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Historia de la Arepa

Luis Heraclio Medina Canelón
M.C. de la Academia de Historia del Estado Carabobo

Desde hace varios años cada segundo sábado de septiembre se celebra el Día Mundial de la Arepa. Frecuentemente vemos unas discusiones, bastante estériles, por cierto, sobre si la arepa es venezolana o colombiana, diatribas estas sin mayores fundamentos o bases sólidas.


Para enten­der la his­to­ria de la arepa debe­mos acud­ir a las fuentes pri­marias, a aque­l­los hom­bres que fueron los primeros en describir por escrito ese bol­lo de maíz, a los primeros que lle­varon ese voca­blo a la pal­abra escri­ta. Fueron ellos los que intro­du­jeron en la his­to­ria la arepa que ya existía en las cul­turas ágrafas des­de tiem­pos inmemoriales.

La más antigua ref­er­en­cia a la “arepa” la encon­tramos en el “Via­je y Descrip­ción de las Indias” del explo­rador y aven­turero flo­renti­no (ital­iano)  Gale­ot­to Cei, quien via­ja por la región arren­da­da por el rey de España por a los welseres entre 1535 y 1553 cuan­do señala:

“Hacen otra suerte de pan (con el maíz), a modo de tor­tillas, de un dedo de grue­so, redondas y grandes como un pla­to a la france­sa, o poco más o menos y las ponen a cocer en una tortera sobre el fuego, untán­dola con grasa para que no se peguen, volteán­dolas has­ta que estén coci­das por ambos lados y a esta clase las lla­man areppas”

Esta fuente pri­maria, es sin duda, una especie de “par­ti­da de nacimien­to históri­ca” de la arepa, ya que es la primera vez que por escrito aparece el voca­blo. Por cier­to, esta primera vez no se escribió en castel­lano, sino en ital­iano, idioma de Cei: “arep­pa”.

Aho­ra bien ¿dónde vió Cei la con­fec­ción de las arepas? Gale­ot­to Cei forma­ba parte de la explo­ración de los welseres, cuya capit­u­lación abar­ca­ba des­de Macara­pana (actu­al cen­tro de Venezuela) has­ta la penín­su­la de la Goa­ji­ra, en la actu­al fron­tera entre Venezuela y Colom­bia, pero por el sur lle­garon Colom­bia aden­tro, has­ta la actu­al Bogotá, con Fed­er­man y Alfin­ger. Entonces, las obser­va­ciones de las arepas de Cei pudieron ser en cualquier parte de esas regiones.

Una segun­da ref­er­en­cia históri­ca data de 1548, colec­ta­do por Juan Friede, de la Acad­e­mia Colom­biana de His­to­ria, en “Doc­u­men­tos ined­i­tos para la his­to­ria de Colom­bia” donde tran­scribe des­de los Archivos de Indias,    la relación que hace el con­ta­dor del rey Pedro Ruiz de Tapia, a los indios de las pes­querías de per­las de Rio Hacha, en la actu­al fron­tera colom­bo-vene­zolana, donde se señala:

“se acos­tum­bra­ba dar­le de com­er a cada indio tres arepas de maíz, una a almorzar, y otra a com­er y otra a cenar, los cuales panes  se hacen para sus­ten­tara bien a un indio y ten­er bien de comer”

“. y muchas veces lle­gan el sol puesto y otras veces más tarde, y luego los lle­van a donde han de dormir y les dan de com­er una arepa de maíz y las más veces sin otra cosa sino el agua ; y esto es lo que sabe de esta pregunta”

“Pre­gun­ta­do que les dan de com­er , dijo que tres arepas de maíz cada día y que los domin­gos sólo una arepa y que lo demás que comen es maíz cocho ; pre­gun­ta­do si les dan pesca­do , dijo que si los indios lo traen lo comen , y si no…”

Primera ima­gen impre­sa sobre la elab­o­ración de arepas

Otro ital­iano (milanés), Giro­lamo Ben­zoni, pub­li­ca en 1565 su His­to­ria del Nue­vo Mun­do la que segu­ra­mente es la primera ima­gen de una arepa y de mujeres cocinán­dolas. Tamvién describe la elaboración:

«La preparación del pan de los señores es dis­tin­ta: las mujeres molen­deras ablan­dan y esmenuzan el maíz, luego lo sumer­gen en agua caliente y le qui­tan la pelícu­la: que­da sola­mente la flor que trit­u­ran los más finamente posi­ble y amasan en for­ma de tor­tas pequeñas que cocían a fuego lento en un tiesto redondo».

Tam­bién ten­emos al sac­er­dote jesuí­ta José de Acos­ta, impor­tante cien­tí­fi­co del siglo XVI, quien fue de los primeros en sosten­er que los nativos de Améri­ca lle­garon al con­ti­nente des­de Asia.  Acos­ta lle­ga a las Antil­las en 1571, luego de un año pasa al Perú, donde desar­rol­lará su obra, por lo que debió estar poco tiem­po entre Venezuela y Colom­bia. En su “His­to­ria Nat­ur­al y moral de las Indias” en 1589 tam­bién men­ciona a las arepas cuan­do dice:

“El pan de los indios es el maíz…cómenlo común­mente coci­do, así en gra­no y caliente…Otro modo de com­er­lo más regal­a­do es molien­do el maíz y hacien­do de su hari­na masa y de ella unas tor­tillas que ponen al fuego, y así calientes sepon en a la mesa y se comen; en algu­nas partes las lla­man arepas”

Mujer india amasan­do maíz para hac­er arepas

Más ade­lante, otro jesui­ta, Bern­abé Cobo, viene a tier­ras amer­i­canas en 1597, via­jan­do por las Antil­las, Nue­va Grana­da, Venezuela y Perú.  En su “His­to­ria del Nue­vo Mun­do” nos dice:

“El maíz…hacen unas tor­tillas del­gadas, que se tues­tan en unas cazue­las de bar­ro pues­tas al fuego, y este es el pan más regal­a­do que los indios hacen de maíz, el cual en Perú se lla­ma Tan­ta, en Nue­va España Tlas­cale. No son en todas partes de una manera…en la Nue­va España las hacen del­gadas del can­to de una her­radu­ra; en Tier­ra Firme, tan grue­sas como un dedo, que lla­man Arepas…”

Evi­den­te­mente todos estos tem­pra­nos cro­nistas conocieron la arepa, con su nom­bre tal cual y en la región noroc­ci­den­tal de Venezuela y ori­en­tal de Colom­bia. Eran regiones de pre­dom­i­nantes pobla­ciones arawa­cas, no caribes. Errónea­mente algunos autores como Mar­i­ano Picón Salas creen que el voca­blo “arepa” se orig­i­na en el ori­ente del país, región de los cumanago­tos (caribes) y dice que es una derivación del cumanago­to “erepa”, que quiere decir maíz, pero no se cor­re­sponde con la real­i­dad, ya que las fuentes pri­marias, como señalam­os  arri­ba prue­ban lo contrario.

Defin­i­ti­va­mente,  la arepa es un ali­men­to más que cen­te­nario, mile­nario, que existe mucho antes de que existier­an Venezuela o Colom­bia, es uno de los ele­men­tos de la cul­tura de los arawa­cos y otros pueb­los de la región. Ni Venezuela ni Colom­bia son las madres de la arepa, ella es la madre que ali­men­tó nue­stros antepasa­dos nativos y a nue­stros antepasa­dos europeos que lle­garon del otro lado del oeceano  para hac­er a esta su tier­ra y su patria. 

FUENTES

Acos­ta, P. José de “His­to­ria Nat­ur­al y Moral de las Indias”. Edi­ciones Atlas, Madrid, 1954

Cobo, P. Bern­abé. “His­to­ria del Nue­vo Mun­do”. Impre­sa  de E. Ras­co. Sevil­la. 1890

Friede, Juan “Doc­u­men­tos Inédi­tos para la his­to­ria de Colom­bia” Acad­e­mia Nacional de la His­to­ria de Colom­bia. 1960

Ste­fano, Luciana de “Los indi­genis­mos en el Via­je y descrip­ción de las Indias (1535–1553 de Gale­ot­to Cei). Fon­do edi­to­r­i­al de Humanidades y Edu­cación, Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela

Strauss K., Rafael A. “El Tiem­po  Pre­his­páni­co de Venezuela”. Fun­dación Euge­nio Men­doza. Cara­cas. 1992

Sal­dar­ri­a­ba, Gre­go­rio. “La inser­ción del maíz en el gus­to de la sociedad colo­nial del Nue­vo Reino de Grana­da”. Revista His­to­ria y Sociedad. Uni­ver­si­dad Naci­nal de Colom­bia. Medel­lín. 1999

Luis Medina Canelón

Abogado, escritor e historiador Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Estado Carabobo

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