Los orígenes de la fotografía en Carabobo
Luis Heraclio Medina Canelón M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo
Uno de los tantos aspectos olvidados de la historiografía en nuestro estado es el estudio de la fotografía. En Venezuela aparecen los primeros fotógrafos alrededor de 1860, cuando algunos viajeros captan las primeras tomas con sus antiguos aparatos de “androtipo” (que captaban la imagen positiva en una placa de vidrio), con el proceso de “colidión húmedo” y de “calcotipo” (negativo en papel). Luego, en 1864 se establece por primera vez en Caracas un fotógrafo: Federico Lessman y poco sucesivamente aparecen en la capital los estudios de Próspero Rey y Santiago Brito entre otros.
¿Pero quiénes son los primeros fotógrafos que pasan por Carabobo y quiénes los primeros que se establecen en nuestra provincia?
La fotografía más antigua captada en Valencia posiblemente sea autoría de Federico Carlos Lessmann Heibner, captada en el Puente Morillo, datada entre 1870 y 1875 según sostiene la reconocida institución “Archivo Fotografía Urbana”. Allí se observa una solitaria Calle Colombia, en la que todavía no había los rieles del tranvía, ni se observa cableado de ningún tipo. Apenas observamos un par de faroles, quizás de kerosene y media docena de vecinos posando para la cámara junto a un coche de bestia más arriba. Vecino de Caracas, Federico Carlos Lessmann pasaba largas temporadas en la capital carabobeña en la casa de su hermana Guillermina Lessmann que se había casado con un valenciano, el farmaceuta Pedro Teodoro Chazzim. El hogar de los Chazzim-Lessman quedaba en la calle Colombia, muy cerca de donde se tomó la primera fotografía de Valencia.
El padre de Federico Carlos Lessmann Heibner, Federico Carlos Lessmann Meder, es considerado el primer fotógrafo establecido en Venezuela, por allá por 1864. Aparte de la fotografía del Puente Morillo, C.F. Lessmann tiene otras dos fotografías de las más antiguas de Valencia captadas en 1895: Una que es una panorámica extraordinaria tomada desde la torre de la Catedral, en sentido Este-Oeste donde se aprecian los techos rojos de aquellas casas solariegas, el Circo-Teatro, la Caja de Agua y las tomas de cal de la serranía de la Guacamaya y finalmente otra captura desde el cerro El Calvario en sentido Oeste-Este, donde se aprecian El Morro, la Catedral, el Teatro Municipal y el Edificio de la Universidad, la Iglesia de San Blas, y las callecitas de entonces. Posiblemente muchas de las fotografías del Ferrocarril Caracas/Valencia sean de Lessmann.
Para diferenciarse de su padre, Federico Carlos firma sus fotografías “F.C. Lessmann” mientras que el padre sólo firma “F. Lessmann”. Pese a esto, muchos estudiosos de la fotografía confunden los trabajos de ambos fotógrafos.
Las referencias que tenemos del primer fotógrafo establecido en Valencia de manera formal son de Próspero Rey hijo, quien era hijo de un famoso fotógrafo del mismo nombre establecido en Caracas desde mediados del siglo XIX. Sus primeras fotos valencianas datan de 1890, de donde suponemos que ya para ese año estaba establecido entre nosotros.
Rey hijo tenía su estudio fotográfico en la Calle Colombia Nro. 140 (antigua nomenclatura) y su estudio se llamaba “Fotografía Artística Americana”. Rey se dedicó generalmente a los retratos en su estudio, de donde nos quedaron innumerables fotos de la sociedad valenciana de entre finales del siglo XIX y principios del XX, pero también el fotógrafo hizo unas excelentes tomas exteriores, entre las que destacan dos bellísimas fotografías del carnaval valenciano de 1890.
También es famosa la foto de los alumnos de medicina de la Universidad de Valencia momentos antes de practicar la disección de un cadáver en 1895, foto que por cierto fue premiada en la Exposición Internacional de Atlanta de ese año. También nos dejó fotos grupales del Colegio Don Bosco y de las antiguas casas campestres de Camoruco. Igualmente encontramos una foto suya de la construcción de los muelles del cercano Puerto Cabello.
Próspero Rey hijo también tuvo actividad ciudadana: Lo vemos en las Actas del Cabildo de Valencia en la segunda década del siglo XX como presidente del Concejo Municipal.
También existen unas antiguas fotografías de Valencia que fueron hechas con motivo de la inauguración del monolito de la Plaza Bolívar y datan de 1888, pero no tenemos certeza del autor. Del mismo modo encontramos un aviso en “El Cronista” de noviembre de 1905 donde se promocionaba “J.J. Benzo-Fotógrafo” quien “Hace finos retratos a un bolívar por cada tres tarjetas. Boyacá entre Libertad y Colombia”
Por su parte, en Puerto Cabello se estableció desde principios de siglo uno de los más importantes fotógrafos de la historia de Venezuela: el barinés Henrique Avril, considerado el primer reportero gráfico venezolano, ya que con sus cámaras a cuestas recorrió prácticamente todo el país.
Avril, que se había iniciado como retratista itinerante en Barquisimeto en 1888 época en que trabajaba viajando como retratista y hacía también de corresponsal independiente de la gran revista venezolana fines del siglo XIX y principios del XX “El Cojo Ilustrado”. Captó paisajes y realidades sociales a lo largo y ancho de la geografía nacional, pero quedó enamorado de Puerto Cabello y allí se radicó y formó familia con su esposa y asistente, la inseparable María de Lourdes Ugueto Padrón. No hubo paisaje o escena que escapara de su lente. Desde los estragos de la guerra y la pobreza, hasta los nuevos descubrimientos y adelantos de la ciencia que llegaban a Venezuela, pasando por las nuevas construcciones, autorretratos, fiestas populares, los indígenas, familias, etc. Especial dedicación le dio a su querido Puerto Cabello luego de la extinción del Cojo Ilustrado dejando unas imágenes extraordinarias del litoral carabobeño. Avril montó su estudio en Puerto Cabello, en inmediaciones del Teatro Municipal, desde donde trabajaba asistido por su esposa. Murió en los años 50.
Es justo mencionar a otro hombre que dejó varias de las mejores fotografías de Valencia de principios del siglo XX. Hiram Bingham, quien era un profesor universitario norteamericano, muy estudioso de la guerra de independencia suramericana, admirador de Bolívar y Páez, que vino a conocer en el sitio los lugares de la guerra, aunque es conocido mundialmente por ser el descubridor de las ruinas de Machupichu en Perú. También era un aventurero, explorador y fotógrafo y en 1906 hace su primer viaje de exploración a Suramérica viniendo a Venezuela a conocer la ruta de El Libertador. Una de sus primeras escalas fue Valencia y no lo dudó en montarse en la torre de la Catedral para hacer unas extraordinarias panorámicas de nuestra ciudad desde las alturas que hoy son admiradas por los estudiosos del pasado. También fue el primero que tomó las fotografías de los escenarios donde ochenta años antes se había librado la batalla de Carabobo.