fotó­grafo y el actor de teatro Lewis Mor­ri­son. Aun cuan­do no se cono­cen may­ores datos de su itin­er­ario, se tienen noti­cias de su pres­en­cia en Curazao, Jamaica, Guyana, Suri­nam y Venezuela; de donde retornó a su país.

A Venezuela, llegó a medi­a­dos de 1864, y el 26 agos­to, luego de varias sem­anas de pub­li­ci­dad, abre en Cara­cas un salón con la fir­ma “Fotografía Pearsall Her­manos”. Algunos autores apun­tan, errónea­mente, que arribó un año después (1865). No obstante, el 28 de sep­tiem­bre de 1864, aparece una nota en “El Fed­er­al­ista” donde ofre­cen al públi­co tar­je­tas de vis­i­tas a 6 pesos por docenas. 

El establec­imien­to fotográ­fi­co era de primer orden, con­duci­do, según su pub­li­ci­dad, bajo el plan norte-amer­i­cano. Reunía todas las como­di­dades para obten­er retratos artís­ti­cos. Este local esta­ba ubi­ca­do en la esquina del Com­er­cio o Mer­caderes y la Gor­da con calle de Orinoco, atendía des­de la 8 am has­ta las 4 pm. Con­ta­ba con una ele­gante sala de recep­ción des­ti­na­da a exhibir los dis­tin­tos tra­ba­jos fotográ­fi­cos, uni­da a una alco­ba para el uso de las seño­ras. Ofrecían Retratos a óleo, a la agua­da, en tin­ta chi­na, y tar­je­tas de vis­i­tas, entre otros. 

Cabe destacar que en ese momen­to, coin­cidían en Cara­cas, los estu­dios de Less­man y Lane, ubi­ca­do en la calle de Carabobo, esquina de San Felipe y la Galería de Cristal de Pros­pero Rey en la esquina de la Pal­ma. Cada uno pro­mo­ciona­ba su arte, apo­s­tan­do a una estrate­gia de cos­to, tamaño, cal­i­dad, tiem­po de repro­duc­ción y can­ti­dad. Los pre­cios oscil­a­ban entre 3 a 7 pesos por producción.

Pero, “Pearsall Her­manos” mar­có la difer­en­cia en ese momen­to, su galería esta­ba integra­da por un equipo de tra­ba­jo de primera línea. Fotó­grafos de altísi­ma rep­utación tra­ba­jaron bajo sus órdenes, entre ellos a Fed­eri­co Vern­er de Nue­va York, el señor Mon­sieur L. Bou­dat, proce­dente de Paris y G. Milles, que había lab­o­ra­do a su vez con los señores Fredricks & Ca en Nue­va York. 

La pres­en­cia de Alva Pearsall en Puer­to Cabel­lo, primera­mente, estu­vo rela­ciona­da con la visi­ta que hiciera el Gral. Guzmán Blan­co para inau­gu­rar el tramo del fer­ro­car­ril en El Pal­i­to en febrero de 1866. Pos­te­ri­or a esa visi­ta, se cono­ció a través de la pren­sa, una nota donde expre­san a sus ami­gos y al públi­co en gen­er­al, el cierre en el mes de mayo, de sus galerías en Cara­cas y La Guaira, para vis­i­tar a Puer­to Cabel­lo y Valen­cia, antes de regre­sar nue­va­mente a Nue­va York.

De esta últi­ma estadía en Puer­to Cabel­lo, deseamos en algún momen­to ten­er may­ores detalles, pues sería ver­dadera­mente intere­sante con­tar con infor­ma­ción priv­i­le­gia­da de la his­to­ria fotográ­fi­ca de la ciu­dad, y el aporte que en su momen­to pudo haber deja­do el equipo itin­er­ante de Alva Pearsall en su paso por la urbe porteña.

Gra­cias a un rela­to apare­ci­do en la primera pági­na de El Fed­er­al­ista del 1° de mar­zo de 1866, hecho por alguien por un tes­ti­go ocu­lar que estu­vo pre­sente en Puer­to Cabel­lo y El Pal­i­to en el mis­mo día de la inau­gu­ración del fer­ro­car­ril; descono­ce­mos si se trató de Ricar­do Becer­ra redac­tor de ese per­iódi­co para la época, disponemos de los detalles de las cin­co vis­tas que eje­cutó Alva Pearsall en esa oportunidad.

La primera fotografía

De acuer­do a la expuesto, la primera foto rep­re­sen­tó el acto solemne de la ben­di­ción del paradero y los trenes, y se ve clara­mente al señor cura que lo eje­cutó, así como al inge­niero en jefe y rep­re­sen­tante en Venezuela de la jun­ta direc­ti­va de la com­pañía del Fer­ro­car­ril Cen­tral Fair­lie Gracechurh Street, y Domin­go Olavar­ría, en el mis­mo lugar donde poco después pro­nun­ció el dis­cur­so de apertura.

Pero, expli­ca que, en esa vista, el grupo de otras per­sonas era numeroso, y al primer des­ig­na­do de la Repúbli­ca, gen­er­al Guzmán Blan­co, se ve muy car­ga­do de som­bra. Esa fotografía, no gustó a Pearsall, y resolvió tomar otra vista, más clara; pero, como en ella no fig­uró el Ilus­tre Amer­i­cano, porque en ese instante esta­ba ofre­cien­do un dis­cur­so en la tien­da de cam­paña jun­to al Paradero, resolvió eje­cu­tar nue­va­mente otra toma, más cer­cana, ya no de la ben­di­ción, sino de un grupo, en cuyo cen­tro esta­ba el Gral. Guzmán.

Esa últi­ma resultó, según refiere, la más clara de las tres de El Pal­i­to en razón de la con­stan­cia, donde apare­cen en el retrata­do a la izquier­da del Gral. Guzmán Blan­co, el pres­i­dente de Carabobo ciu­dadano Mar­cos López, y a su derecha, después de algunos indi­vid­u­os cuyo nom­bre igno­ra, el inge­niero Mr. Fair­lie, el señor cura, y otros más. Detrás del grupo se ve la tien­da de campaña.

Las dos últi­mas fotografías de las cin­co tomadas, la cuar­ta rep­re­sen­ta el puente de Paso Real, o Puente Afuera, y la quin­ta un bote lle­va­do a remo por los alum­nos de la Escuela Náu­ti­ca de Puer­to Cabel­lo, y los vapores Albion, Mer­cante, y Maparari, de la Mari­na de Guer­ra venezolana.

Final­iza la expli­cación, expre­san­do “como nosotros fuimos tes­ti­gos ocu­lares de esas esce­nas, y vimos aquel puente, así como al bote tal como aparece en el recuadro a que nos refe­r­i­mos, ase­gu­ramos a nue­stros lec­tores que las vis­tas de Mr. Pearsall son muy fieles; pudi­en­do agre­gar que en la eje­cu­ción hay toda la clar­i­dad y exac­ti­tud apeteci­bles. Como tales la recomen­damos al público”.

Con­viene explo­rar el des­ti­no de las fotografías tomadas por Pearsall, ya que se tiene enten­di­do que, en el acto de inau­gu­ración, se tomaron exce­lentes fotografías, pero como no existía el pro­ce­so de impre­sión para las revis­tas, fue usa­do para ello las litografías; cor­re­spon­di­en­do ese tra­ba­jo a Ramón Bolet, edi­ta­do por Bolet Her­manos con la colab­o­ración de la litografía de Hen­rique Neun, Cara­cas, 1866 y pub­li­ca­da por el per­iódi­co “Museo Venezolano”.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *