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Teresita Carreño ¿una espía venezolana frente al paredón?

 

Luis Heraclio Medina Canelón
Historiador

MUCHO SE HA ESCRITO sobre la actividad musical de la famosa pianista, cantante y compositora  venezolana Teresa Carreño, pero hay aspectos de su vida familiar que son muy interesantes, que son desconocidos para la mayoría de  la gente. 

La vida de la Car­reño, para su tiem­po (segun­da mitad del siglo XIX) era con­sid­er­a­da algo inestable y con­tro­ver­ti­da: a su primera hija, la aban­donó en manos de una ami­ga para poder irse de giras de concier­tos, final­mente la ami­ga  ter­minó adop­tán­dola; se casó en cua­tro opor­tu­nidades, se divor­ció tres veces y dos de sus mari­dos eran her­manos, cosa que quizás hoy no sea tan lla­ma­ti­va, pero en aque­l­la época causó gran escán­da­lo. Aparte de eso se vio inm­er­sa en algunos pro­ce­sos judi­ciales y que­bró económi­ca­mente más de una vez y dos de sus hijos fueron encar­ce­la­dos acu­sa­dos de ser espías alemanes. 

Teresita era venezolana

Pero lo que nos lle­va a escribir hoy es sobre su hija favorita: Tere­si­ta, hija de su segun­do mat­ri­mo­nio con  el norteam­er­i­cano Gio­van­ni Tagli­api­etra. Tere­si­ta, naci­da en 1882 en Esta­dos Unidos, lle­va por nom­bre Tere­sa Car­reño Tagli­api­etra (tam­bién lo escriben Tere­sa Tagli­api­etra Carreño). 

Por ser hija de vene­zolana, Tere­si­ta tuvo la nacional­i­dad venezolana

Tere­si­ta fue a vivir jun­to a su madre a Ale­ma­nia, en 1889, donde hace sus primeros estu­dios y aprende a hablar per­fec­ta­mente el alemán, mien­tras su madre tiene sus primeros tri­un­fos de res­o­nan­cia inter­na­cional que la con­sagran como una con­certista de tal­la inter­na­cional.  Allí su madre con­trae su ter­cer mat­ri­mo­nio con el pianista y com­pos­i­tor de nacional­i­dad ale­m­ana Eugen D”Albert.  Mien­tras que Tere­si­ta hace sigue los pasos de su madre como promi­nente pianista en el exi­gente ambi­ente musi­cal de Berlin. Tal es el orgul­lo que siente Tere­sa por Tere­si­ta que es al úni­co de sus hijos que le ded­i­ca una de sus obras: el vals “Mi Tere­si­ta”, una de las pocas obras que se con­ser­van grabadas inter­pre­tadas por la artista.

La Primera Guerra Mundial

Tere­si­ta comien­za a bril­lar con luz propia y real­iza sus primeros concier­tos y giras por el con­ti­nente europeo, pero en 1.914 estal­la la primera guer­ra mundi­al.  Aun así, no se inter­rumpe la activi­dad cul­tur­al en Europa y con cier­tas lim­ita­ciones cau­sadas por la guer­ra, madre e hija real­izan cada una sus propias giras recor­rien­do por tren o por bar­co diver­sos país­es en con­flic­to.  Los via­jes de las dos extran­jeras por Europa cau­san reit­er­ada­mente la sus­pi­ca­cia de los ele­men­tos de seguri­dad de los país­es en guer­ra, ya que se sospecha de  espías por todas partes y reina una para­noia del sab­o­ta­je y el espi­ona­je por toda Europa. 

Cen­tenares de per­sonas, espe­cial­mente extran­jeros son apre­sa­dos, enjui­ci­a­dos y fusila­dos acu­sa­dos de espías en Europa, espe­cial­mente en Fran­cia, que trata­ba de jus­ti­ficar sus der­ro­tas en el cam­po de batal­la de algu­na man­era.  Se recuer­dan var­ios casos famosos, como el de la baila­r­i­na exóti­ca Mata Hari, el aven­turero Bolo Pacha, que tuvo vin­cu­la­ciones con Román Del­ga­do Chal­baud, y que trató de nego­ciar la deu­da de Venezuela con el gob­ier­no del gen­er­al Juan Vicente Gómez, entre otros.  Todavía hoy se dis­cute sobre la inocen­cia de muchos de esos fusilados.

Teresita al paredón

En agos­to de 1914, en uno de esos via­jes el vapor francés en que se trasla­da Tere­si­ta rum­bo a Mar­rue­cos al hac­er escala en Argelia (para la época colo­nia france­sa), el buque galo es ata­ca­do por las naves de guer­ra ale­m­ana Goeben y Bres­lau , que pos­te­ri­or­mente bom­bardean el puer­to de Bona (actual­mente cono­ci­da como Anna­ba).  En Bona ocur­ren serios dis­tur­bios al rebe­larse los árabes con­tra los france­ses y reina el caos. 

En ese con­flic­to, Tere­si­ta es vista hablan­do en alemán con un ger­mano, lo que inmedi­ata­mente lla­ma la aten­ción de las autori­dades locales quienes apre­san y reg­is­tran a la muchacha, quien en su pas­aporte pre­sen­ta innu­mer­ables entradas y sal­i­das de Ale­ma­nia, asimis­mo le encuen­tran gran can­ti­dad de cor­re­spon­den­cia remi­ti­da des­de Ale­ma­nia y pape­les ban­car­ios ale­manes lo que la con­vierte inmedi­ata­mente en sospe­chosa de espi­ona­je.  Tere­si­ta es encar­ce­la­da, acu­sa­da de un deli­to que con­ll­e­va como cas­ti­go la pena de muerte: el espi­ona­je a favor de una poten­cia ene­mi­ga en tiem­pos de guer­ra. Sus doc­u­men­tos son ale­manes y no puede demostrar su nacional­i­dad norteamericana.

Arturo Tagli­api­etra
Gio­van­ni Tagliapietra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En un juicio sumario la Car­reño es con­de­na­da a muerte. Tres lar­gos meses pasa Tere­si­ta Car­reño en el cadal­so a la espera del paredón de fusil­amien­to, mien­tras que su padre y su padras­tro, los her­manos Gio­van­ni y Arturo Tagli­api­etra apelan a la nacional­i­dad norteam­er­i­cana de la chi­ca ante las autori­dades esta­dounidens­es.  El 14 de diciem­bre de 1.914 era la hora fija­da para la ejecución. 

Recibió los últi­mos sacra­men­tos de un sac­er­dote, pero el día fija­do para el fusil­amien­to, horas antes de enfrentar el paredón, llegó la nota de con­mutación de la pena del gob­ier­no francés: final­mente medi­ante la inter­ven­ción del cón­sul norteam­er­i­cano en Argel  y del emba­jador norteam­er­i­cano en Ale­ma­nia, Mr. James W. Ger­ard, se logra que el gob­ier­no francés con­mute la pena y ordene la lib­eración de nue­stro per­son­aje, quien es expul­sa­da a Pal­ma de Mal­lor­ca, de donde se trasla­da has­ta Barcelona.  Tere­si­ta ha queda­do con los nervios destroza­dos, luego de verse a pun­to de ser eje­cu­ta­da y la famil­ia la hace tratar con un psiquia­tra en Lau­sanne, Suiza, has­ta que se recu­pera. Poco tiem­po después, todavía durante la guer­ra (1917) muere su madre Tere­sa Carreño.

Madre e hija: Tere­sa y Tere­si­ta Carreño

 Las vin­cu­la­ciones de las Car­reño con Ale­ma­nia son indis­cutibles: Tere­si­ta se educó des­de muy joven en ese país y allí había pasa­do gran parte de su vida, el padras­tro durante su niñez fue alemán, los nego­cios de la famil­ia y las cuen­tas ban­car­ias eran de ban­cos ale­manes, por lo que es lógi­co pen­sar que sus sim­patías estu­vier­an al lado de Ale­ma­nia.  Aho­ra bien, el hecho de que hubiera efec­ti­va­mente servi­do de fuente de infor­ma­ción al gob­ier­no del káis­er es algo que per­manece en lo ocul­to de la historia.

Tere­si­ta Car­reño  Tagli­api­etra después de tan traumáti­cos even­tos no tuvo mucha fig­u­ración públi­ca, posi­ble­mente quedó trauma­ti­za­da y no quiso pre­sen­tarse públi­ca­mente en ningún concier­to. Se casó con el mil­i­tar británi­co Eustace William  de Blois y habría muer­to en Venezuela. Su hijo fue el músi­co Anto­nio (Tony) Eugene Blois Car­reño, dis­cípu­lo del mae­stro Vicente Emilio Sojo, fal­l­e­ci­do pre­mat­u­ra­mente en un acci­dente de trán­si­to en un ral­ly entre Puer­to La Cruz y Ciu­dad Bolí­var en 1957. El her­mano de Tere­si­ta, Gio­van­ni, tam­bién estu­vo pre­so en Fran­cia, pero fue lib­er­a­do por fal­ta de pruebas.

 


Para leer más:

Clemente Travieso, Car­men, “Tere­sa Careño (1853–1917). Colec­ción Tra­zos y Testimonios.Serie Biografías. Fun­dación Edi­to­r­i­al Per­ro y Rana. Caracas.

Rojo, Vio­le­ta “Tere­sa Car­reño, una biografía autoref­er­en­cial” Uni­ver­si­dad Simón Bolí­var. División de Cien­cias Sociales y Humanidades. Depar­ta­men­to de Lengua y Lit­er­atu­ra. 2006

Yanes Oscar, “Memo­rias de Arman­di­to” Edi­to­r­i­al Plan­e­ta, Cara­cas, 2007

http://lapaginadeteresa.blogspot.com/2016/06/teresa-carreno-y-la-primera-guerra.html

http://159.90.80.55/tesis/000147104.pdf

http://search.ancestry.it/cgi-bin/sse.dll?uidh=000&rank=1&new=1&so=3&msT=1&gsln=Tagliapietra&gss=angs‑c&MSAV=1&cp=0&cpxt=0&catBucket=rstp&sbo=t&gsbco=Italia&gl=42&gst=&ghc=20&fh=220&pgoff=11&noredir=true

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