Aldemaro Romero se despidió con un concierto en Barquisimeto
Juan José Peralta
Periodista
La semana pasada, exactamente el sábado pasado se cumplieron once años de la partida a la inmortalidad del gran pianista valenciano Aldemaro Romero quien vino a Barquisimeto invitado por la artista Lesbia Espinoza, hoy recluida en un ancianato de la ciudad, para hacer su último concierto, un encuentro inolvidable con los larenses en el auditórium “Ambrosio Oropeza” de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado.
Los asistentes al concierto del 23 de mayo de 2007 recuerdan su original versión del tema Una mujer como usted y todo el programa de aquella velada de la cual el psiquiatra Marco Tulio Mendoza colgó en Internet detalles musicales para la nostalgia. Fue la despedida del pianista y compositor valenciano, quien a los cuatro meses trascendió a la eternidad, el 15 de septiembre de 2007.
Romero nació en Valencia el 12 de marzo de 1928, hijo de Rafael Romero Osío y Luisa Zerpa. El talentoso niño comenzó muy temprano en la música de la mano de su padre, quien era director de la Banda del estado Yaracuy.
En 1942, cuando era un adolescente de doce años su familia se fue a Caracas y una de sus abuelas lo recibió con una pianola de regalo la cual fue transformada rápidamente en piano donde el travieso valenciano comenzó a transitar sobre las teclas que lo harían famoso como gran pianista.
El espacio de esta crónica es muy pequeño para resumir la exitosa biografía de uno de los artistas venezolanos más importantes del siglo XX pero suficiente para recordarlo como creador de un género que cautivó a los venezolanos y al mundo: la Onda Nueva.
En 1968 Aldemaro se inspiró y presentó una manera distinta de interpretar música venezolana derivada del joropo tradicional con influencia del jazz y la bossa nova brasilera que además buscaba innovar con instrumentos diferentes a los usados hasta entonces y cambió arpa, cuatro y maracas por piano, bajo y batería, trío ideal para tocar jazz.
El compositor llamó a su amigo el contrabajista austríaco Jacques Braunstein para pedirle su opinión, quien de inmediato dijo parecerle una onda nueva. A Romero le gustó el nombre, aunque su baterista de siempre Frank “el pavo” Hernández aseguraba se trataba de una música compuesta para una publicidad que la agencia rechazó.
Entre 1971 a 1973 el compositor y director carabobeño impulsó su novísimo género musical con los Festivales de la Onda Nueva en los que se presentaron destacados músicos y solistas del mundo entero como Franck Pourcel, Paul Mauriat, Charlie Byrd, Astor Piazzolla, Juan Gabriel, Armando Manzanero, Consuelo Velázquez, Augusto Algueró, Eliana Pitman, Trini Lopez, Helmut Zacharias y Marco Antonio Muñiz, además de artistas venezolanos como Mirla Castellanos, Alfredo Sadel, Carlos Almenar Otero, Carlos Moreán y Henry Stephen.
Los festivales significaron un gran esfuerzo económico y organizativo para Aldemaro pero, desafortunadamente carecieron de proyección en el exterior, por lo que dejaron de existir, lo que no impidió a Aldemaro seguir difundiendo hasta donde alcanzaron sus esfuerzos, en Venezuela como en el exterior los temas que había escrito varios años antes, adaptados a este género.
Esa mujer como usted en Barquisimeto, Aldemaro Romero