El pabellón criollo es el plato por excelencia en Venezuela
Emilio Acosta
Escritor e investigador
Administrador de Venezuela Colonial
Los primeros escritos en Venezuela sobre el pabellón criollo son de la ciudad de El Tocuyo, en el siglo XVII y su creación es atribuida a los esclavos que recogían las sobras de sus amos para conformar una comida
El arroz hervido, las caraotas (alubias negras o frijoles) guisadas y el plátano, son tres elementos muy comunes en la gastronomía criolla caribeña.
El arroz es de origen asiático llegó al Caribe de la mano de los españoles, especialmente de los levantinos (murcianos y valencianos). El plátano es originario del sudeste de Asia, la especie llegó a Canarias en el siglo XV y desde allí fue llevado a América en 1516. Las caraotas, sin embargo, son autóctonas de Centroamérica, y forman parte de ese grupo de excelentes alimentos que se exportaron a Europa.
Los frijoles, el arroz y la carne en un mismo plato es un alimento cotidiano en Brasil y Portugal llamado «feijoada», consumido en menor medida en las colonias portuguesas del África. El «gallopinto» de centro América también guarda las mismas semejanzas con el pabellón criollo. En Cuba los insustituibles moros y cristianos; arroz con gandules en Puerto Rico; morisqueta o pispiote en México; o moros en Dominicana.
La forma de elaborar el arroz blanco y los frijoles con su sofrito, llamado congrí (con frijol rojo), tiene su origen en la Reconquista española, en la que batallaron los reinos cristianos contra los moros de Al-Ándalus.
Este arte culinario llega a las Indias de la mano de los primeros colonos españoles, quienes fueron agregando elementos nuevos con el paso de las décadas, como la carne mechada o en tiras como se le conoce en España, o el plátano frito o tajadas como se le conoce en América.
Los primeros escritos en Venezuela sobre el pabellón criollo son de la ciudad de El Tocuyo, estado Lara, en el siglo XVII. Gran parte de la historiografía hispanoamericana, especialmente la venezolana y la argentina, refieren que este plato de arroz, frijoles y proteína animal fue creación de los esclavos al unir las sobras que dejaban sus amo, algo muy similar a lo que se les atribuye a las hallacas.