Música

La Mavare nació como banda de pueblo

Casi tres cuartos de siglo estuvieron los hermanos Lucena al frente de la Orquesta Mavare, desde 1915 cuando Napoleón Lucena sustituyó a en la dirección a Miguel Antonio Guerra –su fundador–, hasta 1989 cuando la dejó Juancho Lucena, su hermano menor.

La Mavare nació a medi­a­dos de 1897 cuan­do el joven y tal­en­toso Guer­ra for­mó una ban­da de pueblo lla­ma­da a con­ver­tirse en uno de los más desta­ca­dos gru­pos musi­cales de la ciu­dad y del esta­do, como señalan Héc­tor Gutiér­rez Corti­nas y Romel José Escalona Pérez en el libro “Orques­ta Mavare. Más de cien­to diez años de Músi­ca”, edi­ciones del rec­tora­do de la Uni­ver­si­dad Cen­tro Occi­den­tal Lisan­dro Alvarado.

Guer­ri­ta, como lo llam­a­ban, dirigió al grupo en su debut el 31 de diciem­bre de 1897, fecha cor­rob­o­ra­da en doc­u­men­tos y tes­ti­mo­nios de la época. En esa primera pre­sentación no tenían nom­bre según el cro­nista de Bar­quisime­to, Anto­nio Álamo. La ban­da amenizó un baile para lo más con­no­ta­do de la sociedad bar­quisimetana de entonces, sarao que comen­zó a las nueve de la noche. ¡Y se danzó has­ta altas horas de la madrugada!

La ban­da sin nom­bre de Miguel Anto­nio Guer­ra puso a bailar a los dis­tin­gui­dos invi­ta­dos en una fies­ta orga­ni­za­da por el médi­co bar­quisimetano Mar­tin Alvizu en la res­i­den­cia del señor Aure­lio Man­zano en el cruce de las calles del Mar­qués con Lara, (hoy car­rera 21 con calle 24) lla­ma­da la esquina de la matutina.

Guer­ri­ta fue un emprende­dor músi­co naci­do en Gua­ma el 22 de enero de 1879, muda­do tem­pra­no con sus padres Miguel Guer­ra Cam­po Elías y Jac­in­ta Cecil­ia Rav­elo a Bar­quisime­to, donde estudió en el Cole­gio San Agustín y músi­ca con los mae­stros José Eli­gio Tor­re­al­ba, Ramón Pérez y Fran­co Med­i­na, con quienes estudió flau­ta y clarinete.

Orques­ta Pequeña Mavare

Según Álamo, la dis­ci­plina que el joven Guer­ra imprim­ió a su grupo trascendió al ambi­ente en lo que tenía relación con la enti­dad que rep­re­senta­ba. “Aquel sis­tema de embarullar los turnos con piezas extra­or­di­nar­ias desa­pare­ció. Con­trata­ba sus pro­gra­mas y nadie se salía de ellos”. El joven de 18 años puso orden, tenía guáramo, decían. En agos­to de 1898 Guer­ra la bau­tizó Ban­da Mavare como hom­e­na­je al muy apre­ci­a­do músi­co fal­co­ni­ano naci­do en Cap­atári­da en 1860, Ramón Mavare, exce­lente com­pos­i­tor y eje­cu­tante del cor­netín, fal­l­e­ci­do en aque­l­los días.

La muerte de Mavare

Según comen­tar­ios, Mavare fue arresta­do por “fal­tar­le el respeto” pasa­do de tra­gos al Sec­re­tario de Gob­ier­no. Al salir de prisión, el músi­co del cor­netín sufrió un paro car­dia­co y murió. Se comen­tó y denun­ció que había sufri­do mal­os tratos en prisión, tor­tu­ra como acos­tum­bran las dic­taduras. En un gesto de rebeldía y protes­ta el joven direc­tor lo inmor­tal­izó al bau­ti­zar con su nom­bre a la ban­da, aunque Mavare –muer­to a los 38 años– nun­ca for­mó parte de la agru­pación pero era muy respeta­do y admi­ra­do como músico.

Seri­amente afec­ta­do aními­ca­mente por la muerte de su padre, en 1915 Guer­ra, renun­cia en su luto a la direc­ción de la agru­pación fun­da­da por él y entregó la batu­ta a Napoleón Luce­na, quien la dirigió has­ta 1966. La orques­ta y su nue­vo direc­tor des­de entonces hicieron suya la devota tradi­ción de tocar públi­ca­mente los 14 de enero un concier­to de bien­veni­da a la ciu­dad a la ima­gen de la Div­ina Pas­to­ra en su pere­gri­nación anu­al des­de San­ta Rosa.

Napoleón Lucena

Hijo de Egidio Luce­na y Nar­cisa Martínez, hábil eje­cu­tante del clar­inete y el con­tra­ba­jo, Napoleón Luce­na nació el 26 de Abril de 1890 en El Tocuyo y des­de tem­prana edad sin­tió interés por la músi­ca. En la Ciu­dad Madre recibió primeras enseñan­zas musi­cales del mae­stro Fran­cis­co Yánez, clar­inetista de quien here­da la bril­lante eje­cu­to­ria del instrumento.

Ado­les­cente, de 16 años Luce­na se vino a Bar­quisime­to por nuevos conocimien­tos y mejores opor­tu­nidades. Toca­ba en modestos bailes famil­iares con los cuales “se gan­a­ba la vida” y gra­cias a su desem­peño se inte­gra a la Ban­da del esta­do Lara con un salario dis­cre­to y en 1912 su direc­tor Pedro Istúriz Mene­ses –autor de la músi­ca del Him­no del esta­do Lara– lo asciende a primer clarinete.

Por sus dotes musi­cales Luce­na se suma a la Mavare y diri­girla en 1915 cuan­do Guer­ra le entregó una ban­da en pleno crec­imien­to con músi­cos pro­fe­sion­ales de alta jer­ar­quía lle­ga­dos de partes cir­cun­veci­nas y así comen­zó lo que han lla­ma­do la era Luce­na en la orquesta.

RAFAEL LOPEZ VALERA UN SIGLO DE MUSICA EN LA SANGRE ORQUESTA MAVARE 1930 (1º FILA DE IZQUIERDA A DERECHA): NAPOLEON SANCHEZ DIQUE, JUAN PABLO CEBALLOS, MARCOS TULIO ALVARADO, NAPOLEON LUCENA (DIRECTOR), VIRGILIO T. VALERA, RAFAEL MIGUEL LOPEZ VALERA Y GERMAN SUAREZ (2º FILA EN EL MISMO ORDEN): BELISARIO LUCENA, JULIO PEREZ, FRANCISCO BARRETO, RAMON DIAZ, MIGUEL VIZCAYA, FELIPE HERNANDEZ, JOEL VASQUEZ, DANIEL MONTERO Y FELIX ALVAREZ. (3º FILA): JOSE ROSALES, RAFAEL LINAREZ, EUSEBIO LOPEZ, GUMERSINDO SEQUERA, TODOSIO ADAMES Y ANGEL MARIA ABARCA “SANSON” FOTO: CORTESIA IVAN BRITO LOPEZ

La ban­da pasó por var­ios cic­los has­ta lle­gar a gran orques­ta tradi­cional, de aceptación y mucho sen­timien­to de afec­to de la comu­nidad larense, según Gutiér­rez y Escalona. Exce­lentes instru­men­tis­tas y muy buenos com­pos­i­tores esta­ban en sus atriles y su reper­to­rio en la primera época lo con­sti­tuían piezas en su may­oría de sus inte­grantes y algu­nas de otros músi­cos y a veces incur­sion­a­ba en el pen­ta­gra­ma inter­na­cional, en espe­cial europeo: además de valses y bam­bu­cos, joro­pos y pasodobles toca­ban pol­cas, cuadrillas, mazur­cas y otras piezas de for­ma tradi­cional o clási­ca de can­ción de dos o más partes.

Guer­ra era emplea­do de una fer­retería y con el tiem­po llegó a ten­er su pro­pio nego­cio del mis­mo ramo y sigu­ió com­ponien­do músi­ca por mucho tiem­po para la orques­ta, su real vocación y la acom­pañó en la cel­e­bración de las bodas de pla­ta y después las de oro. “Guer­ra no aban­donó la ban­da fun­da­da por él”, con­ta­ba Raúl Azparren.

La Mavare no solo ale­gra­ba fies­tas y bailes. Además de las retre­tas acom­paña­ba los jue­gos de beis­bol y sus mejores ingre­sos lo con­sti­tuían acom­pañar las pelícu­las del cine silente, activi­dad que dio gran impul­so a la com­posi­ción y esta­bil­i­dad a la agrupación.

Instru­men­tista del clar­inete, direc­tor de orques­ta, edu­cador y has­ta empre­sario de cine, vin­cu­la­do fun­da­men­tal­mente con el mun­do de la músi­ca en todas las activi­dades en que invir­tió su tesonero esfuer­zo, Napoleón Luce­na asum­ió con todo entu­si­as­mo la con­duc­ción de la ban­da en pleno crec­imien­to y apoyó la creación de la Jazz Band Mavare, aden­tra­da en la nue­va músi­ca prove­niente del Norte, parte de la cul­tura petrol­era pro­movi­da por las com­pañías explota­do­ras del crudo, pero esta onda musi­cal no pegó entre los larenses.

Com­pos­i­tor fecun­do, el 31 de diciem­bre de 1932, Napoleón Luce­na estrenó en el teatro Juares el bam­bu­co “End­ri­na” recibido con gran afec­to, pieza que habría de traer después una escan­dalosa anéc­do­ta en la ciu­dad, comen­ta­da aparte en estas páginas.

Napoleón Luce­na estu­vo al frente de la Mavare has­ta 1966 y murió el 1º de enero de 1970, pero ya había entre­ga­do la batu­ta a su her­mano menor Juan­cho,  quien tam­bién escribió intere­santes pági­nas en la his­to­ria de la agru­pación has­ta su muerte el 5 de diciem­bre de 1989.

Juancho y la pequeña Mavare 

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EL DATO

Por tres cuar­tos de sig­los los her­manos Luce­na estu­vieron al frente de la orques­ta Mavare

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Naci­do en El Tocuyo en 1905, Juan­cho se vino a Bar­quisime­to y sien­do ape­nas un niño su her­mano lo incor­poró a la ban­da. Tenía que subirse a un cajón para poder tocar el con­tra­ba­jo. “A duras penas alcan­z­a­ba el emp­ina­do cor­da­je del instru­men­to”, con­ta­ba Azpar­ren. El mae­stro Simón Wohn­siedler com­pu­so en su hon­or un valse donde el con­tra­ba­jista debía inter­pre­tar un solo tit­u­la­do “El Mucha­chi­to”, para que lo tocara Juan­chi­to como tam­bién lo llamaban.

En 1932 Juan­cho se fue a Cara­cas a per­fec­cionarse con los grandes mae­stros y se incor­poró a la Orques­ta Sin­fóni­ca Venezuela como con­tra­ba­jista. Hacia 1947, fun­da en Cara­cas la Pequeña Mavare, con­tó Pas­cual Vene­gas Filar­do. El Ate­neo de Cara­cas aus­pi­ció un ciclo de con­fer­en­cias vene­zolanistas y para amenizar el tema “Lara, Tier­ra de Con­trastes Geográ­fi­cos” pidieron a músi­cos larens­es res­i­dentes en Cara­cas reunirse para pre­sen­tar nues­tra músi­ca. Juan­cho impro­visó una orques­ta que poco después tocó en la Aso­ciación de Escritores Vene­zolanos y otras charlas.

La Pequeña Mavare tam­bién llenó un vacío por la músi­ca larense en la nos­tal­gia caraque­ña del con­tra­ba­jista tocuyano. Otros lla­maron a la agru­pación de Juan­cho, la “sucur­sal de la Mavare” en Cara­cas. Años después, con­fe­saría con cier­ta picardía que la había fun­da­do “debido a que los instru­men­tis­tas de la orques­ta grande se le esta­ban muriendo”.

El éxi­to en Cara­cas como orques­ta úni­ca en su género fue total, comenta­ba el peri­odista Car­los Orte­ga y refer­ía sus actua­ciones en los concier­tos domini­cales por Radio Con­ti­nente y en difer­entes pre­senta­ciones, ser­e­natas y concier­tos, inclu­idas las retre­tas en la plaza Bolívar.

Según Orte­ga, Juan­cho cul­tivó con fer­vor a prue­ba de adver­si­dades, la músi­ca más refi­na­da y con­ta­giosa de una Venezuela dis­tin­ta, la de los saraos y retre­tas de prin­ci­p­ios de siglo XX, época de mejil­las son­ro­jadas y sen­ti­men­tales arrebatos, además de man­ten­er muy alto la huel­la del fun­dador y el lega­do de su her­mano. Con la Mavare caraque­ña Juan­cho Luce­na dio a cono­cer en los esce­nar­ios caraque­ños la músi­ca de Bar­quisime­to y real­izó una con­tin­ua pro­mo­ción de músi­ca instru­men­tal larense y vene­zolana por más de cuarenta años, cel­e­bran­do como un acon­tec­imien­to cap­i­tal­i­no las bodas de pla­ta de la Pequeña Mavare e inspi­ran­do la fun­dación de la Orques­ta Típi­ca Nacional.

El 5 de diciem­bre de 1989, Juan­cho se marchó con su músi­ca a otra parte, luego de cumplir la her­mosa tarea de man­ten­er el bril­lo y la sabro­sura de nues­tra música. 

Juan José Peralta

La ima­gen de Juan­cho Luce­na pertenece al sitio web “El Tocuyo, his­to­rias de mi pueblo” de Anton­bio J. Sal­divia 

ASÍ CANTA LARA

CorreodeLara

Esᴛᴀ́ ᴜsᴛᴇᴅ, ᴅɪsᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ ʟᴇᴄᴛᴏʀ, ᴇɴ ᴛᴇʀʀɪᴛᴏʀɪᴏ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄɪᴠɪʟɪsᴛᴀs, ʏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴏᴅᴏ, ᴅᴇ ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴀᴄᴏɴᴛᴇᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ϙᴜᴇ ᴍᴀʀᴄᴀʀᴏɴ ᴜɴ ʜɪᴛo

4 comentarios en «La Mavare nació como banda de pueblo»

  • Reinaldo Ernesto Pérez Guerrero

    Buenos días
    En la primera foto
    El joven de tra­je oscuro de primero delante de todos y agacha­do es mi abue­lo Isidro Pérez Herrera ??????????

    Respuesta
  • Deseo saber si pudiera con­seguir infor­ma­cion de la com­posi­cion Oye Mi Cora­zon graba­da por el mae­stro Juan­cho Luce­na. Esta inclu­i­da en el album Cre­pus­cu­lo Musi­cal en la posi­cion 06.

    Mi correo elec­tron­i­co es hyglez@gmail.com

    Mi padre fue el Fun­dador de la Estu­di­anti­na de la Escuela Naval

    Que­do muy agrade­ci­do por su molestia.

    Respuesta
  • Exce­lente repor­ta­je del Licen­ci­a­do Juan José Per­al­ta, quien ya no está físi­ca­mente entren­tre nosotros, pero nos ha deja­do un gran lega­do de su pro­duc­ciín. Nue­stro jefe por un tiem­po en el Diario El Infor­mador, a quien recor­damos siem­pre por las enseñan­zas recibidas en difer­entes momentos.

    Respuesta
    • Esti­mamos muchísi­mo sus líneas Iria. Ben­di­ciones para ud y su famil­ia. La invi­ta­mos a seguirnos por las redes sociales como @CorreodeLara

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