Los estudios médicos en Barquisimeto, experiencias institucionales con sentido de futuro
Carlos Giménez Lizarzado
Historiador y editor
In memoriam
Dr. Francisco Finizola Celli
La ejecución del Código de Instrucción Pública de 1897, que tiene como base el Decreto de 24 septiembre de 1883 sobre la organización de la educación superior y científica, permite el surgimiento de las experiencias de educación universitaria a escala regional a partir de los Colegios Federales de Primera Categoría; se beneficiaron de esta decisión oficial: Maracaibo, Valencia, Bolívar, Coro, Maracay y Barquisimeto, en tanto que Caracas y Mérida ya contaban con sus respectivas universidades.
Precisamente, la mayoría de los catedráticos que se desempeñan en las llamadas Facultades de Medicina en estos Colegios de Primera Categoría son egresados de la Universidad de Caracas, denominada Central luego de la reforma de Bolívar y Vargas en 1827.
En el caso de Barquisimeto se hace efectivo el 10 de junio de 1884, con esta resolución se eleva el Colegio de Segunda categoría existente a Primera Categoría, quedando, en consecuencia facultado para otorgar los títulos de Bachiller en Ciencias Médicas, Ciencias Políticas y el de Ingeniero Civil, y los grados de doctor en Ciencias Médicas, Políticas y Filosóficas.
El Hospital de Caridad de Barquisimeto logra su relativa consolidación entre 1877 a 1918
De modo pues que esta es la fecha fundacional de la primera experiencia institucional en la región de la formación de médicos. Venía a su vez fortalecida por la creación y desarrollo del Hospital de Caridad que desde 1877 a 1918 logra su relativa consolidación gracias la organización y cooperación entre el Estado y la sociedad; destacan entre los promotores los médicos: José de Jesús Fréitez Hernández, Antonio María Pineda Bujanda y Luis Razetti Martínez; asumía así el Hospital el rango de Universitario, ya que los catedráticos combinaron y articularon los estudios médicos con la atención y el cuidado de los enfermos, una incipiente forma de docencia e investigación.
El segundo momento que identificamos en la formalización de la formación de profesionales médicos viene con el Centro Experimental de Estudios Superiores en Barquisimeto (1962–1967); con esta institución se abre paso la segunda Escuela de Medicina en la capital larense, y la primera organización de los estudios médicos como política educativa y de salud pública en la región.
Luis Razetti y Antonio María Pineda
la dupla del progreso de la ciencia hipocrática
El 10 de enero de 1888, el joven y destacado médico Luis Razetti se dirigía con enérgicas palabras a los diputados de la Legislatura del estado Lara. Señalaba que había llegado a Barquisimeto en julio de 1885 y que, aunque se sentía a gusto por ser una sociedad culta y espléndida, se hacía inminente enfocar la atención en la necesidad de contar con un hospital en el que la ciencia y la caridad dieran auxilio a la parte menesterosa de la población. El 16 de agosto de este mismo año, el Presidente de la República, Juan Pablo Rojas Paúl, por la propuesta que le hiciera el doctor Calixto González, decreta la creación del Hospital Vargas en Caracas.
Entre los motivos que impulsaron aquella solicitud de Razetti, se deja ver en primer lugar, la preocupación por los enfermos, pues no se trata de un hospedaje por caridad solamente, sino de un servicio organizado como escuela práctica; en la que se atienda la enfermedad que aqueja a las personas allí internadas, permitiendo abrir camino a la juventud estudiosa que pide ciencia, es decir a los que quieren estudiar Medicina. Por ello, aunque mantiene el rótulo de caridad al referirse al Hospital, deja claro a los diputados que la reorganización implicaba adecuación, evaluación, presupuesto e intervención en cuanto a la arquitectura del centro de caridad para convertirlo en un hospital y formar en él a los futuros médicos, lo que sería el trabajo suyo. (Razetti L, 1962, p 399).
El lugar al que se hace referencia es el Hospital de San Lázaro de 1768, que luego será el Hospital de Caridad, 1836–1918 y finalmente, Hospital Antonio María Pineda en 1939. Los tres, llegaron a funcionar en lo que actualmente es la sede del Museo de Barquisimeto hasta 1954.
Para 1877, cuando se inician las remodelación y mejoras al Hospital, en nuestro estado no había escuela de Medicina, pues la carrera sólo se estudiaba en Caracas y con una formación de carácter teórico; es decir, la anatomía no se practicaba con cadáveres, la química no se veía en laboratorios, y no existía la práctica clínica, pues no se atendía a enfermos. Por eso, lo que planteaba Razetti era algo futurista, de progreso y revolucionario; esto es, una institución para organizar el saber médico abriendo con ello el camino de la ciencia a tono con sus tiempos.
En aquel momento del conocimiento científico, estaba en boga el método positivo y en este particular, Razetti, se había formado como alumno de los últimos discípulos de José María Vargas, en especial de Calixto González, quien estableció vínculos de trabajo con Luis Daniel Beauperthuy. Éste último, médico y entomólogo francés radicado en Venezuela, fue quien descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla, con el agregado de cursar sus últimos años de estudio en las cátedras de Adolfo Ernest y Rafael Villavicencio, considerados los maestros por excelencia de este método.
La solicitud de la reorganización del Hospital, coincide con el hecho extraordinario del encuentro de Razetti con Antonio María Pineda, uno de los primeros responsables del centro de salud de Barquisimeto. Pineda regresó de Francia en 1880, de allá trajo certificado y diploma por la Academia de París que lo acreditaban como Doctor en Medicina; traía fortalecido el conocimiento médico enfocado en la docencia e investigación, porque precisamente, “en la Escuela de París se aprendía (…) la medicina clínica de los síntomas y signos. Esta nueva definición de la clínica estaba vinculada a una reorganización del dominio de los hospitales (…) busca definirse como clínica pero ante todo se define como saber enciclopédico de la naturaleza y conocimiento del hombre en sociedad”. (Foucault M, 1966, pp. 109–123).
El 16 de septiembre de 1884, se abren las aulas del Colegio Federal de Primera Categoría en Barquisimeto
La aspiración modernizadora de Razetti y Pineda, encuentra en Barquisimeto un camino andado, pues en el antiguo Hospital de la Caridad se realiza la primera reorganización en 1878 a manos del Dr. José de Jesús Fréitez Hernández, quiboreño. (Ceballos, 2008, p. 120). Este científico es reconocido como uno de los últimos discípulos de José María Vargas, y se le estima por sus logros en medicina quirúrgica y por las medidas de higiene pública que aplicó en Barquisimeto. Suministró datos y casos al Dr. José Gómez, quien escribió su tesis sobre el carare o cute, enfermedad de la piel de prevalencia rural pertenecientes al treponematosis humana, lo que le mereció ser citado en la obra de Fernand Roux sobre Enfermedades de los países cálidos (Silva R. 1981, p. 107). Los doctores Telésforo Oberto y Simón Whonsiedler, junto al licenciado Candelario Valera, justo es decir, también habían contribuido para iniciar desde el Hospital la medicina científica.
El café, el Ferrocarril Bolívar
y los estudios universitarios en Barquisimeto
Una serie de acontecimientos van a permitir que Barquisimeto adquiera la relevancia para que se institucionalicen los estudios médicos en la ciudad, pues ésta había alcanzado un significativo crecimiento demográfico y económico a través del ciclo de la actividad agroexportadora, que había encontrado en el café el empuje para conectar al espacio urbano rural al mercado internacional, ahora agilizado por el Ferrocarril Bolívar (Giménez C, 2001, p. 25).
En 1881, se crea por disposición del Presidente Antonio Guzmán Blanco en su último gobierno, el estado Lara, y Barquisimeto pasa a ser su capital. Ese dinamismo también se aprecia en lo educativo, cuando el 16 de septiembre de 1884, se abren las aulas del Colegio Federal de Primera Categoría, quedando en consecuencia facultado para otorgar los títulos de Bachiller en Ciencias Médicas y Políticas, y el de Ingeniero Civil, así como el grado de doctor en Ciencias Médicas, Políticas y Filosóficas. De modo pues, que esta es la fecha fundacional de la primera experiencia universitaria en la región.
La sede de aquel instituto educativo aún hoy está en pie, a pesar del tiempo y las distintas funciones que ha tenido desde entonces; puede verse la casa en la actual calle 24, esquina de la carrera 17 de Barquisimeto. Prácticamente, se construyó en las inmediaciones del Hospital, hoy separado por el llamado Edificio Nacional, y la plaza de la Justicia; con ello, se buscaba en esa relación espacial la integración Hospital-Colegio Federal, pues, como lo señaló Razetti en 1888 al llegar a la capital larense, el Hospital estaba llamado a ser la escuela práctica; en términos presentes, es la integración docencia e investigación.
Una vez que el Colegio Federal de Primera Categoría inicia sus actividades académicas en integración con el Hospital, la tarea inmediata que asume Antonio María Pineda es la organización de la clase clínica; recordaba una vez más la importancia de la clínica en la formación del médico, las actividades se realizaban los lunes, jueves y sábado a las 10:30 de la mañana; la práctica consistía en la observación, diagnóstico, pronóstico y tratamiento que se discutía entre los estudiantes y los profesores, “dando razón de las opiniones que emitimos y el porqué de la medicina que aplicamos. (Antonio María Pineda, Presentación al Boletín del Hospital de Caridad, 1888, (4) p 4).
Como catedráticos fundadores de la Facultad de Ciencias Médicas destacan José de Jesús Fréitez Hernández, Luis Razetti Martínez y Antonio María Pineda
Le correspondió a Luis María Castillo, abogado y hombre de letras, ser su primer Rector y como Vicerrector se designó al también abogado Eliodoro Pineda, quien a partir de 1888 hasta 1897 asumirá el Rectorado. Entre 1898 y 1900, es nombrado Rector Leónidas Agüero Mosquera, egresado de la Universidad Central en 1872, y en el Vicerrectorado figura Simón Wohnsiedler, ambos médicos.
En 1900, aparece designado Rector el medico e historiador Lisandro Alvarado, quien no asume el cargo, dando paso al médico y escritor José I. Arroyo, quien ejerce la máxima autoridad hasta 1902, acompañado por el Vicerrector- Secretario Dr. Plácido Daniel Rodríguez Rivero, médico egresado de la Universidad Central y destacado pionero en la Historia de la Medicina en Venezuela.
Como catedráticos fundadores de la Facultad de Ciencias Médicas, destacan José de Jesús Fréitez Hernández como presidente, y administrando la Cátedra de Anatomía General; Luis Razetti Martínez, vicepresidente, quien rigió la Cátedra de Higiene Pública y Privada; y Antonio María Pineda, Secretario, y responsable de las Cátedras de Patología Interna y Medicina Legal; para entonces, se matricularon seis estudiantes.
En 1887, se distingue como Presidente de la Facultad Antonio María Pineda, se mantiene en la Vicepresidencia Razetti y en la Secretaria se nombra a Leónidas Agüero Mosquera, quien asume la Presidencia en 1894, junto a dos egresados del Colegio, Julio Irigoyen, como Vicepresidente y Jesús Torrealba en la Secretaría. También, se destacaron como parte del grupo docente en Ciencias Médicas Julio Segundo Álvarez, Carlos Bujanda, Telésforo Oberto y Alberto Olivares.
Boletín del Hospital de Caridad
a Boletín Científico
Se completa la institucionalización social y científica de la medicina en Barquisimeto con la creación de un órgano de divulgación y difusión del saber médico tanto en lo local como de lo nacional e internacional. El 3 de septiembre de 1888, Luis Razetti, Antonio María Pineda, José Ignacio Bereciartu, Escolástico Irigoyen, Federico Ramos (h), Aguedo F. Alvarado, y Felícitas Pérez, con los alumnos internos Hilarión Seijas y Julio Irigoyen, fundan el Boletín del Hospital de Caridad llamado a partir de 1912, Boletín Científico.
Un medio impreso para contraloría interna de la administración, así como la divulgación del saber médico organizado en el Hospital y de los estudios que se llevan a cabo en el Colegio; además, daban cuenta de las actividades realizadas por las sociedades de beneficencia para el Hospital bajo la responsabilidades de algunas señoras y señoritas de Barquisimeto, Quíbor, Carora, El Tocuyo, Bobare y Duaca; este movimiento de damas será clave para el desarrollo material del establecimiento.
Entre la información de mayor prioridad están las observaciones clínicas y enfermedades tratadas como paludismo, sífilis, tuberculosis, neumonía, pleuresía, cardiopatías y fiebre tifoidea; pero además, se hacen traducciones al español del inglés, del francés y alemán sobre epidemiología y salud pública; información y difusión de las innovaciones y adelantos de las ciencias médicas.
En el número 21 del 3 de abril de 1890, se publica la Invitación para el X Congreso Médico Internacional que tendrá lugar en Berlín, durante los días 4 al 6 de agosto de ese año. Allá, también tendrá lugar la Exposición Médico Científica Internacional. El firmante como Presidente del Comité Organizador es el Dr. Rodolfo Virchow, quien invita a los editores del Boletín a formar parte del Congreso así como a dar la mayor publicidad en el mundo médico del referido evento.
El Boletín permitió el registro académico, científico y organizativo del Hospital pero ante todo, fue el medio para agilizar y establecer la red de trabajo de los médicos desde Barquisimeto, el país y el resto del mundo.
El Colegio Federal cierra sus aulas
En 1904, ocurre la decisión política de Cipriano Castro, con su Ministro de Instrucción Pública, Eduardo Blanco, de eliminar los Colegios de Primera Categoría, afectando así los estudios universitarios. En lo sucesivo, los jóvenes de la entidad larense que aspiraran un título universitario deberán ir a Caracas o a Mérida.
A la clausura del Colegio Federal, Barquisimeto contaba con 15 médicos egresados, ellos son: Hilarión Seijas, Ezequiel Hernández, Julio Irigoyen Lander, Esteban Salas, Jesús María Torrealba, Ezequiel Bujanda, Maximiliano Álamo, Martín Alvizu, Ramón E. Gualdrón, Sixto Sánchez, Bartolomé Guédez, Manuel Fréitez, Lisandro López Viloria, José Antonio Pérez Limardo y Pedro Francisco Carmona. Tendrán una importante proyección regional por su desempeño tanto en la docencia como en la investigación, así como en lo social, con miras en la salud pública en una época en la que la fiebre amarilla, la tuberculosis y el alcoholismo hacían estragos en la población. Boletín del Hospital de Caridad, 1888 Número, 4)
El cierre del Colegio Federal de Primera Categoría truncaba el desarrollo de los estudios médicos; quedaba el Hospital de Caridad como centro de atención, y el único espacio en el que acudían los médicos jóvenes para completar su formación junto al magisterio creador e innovador de Antonio María Pineda, quien desde las salas “Vargas”, “Fernández” o “Arvelo” aviva la enseñanza clínica. Con el Boletín del Hospital, se da cuenta del dinamismo de sus promotores, allí se difunden los avances, los casos clínicos, epidemiología y las conexiones con Europa o los Estados Unidos sobre asuntos de salud, creaba así una atmósfera para dar a la Medicina su institucionalización como parte del progreso social.
El saber médico se abre paso, la organización
y la academia no se cierran
En el mismo año de clausura de la educación universitaria en Barquisimeto, se convocaba en esta ciudad al primer Concurso Público Industrial y la Cámara de Comercio, fundada en 1900, dinamizaba la economía local por el crecimiento de exportación cafetalera. En lo educativo, se fundan los colegios Inmaculada Concepción y el Hispano Venezolano; el de Primera Categoría pasa a denominarse y a funcionar como Colegio Federal de Varones que estará bajo la dirección de los médicos Antonio María Pineda y luego de Julio Segundo Álvarez.
Como hecho de mayor preeminencia, es la fundación de la Sociedad de Medicina y Cirugía de Barquisimeto bajo la dirección del Dr. Pineda junto con Placido Daniel Rodríguez Rivero y el mismo Razetti, quienes figuran entre los motivadores que contribuyen a darle vida al saber médico desde esta sociedad. Esto da la idea de que no se detuvo el trabajo de aquellos hombres que ya no contaban con el instituto universitario; resulta interesante ver cómo el Dr. Eladio del Castillo, funda en 1906 con existencia hasta 1912, el Colegio Barquisimeto, con el mismo pensum de estudio y el cuerpo de docentes del clausurado Colegio Federal de Primera Categoría.
La educación no se detuvo, en 1911 se crea la Escuela Wohnsiedler y 1913 el Colegio La Salle para varones; en 1915 se funda el Banco de Venezuela y se logra el secado de la laguna de La Mora, foco de zancudos transmisores del paludismo. La ciudad estaba en movimiento y crecimiento. (Vargas M., 2008, p. 63 y ss.).
El llamado Programa de Febrero de Eleazar López Contreras, oficializa la creación del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, primera forma de la institucionalización de la salud pública en Venezuela
Además de estas instituciones que persisten en abrir camino al progreso por la vía educativa, nuevamente hay que agregar el Hospital como centro de atención del estado y de la sociedad, pues en 1909, el Presidente de la entidad, Carlos Liscano, decreta la Junta de Cooperación para llevar a cabo las mejoras en el edificio y servicios médicos. Así, en 1918, con la gripe española encima de la población, se inaugura el ampliado y remozado Hospital de Caridad, con 75 camas para hombres y 50 para mujeres. No solo era la iniciativa pública para la mejora del servicio médico en el estado, pues en 1927, Honorio Sigala funda la primera clínica particular, y 1932 Pedro Salón Lizarraga junto a Agustín Zubillaga crean el Instituto para Clínica y Hospitalización, llamado Policlínica Barquisimeto.
Con el inicio de los cambios políticos a la muerte de Juan Vicente Gómez en 1935, el llamado Programa de Febrero de Eleazar López Contreras, oficializa la creación del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, a partir del antiguo Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría de 1930, quedando así otro Ministerio para el ámbito de la Agricultura y Cría. Es la primera forma de la institucionalización de la salud pública en Venezuela en el mismo contexto en que la renta del petróleo se consolidaba como resorte fundamental de la economía. Contribuyen a los cambios sociales y culturales la llegada de inmigrantes europeos, de la América del sur, de América del norte y del oriente medio que al finales del siglo XIX y con mayor fuerza en la primera mitad del siglo XX, se instalan en la ciudad para mezclarse en las fuerzas progresistas y de desarrollo económico, social y cultural de la región.
En Barquisimeto, entre 1936 y 1940, se crea el Hospital Camejo Acosta con la intención de una mayor atención a la infancia y en 1942, se funda la Maternidad Luisa Cáceres de Arismendi. En 1937, se inicia la lucha antituberculosa en el estado, y se crea un dispensario bajo la dirección de Luis Gómez López y Carlos Zubillaga. En este mismo año, El Dr. Agustín Zubillaga, asume la seccional Lara del Consejo Venezolano del Niño. Estos servicios públicos de salud también se verán fortalecidos por la mayor organización de los profesionales de la medicina, que en 1943 crearán el Colegio de Médicos del estado Lara. (Segundo, R., 2008, pp. 120 y ss.).
Crecimiento institucional
de los servicios de salud: el Hospital Central
En 1950, la administración y financiamiento del Hospital es asumido por el Gobierno nacional; la acción es inmediata, pues se inicia la construcción de un edificio moderno y de alta administración técnica que termina siendo inaugurado por el General Marcos Pérez Jiménez en 1953. Ofrece los servicios organizados de medicina interna y cirugía, dermatología, cardiología, tisiología, radiología, oftalmología, laboratorios, traumatología y anatomía patológica. En 1951, el Dr. Humberto Campins, crea el servicio de Investigaciones Científicas como nueva dependencia del Hospital. Este crecimiento institucional explica en parte, lo que va hacer luego de 1955, el movimiento de la sociedad larense en pro de una universidad. En opinión de Ceballos, R. (2008, p. 150) el hospital fue por excelencia la institucionalización del saber médico en sus distintas dimensiones.
Es el tiempo en que se abre paso una nueva generación de galenos, casi todos egresados de la Universidad Central, que empiezan a figurar tanto en el Hospital como en el servicio privado. Se trata de médicos como Agustín Zubillaga, Pastor Oropeza, Daniel Camejo Acosta, José Luis Zubillaga, Ambrosio Perera, Ramón Ignacio Méndez Llamozas, Humberto Campins, Argimiro Bracamonte, Hernán Cortez Mujica, Luis Gómez López, Rafael Marante, Carlos Zapata Escalona, Oscar Veracochea Lozada, Theoscar Sanoja, Ramón Zubillaga, Orlando Lara, Luis Oscar Giménez y Carlos Gil Yépez, todos ellos, en distintas circunstancias, promovieron y crearon espacios para hacer de la Medicina un vector del progreso nacional, y serán en parte los mismos actores que promoverán la creación de una moderna escuela médica en Barquisimeto.
Un Centro Experimental de Estudios Superiores
le abre camino a la segunda escuela de medicina en Barquisimeto
El crecimiento de la ciudad mercantil, como la bautizara el alemán Erdmann Gormsen en 1963, no se detiene; tiene su nuevo hospital, mantiene el Ferrocarril y un sistema de carreteras modernas que la conectan con todo el país. El café quedó atrás en el recuerdo de su aroma y en las pequeñas haciendas con su caserones; ahora, la ciudad se engalana con sus agroindustrias, banca pública y privada, ganadería y primeras fábricas metal mecánicas (Rojas R, 2014, p. 145); no menos se puede decir de los avances en la infraestructura escolar, ya que este importante centro urbano cuenta con un mayor número de liceos para estudios de secundaria (Vargas Maryelis, 2008, p. 62).
El 3 de junio de 1955, Raúl Azparren, Monseñor Críspulo Benítez Fontúrvel y otras personalidades e instituciones de la ciudad crean la Sociedad Amigos de Barquisimeto
Con el golpe de octubre de 1945, la democracia retrocedió para dar paso nuevamente a una dictadura cívico-militar, esta vez con la Junta Militar en los primeros cuatro años y luego con Marcos Pérez Jiménez (1948–1958), sin embargo, la ciudad no dejó de crecer (Giménez L, C., 2003, p. 92); veamos el rol que desempeñó, por ejemplo, la Sociedad Amigos de Barquisimeto en el desarrollo económico, social y educativo en el devenir larense. Esta organización se forjó en los últimos años de la dictadura.
El 3 de junio de 1955, Raúl Azparren, Monseñor Críspulo Benítez Fontúrvel y otras personalidades e instituciones de la ciudad crean la Sociedad Amigos de Barquisimeto. Esta organización promueve hacia 1955–1957, la creación de una universidad privada, pero sin éxito. La búsqueda de un modelo privado se sustenta en el informe que la misma organización publicara sobre estudios de secundaria en Barquisimeto, matrícula e instituciones. (Rojas, R., 2012, p. 27 y ss.).
Entrada la democracia formal con la caída del gobierno dictatorial de Pérez Jiménez en enero de 1958, hacia mediados de julio, la Sociedad Amigos retoma el proyecto de la universidad con una nueva orientación y nuevos actores. Se convoca una amplia asamblea en el liceo Lisandro Alvarado. El 6 de noviembre es creado el Comité pro Universidad. El Impulso se hace eco del proyecto: Amador Camejo Octavio, Hermann Garmendia y Guillermo Rivero Rojas, escriben artículos para impulsar y motivar la idea. Se crea una comisión interinstitucional con 11 personas: sociedad civil, poder político, sector privado y sector público. Tres personalidades asumen la comunicación con el Ejecutivo: Dr. Carlos Gil Yépez, René Domínguez y Ambrosio Oropeza. (Rojas, R., 2012, p. 30).
Rómulo Betancourt, en discurso público ante la Asamblea Legislativa del estado Lara, a propósito de haber decretado el Instituto Pedagógico de Barquisimeto el 29 de noviembre de 1959, hace alusión al proyecto de la universidad; señala que sobre el asunto ha conversado largamente con el Dr. Carlos Gil Yépez, a quien considera un demócrata de altos quilates profesionales; en aquel mismo discurso indica que la política educativa no está separada de las necesidades del desarrollo regional como el asunto de la salud pública, y confía plenamente en las orientaciones que pueda dar el Dr. Gil Yépez. (Rojas R., 2012, p. 31).
En este entusiasmo oficial y colectivo, la Sociedad de Amigos de Barquisimeto, no descuidará ningún momento para crear opinión pública favorable al proyecto de universidad; en medios impresos locales y nacionales, tertulias, y reuniones con distintos sectores el sentido era: lograr una universidad para Lara.
La decisión oficial no se hizo esperar, pero no como se esperaba en la ciudad, pues el Decreto número 26.958 de 22 de septiembre de 1962, anuncia la creación del Centro Experimental de Estudios Superiores (CEDES); estará enfocado en el estudio a nivel universitario de las ciencias agronómicas, veterinarias y médicas. La comisión organizadora está conformada por el Dr. Lorenzo Antonio Vivas, Presidente; Dr. Alí Omar Carnevali, Secretario; y como vocales los doctores: José Luis Zubillaga, Hugo Rivas Franco y el Ing. Froilán Álvarez Yépez. Posteriormente, se incorpora como Secretario del CEDES el Dr. Alfonso Maldonado Rivas, quien impulsó la carrera de Medicina Veterinaria.
El 22 de octubre de este mismo año, se nombra una subcomisión para Medicina integrada por los doctores Lorenzo A Vivas, Carlos Zapata Escalona, Luis Gómez López, Humberto Campins y Rafael Marante, y un cuerpo de asesores entre quienes destacan: Carlos Gil Yépez, Blas Bruni Celli, Pastor Oropeza, José Ignacio Baldó, Antonio Borjas Romero, Félix Pifano C., Rafael Cordero Moreno, Luis Manuel Peñalver, Juan Vicente Seijas, Pablo Herrera Campins, Pedro Iturbe, Miguel Ángel Pérez F., Otto Lima Gómez y Jorge Andrade. (Rojas, R., 2012, p. 41 y ss.).
En las instalaciones del Hotel Nueva Segovia,
germina la segunda escuela de Medicina
El 15 de abril de 1963, en las instalaciones del Hotel Nueva Segovia, y con un acto protocolar presidido por las autoridades del CEDES y el equipo docente, se recibe a 118 bachilleres para dar inicio a su formación en una primera etapa del denominado Ciclo de Ciencias Fundamentales; el Dr. José de Jesús Boada asume la formación pre-clínica y Dr. José Luis Zubillaga, hará lo propio con los estudios clínicos.
La arquitectura académica de la Escuela se organiza en la etapa CEDES (1962–1967) con base en la unidad administrativa denominada departamento. Así, se inicia con los departamentos de Medicina Preventiva y Social, Ciencias Morfológicas, Ciencias Funcionales, Pediatría, Cirugía, Obstetricia y Ginecología. (Rojas, R., 2012, p. 41 y ss.).
Un segundo grupo con 113 aspirantes inicia en febrero de 1964 sus cursos básicos; esto da la idea de que la demanda en Medicina se mantiene casi igual a la primera cohorte. En este mismo año se inician los estudios de Medicina Veterinaria e Ingeniería Agronómica. Nada estaba establecido en modo definitivo, pues en 1965, aparece el estudio de planificación de la universidad, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), División de Estudios y Proyectos, en conjunto con el poder municipal, presenta el volumen primero de lo que podía ser la universidad regional. Este documento se acompañó con el foro abierto “La universidad para Barquisimeto”, siendo los ponentes los doctores José Luis Zubillaga, José Ignacio Baldó y Carlos Gil Yépez. Estaba en el ánimo oficial crear la universidad y sobre todo debatir su modelo, así se aprecia en el referido documento del MOP y el mismo foro que fue recogido por medios impresos locales. (El Impulso del 17 de febrero de 1967).
Una huelga presiona a la burocracia
En tanto en el flujo de información formal y opinión pública, trascurren los días hasta llegar a la víspera del acto de grado de los próximos médicos. Además de la emoción, prevalecían las incertidumbres; aquellos jóvenes de cuarto y quinto año de Medicina se preguntaban ¿quién les otorgaría el título? ¿Cuál era la legalidad del CEDES para otorgarlos? Y lo más importante, la preocupación por la ausencia de un contrato entre el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y el Ministerio de Educación que reglamentara el aspecto docente dentro del hospital; cuestionan que el departamento de Medicina Preventiva y Social no estuviera cumpliendo a cabalidad sus objetivos los servicios de bienestar estudiantil son deficientes; Mariano Mujica y Orlando García, líderes de entonces, daban a conocer estas interrogantes en El Impulso del 17 de febrero de 1967.
La consigna: la huelga va…
De la presión inicial se puede anotar el resultado: el Decreto del 7 de noviembre de 1967, en el que se crea la Universidad Experimental de la Región Centro Occidental (URCO); a pesar de este logro, las tensiones no desaparecen, 11 días después los jóvenes emprenden su marcha hacia Caracas; las respuestas antidemocráticas que tuvieron las autoridades locales al allanar la institución, desembocan en la renuncia del Dr. Omar Díaz Quiñones como miembro de comisión designada por el Ministerio de educación para organizar la Universidad. Aunque la renuncia no fue aceptada, el conflicto se abre paso, llegándose a constituir una comisión mediadora conformada por Raúl Azparren, Theoscar Sanoja, Oscar Veracochea Lozada y Monseñor Marcial Ramírez Ponce. (Rojas, R., 2012, p. 50 y ss.).
En el mismo orden de ideas, dicha comisión logra entregar la institución nuevamente al Dr. Díaz Quiñones quien permanece como primer Rector hasta el 28 de junio de 1968 cuando el Ministerio nombra las autoridades: Rector, Dr. Argimiro Bracamonte, Vicerrector Dr. Humberto Campins y Secretario Iván Ávila García. El Dr. Oscar Veracochea Lozada permanece como director de la Escuela de Medicina hasta 1971. (Rojas, R., 2012, p. 54).
El reto académico de los estudios médicos, quedaba reflejado en el siguiente texto:
… contribuir con el aumento de médicos requeridos y cooperar en la transformación de la docencia médica, inspirada en los modelos propios del país y también del exterior. Una tendencia a la formación de médicos generales e integrales con amplia preparación básica, cultos, capacitados mística y técnicamente para colaborar de forma determinante en la interpretación y solución de problemas del hombre en el ámbito de la medicina y la salud pública. (Boletín de la Escuela de Medicina, 1967).
Una visión moderna y acorde con los principios de alta pertinencia en la que se articulan los requerimientos nacionales e internacionales es lo que se persigue. El camino no fue fácil, sin embargo, la Universidad fue tomando institucionalidad y así llegamos al 26 de abril de 1969 para ofrecer a la ciudad sus primeros egresados en Medicina, 23 en total (10 damas y 13 hombres): Primera Promoción de Médicos Cirujanos Dr. Antonio María Pineda y como padrino fue seleccionado el Dr. José Luis Zubillaga. Las clases magistrales estuvieron a cargo los doctores Pablo Pineda y Carlos Zavarce. (Rojas, R., 2012, p. 56).
Lo que viene es el crecimiento y proyección de la Escuela de Medicina; en 1969 se crea la Oficina de Educación Médica. Esta instancia que se venía impulsando por influencia de la Asociación de Facultades de Medicina que a su vez lo toman de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, desempeñara un papel muy importante en la formación permanente del médico de acuerdo a los contextos sociales. Cuando el Dr. Zapata asume la Dirección de la Escuela en 1971, señala que le dará prioridad a la Educación Médica; en este mismo año se inicia la creación de los núcleos de Acarigua, San Felipe y también pasantías rurales en Chivacoa, Nirgua, Cabudare y Duaca. En 1973, el Hospital Rafael Antonio Gil de Duaca se adscribe como centro docente para los estudiantes del último semestre; en este año hace “la rural” el Dr. Bartolomé Finizola, que según testimonio del Dr. Zapata ayudó a consolidar la experiencia. (Zapata, M., 2016, p. 28).
Cierra su gestión el Dr. Bracamonte, logra la declaración conjunta de la URCO con el Dr. Blas Bruni Celli como Ministro de Sanidad y Asistencia Social; este documento le da paso a un mayor impulso de la Escuela de Medicina y su vinculación directa con las necesidades de salud pública en Venezuela. El Consejo Universitario crea las posibilidades para el perfeccionamiento y desarrollo de estudios superiores en Medicina al autorizar los posgrados en Cirugía, Medicina Interna, Anestesiología, Radiodiagnóstico y Pediatría.
En 1982, siendo Rector el Dr. Carlos Zapata Escalona y Director de Escuela el Dr. Naji Torbay K, junto a su equipo el Dr. Francisco Finizola Celli como Director Adjunto y el Dr. Pablo Pineda Vásquez Director adjunto docente, el Dr. Carlos Rivero Rodríguez Coordinador de Estudios de Postgrado y el Dr. Heberto Fonseca como Jefe de la Oficina de Educación Médica se plantea nuevamente la revisión curricular llegando a la precisión de los siguientes aspectos: a) Enfocar la unidad salud-enfermedad como un fenómeno biológico-social; b) considerar el contacto con la realidad como el único medio para la incorporación de aprendizajes; c) usar los problemas sanitarios del país como centro del proceso enseñanza aprendizaje; y d) impulsar las ciencias de la conducta y la formación farmacológica. (Zapata, M., 2016, p. 30).
Queda en evidencia la relevancia del liderazgo médico y de las organizaciones sociales locales en el proceso de institucionalización científica y social de la medicina en Barquisimeto, en los momentos identificados con la creación del Hospital de Caridad en 1877, el Colegio de Primera Categoría 1884–1904 y el CEDES en 1962. Si bien, estas instituciones de carácter oficial fueron impulsadas por políticas de Estado, no menos peso, tuvo el empuje dado por los profesionales de la medicina y las distintas iniciativas civiles que juntaron esfuerzos y cooperaron para logar el progreso de la ciencia, y con ella la búsqueda del bienestar social.
El locus del saber médico se instala desde la experiencia clínica de la medicina, primero en el antiguo Hospital de Caridad que pasa a llamarse Antonio María Pineda desde 1939, y luego Hospital Central Antonio María Pineda con las transformaciones económicas y sociales de la región desde 1954. Cobra fuerza el desarrollo de la profesión médica al fundarse a lo interno del Hospital, en 1950, la Jornadas Pineda, evento académico y científico promovido por David Anzola, Antonio Bujanda Yépez, Ramón Ignacio Méndez Llamozas y Hernán Cortez Mujica, para incentivar y difundir la investigación clínica y social del saber médico en la región pero estableciendo relaciones con investigadores de otras regiones del país así como del exterior. (Ceballos, R., 2008, p. 201). En nuestra interpretación, fue la organización de los médicos desde el Hospital, lo que en parte, ayudó abrir camino a los estudios de medicina en el CEDES, aunado al desarrollo urbano de la ciudad y la alta participación de la sociedad civil mediante el liderazgo de FUNDASAB.
Al cumplirse este año 2018, el 55 aniversario de la Escuela de Medicina Pablo Acosta Ortíz, es propicia la ocasión para nuevos estudios de su trayectoria, proyección internacional y nacional, y la evaluación hasta el presente. A octubre de 2016, van 69 promociones con 6.395 egresados, una excelente muestra de una historia que se forjó entre Estado, sociedad y la juventud estudiosa de las primeras promociones de la Escuela. (Información suministrada por el departamento de registro académico del Decanato de Ciencias de la Salud, UCLA, octubre, 2017).
Más sobre el Dr Antonio María Pineda
Referencias
Ceballos, R. (2008) Del Hospital de Caridad al Hospital Central de Barquisimeto 1880–1954. Barquisimeto. UCLA. Ediciones del Rectorado
El Impulso 17 de febrero de 1967. Barquisimeto.
Escalona, S. (1996). Historia Social e Institucional de la educación en el estado Lara: El Colegio Federal de Barquisimeto. Trabajado de Grado en Maestría en Educación. UPEL-IPB. Mimeografiado.
Fonseca, H. (1967). Introducción Boletín de la Escuela de Medicina.. Barquisimeto. URCO.
Foucault, M. (1966). El nacimiento de la clínica. México. Siglo XXI editores.
Giménez L., C. (2001) Duaca en la época del café (1870–1935). Duaca. Ediciones de la Oficina del Cronista.
Giménez L., C. (2003). En el espejo de la prensa. Notas de historia y literatura. Barquisimeto. Fundación Buría.
Pineda, A. M. (1888). Presentación Boletín del Hospital de Caridad, Número, 4. Barquisimeto. Hospital de Caridad.
Razetti, L. (1962). “Carta de Razetti a la Cámara Legislativa de Lara” Obras Completas II. Divulgación. Caracas; Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
Rojas, R. (2012). Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Una Historia de 50 años. Barquisimeto. UCLA. Ediciones del Rectorado.
Rojas, R. (2014). La economía de Lara en cinco siglos. III edición, corregida y aumentada. Barquisimeto. UPTAEB.
Silva U., R. D. (1981) Enciclopedia Larense. Tomo II. Barquisimeto. Ediciones de la Presidencia de la República.
Vargas, M. (2008). El Liceo Nacional Lisandro Alvarado de Barquisimeto 1936–1969. Barquisimeto, Fundación Buría.
Zapata, M. (2016). Carlos Zapata Escalona, vida y obra. Barquisimeto. Decanato Ciencias de la Salud. UCLA. Mimeografiado
Excelente trabajo histórico, memorable, lo disfruté y me trasladé en el tiempo como quien recuerda sus antepasados para amar su presente. Gracias primo, gracias, bien merecida tu cátedra.