Yaracuy, génesis de una provincia venezolana
Mario R. Tovar G.
Historiador y escritor
“Venimos de una larga historia en donde los dos extremos
de lo humano han estado permanentemente de la mano.”
Alirio Pérez Lo Presti. El Universal (15–03-2021).-
Tradicionalmente el Día de Yaracuy se venía conmemorando cada 19 de marzo por sobrados motivos históricos, pero desafortunadamente hace un tiempo atrás fue cambiada por las autoridades gubernamentales para el 28 de marzo, alegando someras razones que un amplio sector de la población yaracuyana no comparte. En razón de ello, sirva este importante espacio, para esbozar algunas ideas sobre la génesis de la Provincia de Yaracuy
Evolución del espacio territorial yaracuyano
Le correspondió al conquistador Alemán Nicolás de Federman (1531), reseñar en su historia Indiana las características geohistóricas del territorio que hoy ocupa nuestro estado Yaracuy. A este respecto, sobre sus antiguos habitantes agregaría que: “Son gentes de estatura elevada y bien proporcionada y de fuerte disposición, especialmente las mujeres son muy bellas por lo que llamamos a este valle y provincia, que los indios llaman Vararida, el Valle de las Damas, que quiere decir en alemán El Valle de las Mujeres”. Nótese en la referida cita, el empleo de la palabra “provincia” para referirse al territorio descrito y bautizado por Federman como el Valle de las Damas; pero jurídicamente, faltarían muchos años para que estos territorios pudiesen adquirir, tal categoría.
Dentro de este contexto, según el historiador yaracuyano Nicolás Perazzo (1982), nuestro territorio tuvo que pasar por tres etapas para llegar a alcanzar la tan ansiada autonomía provincial. La primera de ellas se remonta a la creación de la Provincia de Carabobo, según Decreto emanado el 25 de junio de 1824, dentro del Departamento de Venezuela de la República de Colombia (Gran Colombia), la cual estaría conformada por 13 cantones a saber: Valencia (capital), Ocumare, Puerto Cabello, Montalbán, San Carlos, Pao de San Juan Bautista, Barquisimeto, Carora, el Tocuyo, Quíbor, Nirgua, San Felipe y Yaritagua.
En este orden de ideas, en la segunda etapa se ubica a territorios, hoy yaracuyanos, dentro de la Provincia de Barquisimeto, ya que según decreto emanado el 29 de marzo de 1832, dicha provincia quedaba conformada por los cantones de: Barquisimeto, San Felipe, Yaritagua, Quíbor, Carora y El Tocuyo; mientras que el Cantón de Nirgua aún permanecería adscrito a la Provincia de Carabobo. Es de destacar que el cantón de San Felipe quedó conformado para la época por las parroquias: Cocorote, Guama, Aroa, Albarico y San Javier, las cuales tenían una población estimada de 13 mil habitantes.
Yaracuy, provincia venezolana
Tal como lo expresa el reconocido periodista y escritor yaracuyano, Juan Vicente Navas Miralles (1962), en su profuso texto titulado: “Vida Política y Militar del Yaracuy (1855–1945)”, la creación de la provincia de Barquisimeto abrió un nuevo horizonte de esperanzas para los yaracuyanos, principalmente para los sanfelipeños, que no olvidaban que su pueblo había sido emancipado de Barquisimeto por Real Cédula expedida en Sevilla el 6 de noviembre de 1729, cuando Felipe V, monarca de turno en España, lo había erigido como ciudad, con autoridad propia y con todos los requisitos exigidos, con autoridad propia y con todos los requisitos exigidos; sin embargo, este ideal anhelado se fue madurando a lo largo de 21 años, pues sería en enero de 1853, cuando llegó al Ejecutivo Nacional un pliego suscrito por vecinos de San Felipe y Nirgua, en el cual se pedía la creación de la provincia de Yaracuy.
A este respecto, el Secretario del Interior y Justicia se dirigió a los gobernadores de Carabobo y de Barquisimeto, solicitando un informe sobre la necesidad y legitimidad de la petición introducida ante el gobierno de la República.
Dentro de este contexto, es necesario resaltar que dicha solicitud tardó dos años en darle curso legal, tiempo que fue aprovechado para darle calor a la idea y para sumarle prosélitos, donde sin duda alguna sobresalió como ferviente defensor de dicha causa, el señor Pedro Pablo Guédez, quien desde la columna de “El Yaracuyano”, periódico que redactaba, no cesó en su noble empeño de darle fuerza a la representación, y en alentar a todos los pueblos enclavados en el Valle del Yaracuy, para que secundaran aquella justa reivindicación que les traería la ansiada autonomía, la cual de buena ley habían adquirido los sanfelipeños, después de los bárbaros ataques y atropellos que había sufrido en la época colonial la ciudad, cuando en más de una ocasión había sido saqueada y destruida por los naturales de Barquisimeto.
Una vez pasado el tiempo y madurado el proyecto autonomista yaracuyano, éste fue introducido en Cámaras Legislativas el año de 1855 y tras largos y acalorados debates, intervinieron como ardientes defensores los representantes, coronel Hermenegildo Meleán por Carabobo, el presbítero doctor José Ramón Agüero y Juan de la C. Sequera, por Barquisimeto y el senador Ramón Viñas, por Portuguesa, entre otros.
Finalmente este esperado proyecto resulta aprobado en ambas cámaras el 15 de marzo y cuatro días después, es decir el 19 de marzo de 1855, hace 166 años, recibía el “Ejecútese “ de rigor por parte del Presidente de la República, general José Tadeo Monagas, el cual refrendó el Secretario del Interior, Justicia y Relaciones Exteriores, Francisco Aranda. Por lo pertinente del mismo, a continuación insertamos textualmente el histórico decreto.
Artículo 1°.- Se erige una nueva Provincia con el nombre de “Yaracuy”, compuesta de los cantones de “Yaritagua” y “San Felipe”, pertenecientes a la Provincia de Barquisimeto, y del cantón “Nirgua”, de la de Carabobo. La ciudad de San Felipe será su capital. Artículo 2°.- Los límites de la nueva provincia son los que tienen hoy los tres cantones expresados.
Artículo 3°.- El régimen y administración de esta provincia comenzará el 1° de julio del presente año.
Artículo 4°.- Las ordenanzas, resoluciones y acuerdos vigentes en los tres cantones expresados en el artículo 1°, continuarán en observancia en tanto sean retomados o derogados por la diputación de la provincia.
Artículo 5°.- El Poder Ejecutivo nombrará un gobernador para la Provincia “Yaracuy” y durará funcionando hasta que se nombre el que haya de serlo en propiedad, en virtud de terna presentada por la Diputación Provincial.
Artículo 6°.- En la Provincia del “Yaracuy” se forma un nuevo cantón compuesto por las parroquias Chivacoa, Campo Elías y Urachiche, que será su cabecera y cuyo nombre llevará.
Artículo 7°.- En la misma provincia se forma otro cantón que se llamará “Sucre”, compuesto de las parroquias Guama, su cabecera y de las de Aroa y San Pablo.
Artículo 8°.- Mientras los nuevos cantones no tengan electores, la Asamblea Municipal de San Felipe nombrará los empleados del cantón “Sucre” y la de Yaritagua para el de Urachiche.
Artículo 9°.- La Provincia pertenecerá al mismo Distrito Judicial que la de Barquisimeto.
Artículo 10°.- El Poder Ejecutivo queda autorizado para dictar todas las providencias que sean conducentes al establecimiento de la nueva Provincia del Yaracuy.
Dado en Caracas el 15 de marzo de 1855, año 26 de la Ley y 45 de la Independencia. El P. del S., Samuel Amador. El P. de la Ca. De R., Eugenio A. Riera. El So, del S., J. A. Pérez. El So., de la Ca. de R., J. Padilla. Caracas, 19 de marzo de 1855. Año 26 de la Ley y 45 de la Independencia. Ejecútese. José Tadeo Monagas. El So., de E., en los D.D., del Interior, Justicia y R.E., Francisco Aranda.”
Una vez logrado tan anhelado decreto para la creación de la nueva Provincia de Yaracuy, éste tuvo grata repercusión en el seno de la colectividad yaracuyana, y con la debida anticipación, empezaron los preparativos para celebrar el advenimiento de la recién obtenida autonomía.
Tras ello, el Concejo Municipal de San Felipe, en sesión verificada el 30 de abril bajo la presidencia de don José Antonio Cordido, acordó a proposición del concejal Antonio María Salom, nombrar una junta que recabaría por suscripción popular y voluntaria, los fondos necesarios para celebrar “el Acto Solemne” en que el pueblo de San Felipe, separándose de Barquisimeto, entra dueño de su suerte a ocuparse de su porvenir y futura grandeza, figurando en la república en el puesto que la provincia le ha señalado en sus grandezas e inescrutables designios.
En este sentido, la junta quedó integrada por los concejales Pedro Zumeta y Alejandro Blanco; los señores Agustín Rivero, Dr. José T. González, Rafael Amaral, Manuel A. Lavado y Manuel Ferreiro, quienes se encargarían de “distribuir los fondos que resultasen y de organizar el programa de la función que tendría lugar el 1° de julio próximo”; importante día en que el Ejecutivo Nacional nombró como gobernador interino de la novísima provincia a don Juan José Liendo, quien eligió como Secretario al señor Juan Sanoja, y entre ambos se encargaron de organizar todas las ramas de la administración pública y de hacer los nombramientos de jueces de circuito y de la provincia.
Por último, el gobernador interino Juan José Liendo sería ratificado en el cargo por el Presidente José Tadeo Monagas y estuvo en el cargo hasta el 09 de marzo de 1856, cuando le entrega el despacho al general José Víctor Ariza, quedando registrado su nombre en las páginas de nuestra historia regional, como el primer gobernador de la recién creada y autónoma, Provincia de Yaracuy.