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Los primeros meses de Jaime Lusinchi en la prensa

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y escritor
luisalbertoperozopadua@gmail.com
IG/TW: @LuisPerozoPadua

El país des­pertó aquel 2 de febrero de 1984 sum­i­do en una cri­sis pro­fun­da. Asumía el manda­to pres­i­den­cial el médi­co pedi­atra Jaima Lus­inchi (AD). Durante la últi­ma déca­da los vene­zolanos fueron tes­ti­gos de la lla­ma­da fiebre «sau­di­ta» de grandes exporta­ciones, abul­ta­dos pre­supuestos y via­jes de der­roches, pero la real­i­dad para el nue­vo gob­ier­no sería otra, que a juz­gar por los primeros meses de aquel año, el país esta­ba sobre una bom­ba de tiem­po al que se sum­a­ban los bajos ingre­sos petroleros y una bien cre­ci­da deu­da exter­na, obligan­do al Ejec­u­ti­vo nacional a ejercer ajustes e impon­er un mod­e­lo económi­co que impli­caría con­trol de cam­bios, entre otros.

El peri­odista José Rivas Rivas, en su His­to­ria con­ta­da por la Pren­sa, apun­ta que el 22 de diciem­bre de 1983, el diario El Nacional pub­licó en su primera pági­na que “Venezuela volvió al sis­tema de con­trol de cam­bios. El gob­ier­no de Betan­court para salir del «túnel de la rece­sión», hubo de acor­dar­lo como reme­dio hero­ico en una encru­ci­ja­da que altern­a­ba la fuga de divisas con la con­trac­ción de los pre­cios petroleros”.

Sem­anas antes del «viernes negro», el pres­i­dente Luis Her­rera, ase­guró que no habría deval­u­ación cal­i­f­i­can­do en su dis­cur­so a los ade­cos de «deval­u­a­cionistas» y «pro­fe­tas del desas­tre», pero el esce­nario inmedi­ata­mente pos­te­ri­or fue todo lo con­trario, cuan­do el 18 de febrero de 1983, anun­ció al país el fin de la libre con­vert­ibil­i­dad del bolí­var a 4.30, lo que sig­nificó su deval­u­ación en un 30%.

El últi­mo año de Her­rera tran­scur­rió así, las primeras sem­anas decem­bri­nas del año 83, entre 12,60 y 13 bolí­vares por dólar, en la primera sem­ana de mayo entre 9 y 10 y en la más tene­brosa de todas – una cualquiera de agos­to- entre 17 y 18, rep­re­sen­tan­do para el país un caos económi­co sin precedentes.

Algunos de los ros­tros del gabi­nete min­is­te­r­i­al de Jaime Lus­inchi. Foto: El Uni­ver­sal 2 de febrero de 1984

Lista filtrada por los medios

Venezuela supo por El Diario de Cara­cas, el 11 de enero de 1984, los nom­bres del gabi­nete pres­i­den­cial a través de una lista fil­tra­da por el CEN de Acción Democráti­ca. Solo fal­tan­do por des­ig­nar los despa­chos de Jus­ti­cia, Tra­ba­jo, Cul­tura y FIV, ofre­ci­dos a Edil­ber­to Moreno, Simón Anto­nio Paván, Igna­cio Irib­ar­ren Borges y Car­los Rafael Sil­va, respectivamente.

El pro­pio Lus­inchi tuvo que ofre­cer una con­fer­en­cia de pren­sa para aclarar la fil­tración del doc­u­men­to y rat­i­ficar los nom­bres de su tren ejec­u­ti­vo, hacien­do un inciso para anun­ciar que: Reinal­do Lean­dro Mora, será pres­i­dente del Con­gre­so y Hum­ber­to Cel­li, vicepres­i­dente de la Cámara de Diputados.

Rela­ciones Inte­ri­ores, Octavio Lep­age; Rela­ciones Exte­ri­ores, Isidro Morales Paúl; Hacien­da, Manuel Azpúrua Arreaza; Defen­sa, Gen­er­al Hum­ber­to Alcalde Álvarez; Fomen­to, Héc­tor Hur­ta­do; Edu­cación, Ruth Lern­er de Almea; Sanidad y Asis­ten­cia Social, Luis Manuel Man­zanil­la Sáez; Agri­cul­tura y Cría, Felipe Gómez Álvarez; Trans­porte y Comu­ni­ca­ciones, Juan Pedro del Moral; Energía y Minas, Arturo Hernán­dez Grisan­ti; del Ambi­ente los Recur­sos Nat­u­rales, Orlan­do Caste­jón; Desar­rol­lo Urbano, Rafael Martín Guédez; Infor­ma­ción y Tur­is­mo, Arman­do Durán; Juven­tud, Mile­na Sar­di de Selle; Sec­re­taría de la Pres­i­den­cia, Simón Alber­to Con­salvi; Cordiplan, Luis Raúl Matos Azó­car; para la Cien­cia, Luis Manuel Car­bonell; gob­er­nador del Dis­tri­to Fed­er­al, Carme­lo Lauría.

RECADI, foco de cor­rup­ción                                                              El diario EL IMPULSO de Bar­quisime­to, destacó en su primera plana del 11 de enero de 1984, “Fraude en RECADI es de 180 mil­lones”. La PTJ se encar­garía de las nuevas inves­ti­ga­ciones del caso, en donde ya estarían apre­sa­dos 3 fun­cionar­ios de la Ofic­i­na de Rég­i­men de Cam­bio Difer­en­cial, Reca­di; 10 exfun­cionar­ios y 7 inter­me­di­ar­ios en las nego­cia­ciones con dólares a 4,30. La operación se real­izó en 30 allanamien­tos real­iza­dos en el CCCT, Par­que Cen­tral y en el Cen­tro Com­er­cial El Marqués.

El pres­i­dente saliente Luis Her­rera Campins en fran­ca con­ver­sación con su suce­sor Jaime Lus­inchi en 1984

Escandalosa deuda pública

En El Uni­ver­sal del 3 de febrero de 1984, se leyó: “El gob­ier­no nacional adeu­da 70.000 mil­lones a los empre­sar­ios, la ban­ca, el agropecuario, el com­er­cio, la indus­tria y la construcción.

El Nacional, infor­mó el 7 de febrero, la des­ti­tu­ción del pres­i­dente del Ban­co Cen­tral de Venezuela: “El Pres­i­dente Jaime Lus­inchi fir­mó anoche un decre­to para remover de su car­go a Leopol­do Díaz Bruzual como pres­i­dente del Ban­co Cen­tral de Venezuela y designó en su lugar a Ben­i­to Raúl Losada”.

El Uni­ver­sal, del 8 de febrero, destacó en sus tit­u­lares: “El doc­tor Leopol­do Díaz Bruzual denun­ció ayer que su des­ti­tu­ción como pres­i­dente del BCV es el resul­ta­do de las pre­siones que sobre el Gob­ier­no ejercieron los intere­ses económi­cos a los que él se ha opuesto y que todo el mun­do conoce”.

Y el mis­mo medio de comu­ni­cación, plas­mó en su por­ta­da del 9 de febrero que Lus­inchi redu­jo a su mín­i­ma expre­sión la direc­ti­va de PDVSA. El acto de jura­mentación se desar­rol­ló la noche del 8, en Miraflo­res. El nue­vo equipo que diri­girá la indus­tria petrol­era está pre­si­di­do por Brígi­do Nat­era y el acto deter­mi­na la remo­ción de Hum­ber­to Calderón Berti, quien protestó enér­gi­ca­mente la medida.

Por su parte, Brígi­do Nat­era, una vez eval­u­a­do el informe de entre­ga de PDVSA, expresó en con­fer­en­cia de pren­sa: “Reci­bo una indus­tria petrol­era en esta­do de bue­na salud y sin com­pli­ca­ciones financieras”. (El Uni­ver­sal 11 de febrero de 1984).

Nuevos precios de la gasolina

Los prin­ci­pales medios de comu­ni­cación impre­sos del país pub­li­caron en su primera pági­na del 25 de febrero de 1984, el anun­cio del jefe del Ejec­u­ti­vo Nacional, pre­cisan­do que la gasoli­na aumen­taría su valor.

El Nacional desplegó a seis colum­nas que el pre­cio de la gasoli­na aumen­tará a 0,80 bolí­vares por litro la de bajo octana­je y a 1,20 la de alto octana­je. La de bajo octana­je aumen­ta en 166,66 por cien­to y la de alta en 20 por cien­to, medi­da que entraría en vig­or el 17 de mar­zo de ese mis­mo año (1984), con finan­ciamien­to por parte de PDVSA, a todas las gaso­lin­eras del país.

Octana­jes   83   87    89     91  95
Pre­cio actual  0,30 0,53 0,65 0,76  1,00
Nue­vo precio  0,80 0,93 1,00 1,06 1,20

Por otra parte, este rota­ti­vo, con fecha 13 de abril infor­mó que diri­gentes políti­cos de la oposi­ción cal­i­fi­caron de «inútil e innece­sario» el proyec­to de Ley que otor­ga al pres­i­dente fac­ul­tades espe­ciales para adop­tar medi­das económi­cas y leg­is­lar con carác­ter extra­or­di­nario para enfrentar la cri­sis financiera. Sólo los par­la­men­tar­ios de AD y URD esta­ban con­testes con el proyecto.

Escasez de alimentos

El Nacional rev­eló el 2 de junio de 1984, la grave cri­sis de escasez como la leche en pol­vo y algunos de sus deriva­dos. “La leche en pol­vo y la pas­teur­iza­da siguen prác­ti­ca­mente desa­pare­ci­das en los expen­dios de ali­men­tos pese a que la importación no se ha detenido, ya que las dis­tin­tas plan­tas han redobla­do la producción”.

Por su parte, los ganaderos lla­maron a la «sin­ceración de los cos­tos y los pre­cios», algo que fue nega­do de plano por el gob­ier­no. “Esta sem­ana se dijo que el litro de la pas­teur­iza­da podría subir entre 4,50 y 5,50 y la lata de pol­vo de un kilo entre 35 y 41 bolí­vares”. Un equipo repor­ter­il de El Nacional inves­tigó que el pote de leche en Colom­bia se vende a 70 y 90 bolí­vares y el litro de la pas­teur­iza­da en el Caribe vale 8 bolí­vares, por tal razón el desabastecimiento.

Con­tra­ban­do de Oro
El 17 de junio de 1984, El Nacional daba la exclu­si­va al país que unos 400 mil­lones de dólares en oro salían anual­mente de Venezuela para ser com­er­ci­a­dos en el mer­ca­do inter­na­cional por empre­sas trasna­cionales, al mis­mo tiem­po que alar­man­te­mente la Guardia Nacional admi­tió ante el Con­gre­so que no hay un efec­ti­vo con­trol sobre esa impor­tante fuga de divisas. Esta cróni­ca inmor­tal­iza­da por la pren­sa nos obliga escu­d­riñar el pasa­do y con­trastar­lo con la actu­al real­i­dad, en donde además podemos inferir, de dónde proviene todo el hor­ror de este ter­rorí­fi­co pre­sente sin final. Hay quienes pro­fe­san que la his­to­ria es cíclica. 
Fuente: Historia Gráfica de Venezuela: una historia contada por la prensa. Gobierno de Jaime Lusinchi 1984-1989. Tomo XVI Compilación de José Rivas Rivas. Centro Editor C.A., Caracas 2015
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