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Venezuela fue colonia alemana durante 18 años

Luis Alberto Perozo Padua
Periodista
luisalbertoperozopadua@gmail.com
En Twitter @LuisPerozoPadua

Entre 1528 y 1546, por espacio de 18 años, los integrantes de una poderosa firma comercial alemana, le fue adjudicada la naciente Provincia de Venezuela, un vasto territorio emplazado en el norte del mar Caribe, reciente descubrimiento de la corona española


Para 1528, la coro­na de España tenía serios prob­le­mas con la liq­uidez de sus arcas y una deu­da escan­dalosa ‑a cam­bio de la corona‑, con los ban­queros de Augs­bur­go, que ascendía a lo que hoy serían unos US$25 mil­lones, por lo que procu­ra un tra­to con los Welser (Belzares), prin­ci­pal financista, una famil­ia de ban­queros que ya comen­z­a­ba a impor­tu­nar con las obliga­ciones vencidas.

A los Welser se les con­cedió unos 900 kilómet­ros de ter­ri­to­rio, límites definidos por el Cabo de la Vela (la actu­al fron­tera con Colombia)

Pero los Welser no sola­mente eran poderosos ban­queros, sino que disponían de toda una red de fac­torías y de agentes que se extendía por todo el con­ti­nente europeo, ded­i­ca­dos a com­er­ciar hilos ital­ianos, escan­di­navos e ingle­ses, con espe­cias ori­en­tales, plan­tas med­i­c­i­nales, col­orantes, joyas, pieles, imple­men­tos agrí­co­las y man­u­fac­turas para el hog­ar. Además eran exper­tos armadores, lo que les ase­gura­ba un lugar promi­nente en ese apeteci­ble ramo de la indus­tria marítima.

El rey Car­los I, que tam­bién era emper­ador del Impe­rio Romano Ger­máni­co (bajo el títu­lo de Car­los V) imposi­bil­i­ta­do de liq­uidar la deu­da, con­cedió a Bar­tolomé Welser y su famil­ia ‑por cua­tro años‑, una por­ción de tier­ra en el Nue­vo Mun­do, la ocu­pación, gob­ier­no y usufruc­to del ter­ri­to­rio que ya se conocía como Venezuela, especi­ficán­doles: “Cóbrense de lo que logren sacar­le a aque­l­la comar­ca y déjen­me en paz”.

Bar­tolomé Welser, El Viejo, la cabeza de la poderosa famil­ia de ban­queros y com­er­ciantes ale­manes que col­o­nizó Venezuela por casi dos décadas

Qué disponía el acuerdo

A los Welser se les con­cedió unos 900 kilómet­ros de ter­ri­to­rio, límites definidos por el Cabo de la Vela (la actu­al fron­tera con Colom­bia) por el Oeste, y el Cabo de Mara­ca­pana por el Este (cer­ca de la ciu­dad de Barcelona). Varias islas cer­canas a la cos­ta quedaron tam­bién bajo juris­dic­ción de los alemanes.

En la cita­da región a ocu­par, fun­darían dos ciu­dades, y varias igle­sias para favore­cer “en todo lo posi­ble a los misioneros españoles”. Asimis­mo con­stru­irían tres for­t­alezas des­de las cuales se orga­ni­zarían las expe­di­ciones para bus­car el cod­i­ci­a­do dorado.

La expe­di­ción con­tó con “400 marineros ale­manes”: 300 sol­da­dos reclu­tas españoles y 100 ale­manes que acom­pañarían al gob­er­nador Alfinger

El tra­to tam­bién cedía el dere­cho de intro­ducir al país gana­do cabal­lar y les eximía del impuesto sobre la sal. Tam­poco pagarían arance­les sobre la intro­duc­ción de man­u­fac­turas, cono­ci­do como “el almo­jar­i­faz­go” y ten­drían “bode­ga libre” para apro­vi­sion­ar sus buques en las atarazanas de Sevil­la. Igual­mente les dio fac­ul­tad para esclavizar a todos los aborí­genes que se mostrasen rebeldes y la importación de esclavos de ori­gen africano, que fueron unos 4.000, para explotar las minas de met­ales preciosos.

El ensay­ista Ibsen Martínez, en su for­mi­da­ble artícu­lo Welser, para el Diario El País,  pre­cisa que el tra­to cel­e­bra­do entre la coro­na y los nuevos dueños de Venezuela, deter­mina­ba que por los met­ales pre­ciosos “que arran­casen a la tier­ra no pagarían el acos­tum­bra­do quin­to real sino un déci­mo durante los primeros 4 años. A par­tir de entonces, pagarían un noveno anu­al, luego un octa­vo anu­al, y así, has­ta lle­gar al quin­to de ley después de diez años de explotación”.

Car­los V con los Fug­ger en Augs­bur­go, en una pin­tu­ra del sigo XVI

Has­ta la muerte por El Dorado

Para la aven­tu­ra expe­di­cionar­ia los Welser nom­braron al explo­rador alemán Ambrose von Alfin­ger, gob­er­nador de la Provin­cia de Venezuela, quien ya era rep­re­sen­tante com­er­cial de los ban­queros en la isla de La Españo­la (hoy Repúbli­ca Domini­cana y Haití).

La expe­di­ción con­tó con “400 marineros ale­manes”: 300 sol­da­dos reclu­tas españoles y 100 ale­manes que acom­pañarían al gob­er­nador Alfin­ger a recono­cer todo el ter­ri­to­rio de las Indias, la Sier­ra de Per­i­já has­ta las tier­ras del río Mag­dale­na, en Colombia.

En 1529, fundó la vil­la de Mara­cai­bo, pero no logró encon­trar las can­ti­dades de oro que los ban­queros habían pre­vis­to y en su enfebre­ci­da osadía por el Dora­do, recibió un flec­ha­zo mor­tal en la gar­gan­ta, en el sitio de Chi­ta­co­mar, en el ter­ri­to­rio inde­pen­di­ente de los chitareros, una tribu hoy extin­ta. Alfin­ger fal­l­e­ció en 1533. Fue reem­plaza­do por Georg von Spey­er, quien no tuvo mejor suerte y luego de tres años cor­rerías desas­trosas, en 1539, renun­ció y al año sigu­iente murió.

Una suce­sión de expe­di­ciones fal­l­i­das ocur­rió en la búsque­da de El Dora­do, y la may­oría de los con­quis­ta­dores ale­manes fal­l­ecieron a causa de fiebres palúdi­cas o en enfrentamien­tos con las tribus indígenas.

Un dibu­jo de 1560 que mues­tra a von Hut­ten (cen­tro) y a su ante­cesor, von Spey­er (derecha)

Notable­mente diez­ma­da la aven­tu­ra ale­m­ana, el pro­pio heredero de la acau­dal­a­da Casa Welser, tam­bién lla­ma­do Bar­tolomé, llegó a Venezuela en 1540 para sumarse a una larga expe­di­ción orga­ni­za­da por el ter­cer gob­er­nador alemán de la región: Philipp von Hut­ten, hijo de un bur­go­maestre, quien se aden­tró a la deses­per­a­da búsque­da en el inte­ri­or del con­ti­nente, con 100 hom­bres, entre ale­manes, españoles y criol­los, en direc­ción a Colom­bia, por las rib­eras del río Casanare, en los llanos occi­den­tales, cau­san­do gran agitación y des­or­den a su paso. La expe­di­ción se alargó cin­co años.

Agrava­do los prob­le­mas, el rey Car­los V nom­bró a Juan de Car­va­jal como gob­er­nador interi­no y lo envió a San­ta Ana de Coro, la cap­i­tal de la colo­nia ale­m­ana. Cuan­do los exten­u­a­dos expe­di­cionar­ios regre­saron a Coro en 1546, fueron juz­ga­dos y eje­cu­ta­dos por un regi­dor de la Real Audi­en­cia comi­sion­a­do des­de San­to Domingo.

Car­va­jal sugir­ió al regi­dor la eje­cu­ción de los aven­tureros, quien encar­gó a un escla­vo cor­tar­les las cabeza con un machete «y como el instru­men­to tenía emb­o­ta­dos los filos con la con­tin­uación de haber servi­do en otros ejer­ci­cios más groseros, con pro­lon­ga­do mar­tirio acabaron con la vida aque­l­los des­dicha­dos, más a las repeti­ciones del golpe que al corte de la cuchilla».

Con­suma­do el juicio, el monar­ca español dio por ter­mi­na­do el acuer­do ini­cial de cua­tro años con los Welser, por incumplim­ien­to de con­tra­to de arren­damien­to, los cuales se trans­for­maron en 18, entre saqueo y muertes, con­cluyen­do así la expe­ri­en­cia colo­nial ale­m­ana en América.

IMAGEN DESTACADA: Mapa que mues­tra las divi­siones colo­niales en el Nue­vo Mun­do, en 1538. En verde se ve la Provin­cia de Venezuela (tam­bién lla­ma­da Provin­cia de Caracas)

Fuente:
Ibsen Martínez. Welser. El País

https://elpais.com/elpais/2020/02/24/opinion/1582574169_784893.html
Reinal­do Rojas. His­to­ria Social de la región de Bar­quisime­to en el tiem­po históri­co colo­nial 1530–1810. Bib­liote­ca Nacional de la His­to­ria. Cara­cas 1995
ABC His­to­ria. La his­to­ria olvi­da­da de cómo Venezuela fue ven­di­da por Car­los V a los ban­queros alemanes
https://www.abc.es/historia/abci-historia-olvidada-como-venezuela-vendida-carlos-banqueros-alemanes-201611180346_noticia

CorreodeLara

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