Simón Bolívar estuvo en Cabudare
La mañana del 10 de noviembre de 1813, Simón Bolívar entró a Cabudare seguido del Ejército Libertador luego de haber establecido el Cuartel General en la localidad de Gamelotal el día 8.
Al despuntar el alba del día 9, las tropas libertadoras se encaminan hasta Los Rastrojos, en donde pernoctan y trazan las estrategias para salir al encuentro de Tierritas Blancas o Batalla de Barquisimeto, con los nuevos agregados al ejército Cristóbal Palavecino y José Gregorio Bastidas.
El cronista Eliseo Soteldo, anota que desde Cabudare se divisaba El Campamento, edificio en donde estaban fortificadas las fuerzas enemigas.
El Libertador reunió sus tropas bajo la fronda del histórico jabillo real, a orillas de la quebrada Tabure, estratégico lugar que le permitió trazar el encuentro armado con los realistas.
A juicio del historiador cabudareño Juan de Dios Meleán, apunta en su ensayo publicado en 1883, que: “Al amanecer del día 10 de noviembre de 1813, el Libertador Simón Bolívar, que marchaba sobre Barquisimeto, con un grande y aguerrido ejército, y que había pernoctado en Los Rastrojos, hizo su entrada a Cabudare en medio del general contento de sus hijos, que desde la víspera habían salido a su encuentro, adornando sus sombreros con divisas tricolores: que habían ya obsequiado al caudillo de los libres con todos sus recursos de que podían disponer; …Dícese que el Libertador al leer en Los Rastrojos la representación de los cabudareños, exclamó: ‘No, no es posible que la tiranía pueda llegar a tanto’.
Al llegar a Cabudare, cuando un pobre anciano le mostró con lágrimas, su casa recientemente destruida por los esbirros del absolutismo, ordenó la marcha apresurada del ejército; y desmontándose de su corcel debajo de la ceiba que todavía existe cercana al puente San Nicolás, en la calle de San Juan, dictó y firmó, inspirado por el dios de la justicia y la libertad, un corto pero elocuente decreto, erigiendo a Cabudare en Parroquia Civil”.
Meleán asegura que el regocijo de los vecinos de Cabudare fue tal que “con lágrimas de gozo y gratitud, y con vivas entusiastas al Libertador y a la América libre, muchos siguieron al ejército que, a las pocas horas, libró la batalla de Barquisimeto”.
Bolívar salvó su vida en Cabudare
El historiador Rafael María Baralt cita: “Desde allí (desde la ceiba de Cabudare) se descubría el sitio llamado El Campamento, que es una gran casa situada en el extremo oriental de la ciudad”.
Soteldo añade que las fuerzas republicanas disponían de 1.200 hombres de infantería, algo más de 100 integraban la caballería y dos piezas de artillería.
“El enemigo era muy superior y en todas las armas tenía 2.000 hombres de infantería, 500 de caballería y 9 cañones”.
Un revés inesperado cuando se estaba ganando la batalla generó desorden en las tropas: el toque de corneta uno, diez y seis, (retirada) se dejó escuchar, cesando el encarnizado fuego para emprender el repliegue, que fue aprovechado por Oberto, uno de los comandantes realista, y ningún esfuerzo del Libertador y de Urdaneta, evitó la derrota.
Señala Soteldo que los derrotados tomaron el camino de Cabudare, y fueron salvados de la persecución por la oportuna llegada al sitio de Tarabana, del Escuadrón Dragones de Rivas Dávila y Cristóbal Palavecino.
No hubo tal decreto
El doctor Ambrosio Perera, refiere que “durante la Colonia no existieron jamás tales parroquias civiles. Sólo se reconocía carácter civil a las parroquias eclesiásticas que existían previamente entonces”.
El investigador Francisco Cañizales Verde, refiriendo a Perera, añade que Cabudare, “De simple caserío que era a fines del siglo XVIII, alcanzó en 1818, categoría de parroquia Eclesiástica, que viene a ser la cédula territorial de la nación”.
Retomarán la fecha
Después de 17 años, el cabildo cabudareño acordó retomar el 10 de noviembre de 1813, como fecha emblemática para la entidad municipal, que del decir del cronista Américo Cortez, es la efemérides más importante de la historia local, toda vez nos
visitó el hombre más grande de América.
Acordó el ayuntamiento celebrar la fecha con una sesión especial bajo la sombra de la histórica ceiba con el cronista de Agua Viva, José Luis Sotillo, como orador de orden, evento presidido de actividades culturales con escolares de los planteles educativos próximos a la bucólica capilla del Nazareno y el Parque Ezequiel Bujanda.
Luis Alberto Perozo Padua
Fuente: Eliseo Soteldo. Anotaciones Históricas de la Ciudad de Barquisimeto1801-1854. Tipografía Aguilera Barquisimeto
Rafael María Baralt. Resumen de Historia de Venezuela, T. II, pp 201–202
Día de Cabudare, Reseña Histórica. Francisco Cañizales Verde y Julio Álvarez. Cabudare 1991