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Miranda fue un apasionado de los libros

 

Ines Quintero
Historiadora
Directora de la Academia Nacional de la Historia

 

Fran­cis­co de Miran­da fue un apa­sion­a­do de los libros. Lec­tor voraz, se ocupó durante toda su vida de reunir una extra­or­di­nar­ia bib­liote­ca. Los hijos del Gen­er­alísi­mo inten­taron vender su bib­liote­ca pero al final­mente no se pudo conc­re­tar el trámite


Cuan­do estu­vo en España, al salir de Venezuela, Miran­da hizo su primera colec­ción que perdió cuan­to se fue a La Habana y después a Esta­dos Unidos. En cada via­je uno de sus gas­tos fijos era en libros, com­pran­do nue­va­mente los que había perdido. 

En su gran via­je por el “gran libro del Uni­ver­so” adquir­ió mar­avil­las de todo tipo: poesía, lit­er­atu­ra, geografía, enci­clo­pe­dias, his­to­ria, cam­pañas mil­itares, arte, dic­cionar­ios, cur­sos de físi­ca, trata­dos de arqui­tec­tura, epis­to­lar­ios, filosofía y mucho más, en los más vari­a­dos idiomas. Los que no podía lle­var con­si­go los envi­a­ba a Londres.

Dispuso que fueran a la UCV

Cuan­do el gen­er­alísi­mo se instaló final­mente su su casa en el No. 27 de Grafton Street, logró reunir una bib­liote­ca de 6000 ejem­plares. En su tes­ta­men­to dis­pu­so que sus clási­cos grie­gos y lati­nos fue­sen a la bib­liote­ca de la Uni­ver­si­dad de Caracas. 

Cuan­do fal­l­e­ció en 1816, el prin­ci­pal pat­ri­mo­nio era su bib­liote­ca. Sus hijos inten­taron vender­la a la Repúbli­ca de Colom­bia, pero no fue posi­ble. El des­ti­no final de esta fab­u­losa bib­liote­ca fue su liq­uidación en sub­as­ta públi­ca para pagar deu­das. Un espan­to. Sólo se sal­varon los libros que donó a la universidad. 

El pro­pio Miran­da había hecho un catál­o­go, de su puño y letra, de la total­i­dad de sus libros. El man­u­scrito orig­i­nal está en el Museo Británi­co en Lon­dres. Un estu­dio por­menoriza­do de este catál­o­go fue real­iza­do y pub­li­ca­do por Arturo Uslar Pietri y Pedro Gras­es. La desapari­ción de su bib­liote­ca con­sti­tuye, sin duda, una pér­di­da irreparable.

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

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